martes, 18 de diciembre de 2018

Vita est. Num 244


A mitad del año 46, a finales de junio o en  julio, mis padres se juntaron. Espero que haya sido con mucho amor además del deseo envidiable, me imagino. Fue una noche más, puede que viernes, luego de regresar a la casa en la noche después de  comer y bailar en la Polar,  o una tarde de los sábados, no voy a indagar mucho esa parte, solo supongo, conociendo las costumbres de los incumbentes, mis padres. Siempre se me ha hecho torcido el imaginarme a ellos dos en hacer el amor, o el sexo, como que la educación influye para no husmear algunas cosas, pero así debió ser, no hay de otra. Sólo trato de no imaginarme ni  mucho ni poco el ambiente en cuestión.

Empezaron a dividirse las células encontradas y de dos pasan a cuatro y de cuatro a ocho y luego a dieciséis y luego… Posiblemente cuando ya era de 10 a 12 semanas se dieran cuenta de que yo encubaba. Se alegraron, pero temieron. Era el tercero en llegar. Mi hermana siete años y medio mayor que yo fue la primera, él segundo  o la segunda nunca llegó a ser visible, no nació. Yo de tercero, les  preocupa que pasase algo, siempre uno piensa lo peor. Supongo que empezaron a cuidarse más y evitar excesos. Lo  que mi madre no sabía entonces era que el varón dentro de su vientre con tan solo  6 lbs y media y todo el líquido amniótico que me rodeaba, le iba a dejar su columna adolorida de por vida. Lo peor para mi entender es que ese mismo dolor lo heredé, sin cargar nada en el vientre, la genética en continua evolución me lo regaló.

Mi madre me trasmitió otras herencias. Amor a la música, al espíritu, a la comida, al trago con equilibrio, a ser yo, y no sé cuántas cosas más podría añadir, no quiero lucir vanidoso. Pues, bueno gracias a ella tengo esas cualidades que los que me rodean admiran. No todas, mi padre puso su semilla bien puesta. La mezcla fue agradable, a mi entender, ahora  vista en el tiempo.

Ella como toda madre,  se transformó en co-creadora de la vida, junto al Creador. De ahí el que demos gracias al estar vivo y haber evolucionado.

No soy perfecto, tengo mis secretillos de imperfección,  de inquieta evolución. Eso lo sé yo y Dios, pues dicen que Él sabe todo, ve todo. Y los espíritus que me rodean y me ayudan también lo saben, pues saben todo de mí. Y los espíritus que me viven tentando también saben qué tentar y qué no. En definitiva, mis secretillos son conocidos a Sotto  Voce en el Más Allá, pero no por aquí, menos mal.

 Vinimos a aprender, no. Vinimos a trabajar y estudiar  sobre lo que nos faltaba, luego, ya sé que no soy perfecto y tengo mis cosillas. Trato de aprender, trato de estar abierto a otras ideas y situaciones; a aprender vinimos.

La canción “Gracias a la Vida que me ha dado tanto”, me hace pensar. Agradezco haber nacido donde nací, sin dudarlo ni por un minuto. Tanto en la Isla como en la familia, en el tiempo. Agradezco tener otras patrias, sentirme parte del mundo. Agradezco mi educación en general, la cultura adquirida, la visión del mundo. Agradezco los compañeros a lo largo de mi evolución, mis amigos, pocos, pero amigos de verdad,  los hijos naturales y adquiridos en las aulas. Agradezco mi entorno, lo sufrido, lo luchado, lo llorado, lo encarnado. Agradezco mi caminar. Agradezco muchas cosas, más aún gente, personas, seres en todo este andar. Agradezco mi mini familia personal, somos ocho, no más.

Pero agradecer a la vida misma no he podido. Agradecer a los creadores de mí ser, sí. Agradecer lo que ya expuse, sí. Esta vida carnal es prestada. Regresaré de donde vine, de mi tribu espiritual Guadalupana. Esa para mí es la verdadera Vida, y a medida que caminamos nos acercamos. No la llamamos, pero no la evitamos, sabemos qué es lo que nos espera, y eso es bueno cuando uno anda de viaje, saber el horizonte.

Caminamos haciendo caminos, ¡eso lo he dicho tanto!  Seguiremos hasta que el cuerpo se canse, porque el espíritu y la mente no descansan. Espero que por ahora, el cascarón siga sin más, ayudándonos a ser, ser feliz y ayudar a otros a ser felices, esa es mi misión, a eso vine a este mundo, a aprender a ser feliz y ayudar a otros  a serlo. Por eso veo  la luz de este mundo, no sé si por primer vez o ya la había visto,  cerca de las seis de la mañana de un veinticinco de marzo, dentro  del vientre de Noemí llegué, en una clínica del Vedado,  más que nada,  a eso vine al mundo, o esta vez vine al mundo, para ser un ser  feliz.


sábado, 3 de marzo de 2018

Mundos desconocibles #243


Este fin de semana cumples un año más, pensabas que no recordaba, me imagino, tantos años cumpliendo y yo en silencio. Silencio hacia afuera, pues hacia dentro siempre te he recordado. Si me hubiese quedado, que sería, ¿qué cambiaba?

Tú quedaste e hiciste tu vida, yo seguí e hice la mía. Y la fiesta terminó antes de comenzar. Todo fue tan rápido, y a la larga te fallé, me falto coraje, me falto Si, en el fondo, fue eso, Me ame más a mí que a ti. Imperdonable, estoy consciente, lo sé, Me imagino que debes estar casada, me imagino que ya dejaste tu pueblo. Me imagino, que vida tuviste, pues supe que casaste con un médico, bueno, al menos no fue con aquel novio alemán, de origen. Me imagino que tuviste tres hijos, ya todos adultos. Me imagino que hoy estaríamos en lados contrarios o quizás no. La política divide  los pueblos, las familias, la persona,los amigos,  las parejas.

Todo queda en la suposición, todo queda en suposiciones de lo que hubiese sido, de lo que hubiese ocurrido, de lo desconocible. De lo no escrito en el libro de la vida, de lo no escrito en mi fatum,
Aún recuerdo, sí aún recuerdo, sí, aún  recuerdo mis visitas a la 98. Fugaces.

Te veo canosa, ambos canosos. Pero permanece tu figura estática, sin haber pasado los años, pero sé que deben haber pasado como a mí.

A festa apenas comensata ella finita. ¿Más bien no llegó a comenzar o sí?

Te veo recostada con tu blusa amarilla a medio codo y  falda negra. Miras al piso. Triste, acongojada. Sé que yo estaba nervioso, sin sitio. Esa fue la última vez que te vi.

Años más tarde tu hermana me llamó al yo pasar por la ciudad. No la ví. Sólo la oí. No había cambiado mucho en su expresarse y ahí supe de ti.

Recuerdo que antes de irme te di un disco de pasta, un LP y te decía en él, en inglés, que te recordaría siempre, y así ha sido, todo 3 de marzo, sin falta.

Por qué escribo esto, pues para que no se me olvide, porque quizás algún día lo leas y sabrás que era de ti que pensaba, nadie más lo sabrá,  que era de ti que pensaba.

Canzone per te*. No dudes, la he cultivado como una flor. Mas hodie debo dire, te volio bene.
Ahora no solamente lo pienso, también lo escribo. Como todo, un poco tarde. Y nada, sólo sucede lo mejor, y doy gracias por mi hoy y por haberte tenido como parte de mi vida todos estos años. Tú allá, yo aquí, en mundos desconocibles.






miércoles, 28 de febrero de 2018

Una cancion, un nombre # 242.

Caminamos o corremos. Correr no me es fácil ya, físicamente no, mentalmente sí.  De pronto me paralizo, no sé hacia dónde miro sin ver, y sigo paralizado. Frisado por la indecisión. Cuál es el próximo paso, no sé, mi pensar se detuvo, hay flashes de luz del ayer, de un ayer sin fecha precisa, sin tiempo, nada se mueve, detenido en el tiempo, y si trato de pensar, voy hacia atrás, y recuerdo algo no claro, no definido, difuso, siento emoción, siento nueva vez mis ojos humedecerse, y no entiendo  por qué,  ojos autónomos, sé que lloran por alguien quien es solo un nombre, no se acercan, no se aproximan sus facciones del recuerdo,  cómo es que un nombre y  un sonido traigan humedad, y no recuerdo detalles, no puedo descifrar, solo sé que estuvo, fue importante, y aún lo es, pues mis ojos lo dicen que persiste en mover mis entrañas,  me sacude, pero no sé cómo fue, menos aún como será hoy.

