viernes, 5 de agosto de 2011

Felicitas, felicitatis

Todos buscamos nuestra propia felicidad. No sabemos a ciencia cierta qué es felicidad, pero la buscamos.

Pensamos que es un estado de tranquilidad, armonía, gozo, alegría, paz interna. Algo que deseamos que dure lo más posible, no cambie.  Sabemos que no es ansiedad, ni gritos, tristeza, ira, desasosiego, nerviosismo, depresión, sin sitio, angustia.

Algunos buscan la felicidad a nivel sólo físico como el comer, beber, sexo, dormir, hasta defecar y orinar que serian los Anomos. Otros buscan en la seguridad de estar con otros mayores que uno y seguir a pie juntillas sus indicaciones para no equivocarnos, ellos se equivocan, nosotros no, un poco de no ser responsable directo, estos serían los Heterónomos. Los que buscan su felicidad en el grupo de amigos, pandilla, el recordar, celebrar, hacer en grupo, estar juntos a los  de su misma edad, pensar, actuar; los Sociónomos.  Por último, los que encuentran la felicidad dentro de sí mismos y dándose a otros, trabajando por el bien común; los hombres de luz o Autónomos.*

Todos y cada uno buscamos estar bien, sentirnos bien dentro de la limitación o estado del momento. No ser carga para otros, no ver a los nuestros cercanos sufrir, padecer.

La felicidad absoluta no existe, es relativa. Es de momentos felices. Situaciones que provocan una sensación interna de paz, alegría, sosiego. Puede ser el exceso de trabajo y con eso uno sentirse realizado, útil, capaz y le da esa sensación interna de felicidad.

No considero  que el mucho jubilo, bailar, cantar sean muestras  de un estado de felicidad, sino de estar gozosos, contentos, algo más externo. La felicidad es más interna, en relación con lo que deseaba conseguir como meta, objetivo.

La felicidad no radica en tener dinero aunque este ayude a suplir las necesidades básicas de una persona incluyendo salud, futuro, riesgo, placer. Se puede ser feliz en la pobreza y conectarse con el universo, con la naturaleza, y sentirse realizado, en paz, en armonía.

La felicidad de otro  no es  necesariamente  la mía.  Cada quien tiene sus propios objetivos, gustos.

Todos estamos aquí para ser felices, realizados, pero no es un estado de vida perenne. Cuando la sentimos sabemos que eso es, logramos reconocerla. Puede que sea sólo estar en silencio contemplando la naturaleza, una mano agarrada real o imaginativa, de un amor o de un fruto de amor; una mano. Silencio, paz, armonía, gozo interno, una sonrisa,o  una lágrima que se desliza  mientras  dice gracias.




  * VER  lo publicado anteriormente sobre estas cuatro divisiones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario