Casi todos
los educadores buscamos contribuir a la
formación de un ser humano integral, un ser que pueda potencializarse al máximo por si
mismo.
Laboramos por su éxito personal como persona,
como profesional, a nivel académico, y como ente social productivo, como ente social en armonía y paz
con su entorno y consigo mismo.
Dentro de la maquinaria educativa es a
nosotros los consejeros escolares a quienes más se les responsabiliza del
alcance de estos logros por parte de
cada uno de nuestros alumnos.
Trabajamos
para que nuestros estudiantes .adquieran
las actitudes, habilidades y destrezas
necesarias y sean personas de bien en su hogar, escuela y comunidad, pensando
en su inserción futura a nivel laboral y social. Trabajamos con los valores,
esa parte espiritual de uno, construyendo la parte humana. Prevenimos posibles
problemas en el camino siempre como guías no como policías,
Soñamos con un
ambiente solidario, de empatía a la problemática de los menos afortunados a
nivel local, nacional y global
Nuestro
trabajo es tanto a nivel grupal e individual, de tu a tu, de compañero de viaje
en la vida de ese otro ser frente a uno, nunca de conducir a los mismos,
respetando su individualidad, buscando su desarrollo a una autonomía en
progreso constante, por ser todos nosotros productos no acabados.
Buscamos el que todos vivamos dentro de un marco de convivencia pacífica donde reine el
respeto y la tolerancia, respeto a la diversidad. De ahí el trabajo en el
manejo de conflictos y en la toma de decisiones libre e independientemente.
Valorando la criticidad y la creatividad y colaborando con la autoestima de todos los que nos rodean.
Aprendemos,
nosotros los orientadores, que es precisamente en momento de crisis y
dificultades donde somos más útiles, pero también es el momento en que nuestros
estudiantes crecen, se desarrollan, se hacen más mujeres y hombres, más
responsables. Somos enemigos de las sanciones y quizás por eso somos llamados
como consejeros ante un conflicto disciplinario, pero no nos hacen partícipe de
las decisiones al respecto, al igual que no nos suelen llamar a opinar sobre
aspectos administrativos; no obstante,
cuando la dirección de la escuela se ausenta, nos dejan a nosotros “la papa
caliente”.
Nuestra
labor como orientadores coincide plenamente con la misión de AFS como
organización educativa dentro de un marco de aprendizaje intercultural donde la
Educación es experiencial, no se crea, no se adquiere, se basa en la propia
experiencia de la persona.
A veces se
nos olvida que cada hogar tiene su cultura propia y la mezcla de estudiantes de
distintos hogares, zonas y regiones nos obliga a tratar de nosotros mismos de
aprender a cómo lidiar cada caso, cada persona.
El mundo se
achica, y las migraciones son en general nos enfrentan a situaciones no antes
vista donde la necesidad de comunicarnos adecuadamente es primordial para
entender y hacernos entender.
Comprender a los otros sin caer en estereotipos
adecuándonos a cada estilo de comunicación.
Trabajando, quizás no del todo
conscientes, y edificando un ambiente de
convivencia de ciudadanos globales.
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