 Recuerdos que se alejan, se difunden, se diluyen y busco un detalle y nada, sólo un nombre, una canción  y humedad. Necesito regresar en el tiempo, hay un por qué, pero no recuerdo cuándo, situación, no pudo hacer “composición de lugar”, todo se diluye, trato, me esfuerzo y nada; el amor de un momento que era  el de toda una vida recorrida, no se hace presente y uno se pregunta cómo es que era el amor de mi vida si ya no veo su rostro, no la compongo, no la recuerdo. A esa edad  todo es más vivido y si ella ya no está, que será de todo lo demás, de ese tiempo, de esos momentos vividos y no regalados, soy nada,  solo la música me hace recordar lo que de otra forma no recordaría jamás;   que sutil lo de  la melodía el saber escoger momentos que  perduran en mí,  es como tratar de vivirlos otra vez aunque ya no habrá otra vez, cuando me oigas ya no sabrás  por qué, se escurrió, se fugó, se hizo humo, y te quedaras pensando qué pasó, que venía a mí y dejó de hacerlo, ya  no.

Quisiera verme de nuevo, poner la cinta de esos momentos a blanco y negro, el  viento se los llevó, el aire suave se lo llevó, tan poco arraigado estaba. Todo se esparció en el tiempo, sólo un nombre, una melodía, una decisión y  un adiós, adiós ayer y adiós ahora, pues ya no reconozco. Ayer sólo un dolor, hoy una pena al ver la cicatriz, queda  la cicatriz cual  testigo silencioso de ese dolor convertido ahora en un “a duras penas”.

Sabes “nombre”, te busqué, pregunté por ti, regresé  y no te encontré. Quizás nos topamos y no nos reconocimos, ajenos, mundos ajenos, ni siquiera paralelos, sólo eso, ajenos. Te busqué, no te encontré.

Recorrí en  el ayer, sus calles, sus casas,  volví mis pasos en el hoy sobre ese ayer, y nada quedó, todo fue removido, todo fue trasladado,  reconstruido, todo desapareció,  mi yo, mi presencia  ya no estaba, mis pasos se quedaron como sombras sin sol y sin luz. Todo me es fuera de mí, no lo reconozco , casi todo, sólo su nombre y las melodías que me la traen a mi presencia, como un humo que se hace  difuso, su melodía, sus melodías me tienen atado, a un nombre sin rostro, un nombre, solo eso queda, un nombre y las canciones de fondo. Sin saberlo, una lágrima corre y luego otra hace su camino, todo se nubla. Un nombre, una canción  abrieron el grifo, una canción que trajo un nombre movieron el grifo. Sí, no cabe duda, ese ayer fue importante y aún lo es. Un nombre, una canción  abrieron el grifo, una canción arrastró  tu  nombre dentro de mí y entre ambos torcieron  el grifo.


Una canción:

 https://www.youtube.com/watch?v=Uybtn6ebG0I  Sherry, Sherry Baby. Four Seasons.
 https://www.youtube.com/watch?v=jcS8CJwHfqI    Sealed with a kiss, Bryan Hiland.
https://www.youtube.com/watch?v=ZvP42bkrhO4 Sealed with a kiss. Bobby Vinton.
 https://www.youtube.com/watch?v=XQD3At3E7TA, Breaking up is hard to do, Neil Sedaka.
https://www.youtube.com/watch?v=-xo-PO5FUkE Good night my love, pleasant dreams, Ray Peterson.
https://www.youtube.com/watch?v=mLUuWl8oMFE Go away little girl. Donny Osmond.
https://www.youtube.com/watch?v=k0OrTZd5KM0  Go away little girl. Steve Lawrence.
https://www.youtube.com/watch?v=WOtWXJ6acT0 Go away little girl. Bobby Rydell.