jueves, 20 de marzo de 2014

Mi gran debilidad

Saber esperar es de mis grandes debilidades, hoy lo plantearía como uno de los aprendizajes por los que vine a este existir.

En mi memoria no descansa  ni en la niñez, ni en la adolescencia, que  me diese cuenta,   la necesidad de esperar por algo o alguien; todo indica que no  surgió  un problema que me afectase y tuviese que sentir lo que conlleva el esperar en mi  temprana edad..

Buscando y rebuscando en el pasado encontré que la primera vez  que me  vi obligado a esperar fue cuando decidí salir de la Compañía de Jesús despues de cinco annos de pertenecer a la misma, y  a pesar  de ya haber firmado mis dimisorias,  debí quedarme dentro del Centro Bellarmino de Santiago de los Caballeros casi tres meses mas, hasta que de Roma llegasen las dispensas, y poder  pasar entonces  a una vida civil.

Otro momento fue cuando me gradúe por primera vez a nivel universitario en el 70 y no sabia que hacer para mantenerme económicamente  después de pasada la algarabía de la ceremonia. Mis padres empezaron a mandarme una ayuda económica para gastos de la pensión, dado que al terminar  la universidad ese junio tuve que también dejar atrás  el puesto de corrector y ayudante de los profesores de español, léase, sin dinero. Recuerdo que conseguí unas clases particulares de español a una norteamericana que vivía por el área camino a  Licey.  En septiembre  comencé con pocas horas o quintos de clases en La Salle de Santiago;  ya luego mas tarde  vendí la idea de crear el  primer departamento de Orientación Escolar en el país, la idea fue aceptada, cuajo,  y pase a ser profesor de tiempo completo antes de terminar ese cuatrimestre.

Al salir de La Salle en junio del 79, tenía asegurado el  trabajar a partir de principios de julio en la Tabacalera en el departamento de Recursos Humanos.   Fracaso,  al llegar el primer día de trabajo me presento, pero se me hizo saber que no lo harían efectivo por mis ideas avanzadas. Quede en el banco de  espera, léase, sin nada que hacer.

Nada sucede para mal, así que fui contratado en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo,  Intec,  como decano de Ciencias Sociales a mediados de agosto, días antes de las tormentas  David y Federico. En esos días fui de los pocos que se presentaron al trabajo el lunes inmediato  a las tormentas ya que pude trasladarme  en un avión de la Fuerza Aérea  desde  Santiago a Santo Domingo. En Intec estuve hasta el 85 en que renuncie sin saber a donde me habría de encaminar. Un nuevo salto al vacío.

Una nueva espera. Tomo' casi tres meses de espera. Se me llamo'  a preparar un catalogo de la escuela de medicina de una universidad  de la capital y ahí descubrí que no había  programas de asignaturas, solo una lista de materias  a dar que no me atrevo a llamarle un pensum;  ni había  nada planificado, programado. Agradecí a la persona que me llamo' para esta labor, le comunique' lo que había encontrado, un vacío total de información;   le di las gracias por su deseo de ayudarme, y  sinceramente  aun estoy eternamente agradecido por su cariño y bondad,  y me fui.  Meses mas tarde  ese centro fue cerrado por las autoridades gubernamentales por las mismas razones que yo aduje al no asumir el trabajo para el que me habían llamado.

En ese verano del 85 el Ingeniero  Abraham Hazoury me llama para que  escribiese la normativa de la nueva UNIBE. Me dedique' a investigar en cuanto catalogo y estatutos de universidades encontré en el Dominico Americano, para luego sentarme y redactar   en horas de la tarde en el INDEN. Salio' el primer Reglamento Académico de la Universidad Iberoamericana.

Al concluir  se me ofrece la Vicerrectoría Académica de Unibe y acepto. Estuve cinco  años en esa  posición al lado del Dr. Jorge Hazoury Bahles, su rector y fundador;  luego dos mas de asesor. Al salir en el 90 y definitivamente en el 92 existían el Colegio  Senderos fundado por Italia y los cursos de la ELS en USA que yo representaba en el país desde 1975, así que no tuve que esperar por una nueva misión, había mucho por hacer.

Ahora al cerrar Senderos en junio de este año 2013 es la quinta vez que tengo un periodo de reposo y espera. Algo saldrá de esta y siempre será para bien como fue de recién graduado a  La Salle como profesor, de ahí  a Intec  como decano y de Intec   a Unibe como vicerrector.

En todo proceso de espera hay un depender  de las situaciones y de la decisión de otras personas.   Como desde la adolescencia soy independiente por razones de historia de vida, se me hace mas difícil este simple hecho  de esperar; además de que mi otro proceso de aprendizaje es el de combatir la poca humildad que me caracteriza, la cual  trato de enmendar, pero ese es otro tema futuro a desarrollar, así pues,  dejémoslo ahí.

El tiempo pasa, y ya son mas de nueve  meses en este  esperar,  aunque dedico mi tiempo libre a ser útil a los demás, al menos pienso  que lo soy,  y dado mi disponibilidad de tiempo me da flexibilidad en hacerlo. AFSDOM se ha beneficiado de ello por el momento,  ya que es una labor voluntaria y yo me he beneficiado de la  compañía de los miembros voluntarios y más aun del staff de esta gran institución. La familia inmediata y la extendida también ha recibido de mí y yo de ellos, pues es así, se da y se recibe.

No obstante, este periodo de aprendizaje se me hace largo cada vez mas largo, pero siempre sucede lo mejor aunque uno no lo perciba así en el momento histórico en que lo esta' viviendo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario