Estando en la Vicerrectoría Academica de UNIBE parte de mis objetivos era de que la
nueva universidad fuese parte de las asociaciones universitarias que yo ya conocía
por haber estado en INTEC tales como la Asociación
Dominicana de Rectores Universitarios (ADRU),
la Unión de universidades de America en general, la del Caribe y la de America
Latina ( UDUAL).
Esta última nos invito a asistir a su reunión anual en Mérida, Yucatán.
Como el Dr Jorge Hazoury Bahles, rector fundador de UNIBE y quien me
tratase como hijo suyo, al recibir la invitación me llamo de una vez y me dijo
que quería que yo asistiese y así conociera mis raíces, que eso es parte de lo
que un hombre debía hacer.
Don Nozin sabia que mi madre al quedar huérfana al morir su madre, María
del Carmen, había ido por mar a reunirse con sus dos hermanas; María, profesora,
y Paquita casada con Ramón, un español con empresa energética y de hielo, entre
otras, en Sagua la Grande, Las Villas. De ahí viene mi segundo nombre, Ramón,
ya que ella llego de adolescente y Paquita y Ramón fueron sus nuevos padres.
Mas tarde en La Habana mi padre, quien casualmente era de Sagua la Grande, conocería
a mi madre en el hotel donde ella vivía temporalmente. Se casaron en la
intimidad de una capilla a los 22 años de edad. Mi hermana María del Carmen,
hoy solo Carmen, llegaría dos años después.
Mama siempre decía que ella era de Yucatán, no de México, era maya, no
azteca, sus costumbres, su comida, sus creencias eran de la península, no del
imperio. Incluso el Dr Hazoury a sabiendas que la familia de mi madre había
luchado pro la separación de Yucatán como un estado soberano y habían perdido sus
vidas en ello, me hizo ver una película que relata la época. Mi madre no conoció
a su padre Santiago ni a sus otros cinco hermanos varones.
En Mérida presente’ ante la UDUAL un
proyecto de atención primaria que habíamos iniciado con la accesoria del Dr
Alberto Fiallo en medicina y el Dr Wilson Ogando en odontología. Yo aunque
siempre quise ser medico, no lo soy, pero las inquietudes quedan. Habíamos
alquilado viviendas cerca del Hospital del INDEN que asistiría como atención
secundaria. En cada centro los estudiantes levantaron un mapa de la zona con
todas sus viviendas y se visito casa por casa haciendo un levantamiento de las
personas en cada vivienda, se numeraba para darle orden, y se anotaba nombre, edad, sexo, tamaño, peso y un
historial medico. Luego el sistema de vacunación se haría vía este centro de
atención primaria. Por otro lado los de odontología hacían su levantamiento
bucal-dental e higiene y remitian a la Clínica Odontológica de UNIBE en la Avenida
Francia cundo fuese necesario.
Este proyecto tomo’ tiempo, esfuerzo, recursos humanos y económicos de parte de la universidad .En aquel entonces la vicerrectoría
académica que yo diligenciaba también decidió celebrar el día del Maestro, 30 de junio, como una
forma de agradecer el esfuerzo profesoral, lo cual hoy aun se celebra. También logramos que todo
estudiante plantase su árbol en una zona específica. antes de graduarse.
No se si el proyecto de
atención primaria o casas de socorro como yo les llamaba aun existen. Pero ese era mi sueño y pude
hacer conocer el proyecto al resto de las universidades como algo que ya se estaba realizando y no como
algo futuro. Mi visión era: INTEC tiene
la tendencia a la medicina rural, la UNPHU hacia un perfeccionarse en el
extranjero, nosotros debíamos tener una orientacion en el trabajo con los sectores urbanos
circundantes.
En la visita a Mérida, durante el tiempo libre, ya que estábamos en un
hotel en la avenida “Paseo de Montejo” donde mi mama había vivido, nos dedicamos
a buscar su casa y ya no estaba o nos equivocamos de número, pero pudimos connotar
que su familia era de un sector social
alto. También pudimos ir a otra casa que ella mencionada, puede que sea donde nació.
Quedaban sus paredes, mas nada. Ella siempre contaba de su chocolate a las 5 de
la tarde y eso lo vivimos en el hotel donde nos quedamos, y donde conocimos al
cantante Mijares empezando su carrera y aun no casado con Lucero.
Otro cosa que aprovechamos fue visitar a la familia Meléndez, amiga de mis tías
y de mi mama dado que sus hijos iban a estudiar a la Habana en el colegio de Belén.
Uno de ellos nos facilito un vehiculo con
su chofer y nos permitió conocer Cancún
desde tierra y no desde un buque como haríamos luego. Fuimos lógicamente a
Chichen Itza.
En este monumental edificio maya no me atreví a subir sus estrechas escalinatas,
pero ganas no me quedaban y tomamos muchas fotos de la pirámide y de nosotros
delante de la misma. Caminando a su alrededor
sentí fuertemente que algo me jalaba, un fuerte imán me arrastraba, me llamaba.
La curiosidad se hizo presente y cuestione que había o estaba en esa área no turística de donde provenía ese imán.
Me quede paralizado ante la respuesta al decirme que mas adelante, en la parte que yo señalaba
con la mano, ahí estaba el cementerio de la época. Los muertos me jalaban.
Cuando regresamos al país y revelamos las fotos, fue nuestra sorpresa
darnos cuenta que todas las fotos con o hacia la pirámide tenían líneas de luz,
de energía saliente que para muchos dañaba la foto y para nosotros era confirmación
de que algo había ahí que tenia relación conmigo.
Siempre me cuestiono, que cedió allá.
Conocí parte de mis raíces Hoy día aun
preparo el desayuno del hotel: una base de tortilla de maíz cubierta de una
pasta de habichuela negra, una carnita arriba con su salsa de tomate “picantosa”
y un huevo frito en el tope (desayuno ranchero). Ese era mi desayuno diario elegido
en esa semana inolvidable en Mérida con sus
tradiciones, sus fresas grandes y jugosas siendo vendidas en la esquina de la
avenida, sus bebidas, su chocolate caliente, sus trajes y mas que nada del
calor humano que sale por los poros en su gente y comprendí mas a mi madre
gracias a Dr Hazouty quien me enviase a
representar a UNIBE.
¿Que habrá pasado mientras estuve por allá, en Chichen Itza, Yucatán?
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