miércoles, 11 de noviembre de 2015

Sobre los consejeros escolares. # 221

Casi todos los educadores  buscamos contribuir a la formación de un ser humano integral, un   ser que pueda potencializarse al máximo por si mismo.

 Laboramos por su éxito personal como persona, como profesional, a nivel académico, y  como ente social  productivo, como ente social en armonía y paz con su entorno y consigo mismo.

 Dentro de la maquinaria educativa es a nosotros los consejeros escolares a quienes más se les responsabiliza del alcance de  estos logros por parte de cada uno de nuestros alumnos.

Trabajamos para que nuestros estudiantes .adquieran las actitudes,  habilidades y destrezas necesarias y sean personas de bien en su hogar, escuela y comunidad, pensando en su inserción futura a nivel laboral y social. Trabajamos con los valores, esa parte espiritual de uno, construyendo la parte humana. Prevenimos posibles problemas en el camino siempre como guías no como policías, 

Soñamos con un ambiente solidario, de empatía a la problemática de los menos afortunados a nivel local, nacional y global

Nuestro trabajo es tanto a nivel grupal e individual, de tu a tu, de compañero de viaje en la vida de ese otro ser frente a uno, nunca de conducir a los mismos, respetando su individualidad, buscando su desarrollo a una autonomía en progreso constante, por ser todos nosotros  productos no acabados.

Buscamos el que todos vivamos dentro de un marco de convivencia pacífica donde reine el respeto y la tolerancia, respeto a la diversidad. De ahí el trabajo en el manejo de conflictos y en la toma de decisiones libre e independientemente. Valorando la criticidad y la creatividad y colaborando con  la autoestima de todos los que nos rodean.

Aprendemos, nosotros los orientadores, que es precisamente en momento de crisis y dificultades donde somos más útiles, pero también es el momento en que nuestros estudiantes crecen, se desarrollan, se hacen más mujeres y hombres, más responsables. Somos enemigos de las sanciones y quizás por eso somos llamados como consejeros ante un conflicto disciplinario, pero no nos hacen partícipe de las decisiones al respecto, al igual que no nos suelen llamar a opinar sobre aspectos administrativos;  no obstante, cuando la dirección de la escuela se ausenta, nos dejan a nosotros “la papa caliente”.

Nuestra labor como orientadores coincide plenamente con la misión de AFS como organización educativa dentro de un marco de aprendizaje intercultural donde la Educación es experiencial, no se crea, no se adquiere, se basa en la propia experiencia de la persona.

A veces se nos olvida que cada hogar tiene su cultura propia y la mezcla de estudiantes de distintos hogares, zonas y regiones nos obliga a tratar de nosotros mismos de aprender a cómo lidiar cada caso, cada persona.


El mundo se achica, y las migraciones son en general nos enfrentan a situaciones no antes vista donde la necesidad de comunicarnos adecuadamente es primordial para entender y hacernos entender. 

Comprender a los otros sin caer en estereotipos adecuándonos a cada estilo de comunicación. 

Trabajando, quizás no del todo conscientes, y  edificando un ambiente de convivencia de ciudadanos globales.

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