martes, 15 de marzo de 2011

Ytalia Josefina

Así le decían sus amigas del colegio o solo Italia. Yo le digo, Gorda. Nació un 16 de marzo de 1952 en Licey al Medio, Santiago. Me burlaba porque en algún papel dice que en”La Cruz de María Francisca” fue que nació.

Ella siempre se sintió identificada con  Santiago de los Caballeros, con Las Aguilas Cibaeñas, con las empanadas de catebia, con los quipes de Bader, con el Monumento y Los Pepines. Estaba orgullosa de haber estudiado en la “Anexa”, Colegio Salvador Cucurullo en la calle del Sol y luego en el Sagrado Corazón de Jesús  y de ahí a Madre y Maestra.  Siempre con honores, con su  beca. Terminó la carrera de  Educación antes de tiempo y se encargó de coger todos los créditos extras que en aquel entonces se podía en Filosofía y Psicología. Profesionalmente fue  Profesora de Español  toda su vida.

La conocí una mañana entrando a La Salle cuando  fue en su carrito blanco buscando entrada para su hermana Farah, ahí se topó conmigo y  la orienté.  Pasaron años cuando la volví a ver en el aula recibiendo clases de inglés, yo de profesor.  La convencí a trabajar en el Centro Educativo Santiago, luego en el Centro Integral de Educación Técnica, CIET  y por último en  La Salle de Santiago. También en veranos con los cursos de español para religiosos organizados por Cañizares. De ahí surgió nuestra amistad.

Vino a Santo Domingo a trabajar con Frank Moya y luego con Nelson Franco  (tío Nelson decía), en Franco y Acra Corredores; esta fue su primera y única experiencia no educativa. Aprendió un mundo diferente y pronto era encargada de departamento.

En diciembre del 80 nos casamos.  Antes tuve que conocer a la abuela, Mama Adela Rodríguez Ruiz viuda  Ceballos.  Era la primera nieta .Pienso que el ser los dos RUIZ ayudó a su visto bueno.

 Salía de Franco Acra hacia Intec  a dar clases de Español con el apoyo de Doña Ligia Ramírez de Tena y Maritza Florentino. Dámaso Bello la ayudó inicialmente  a pasar al mundo universitario. Fue necesario  no poner su nombre en los cursos que ella iba a dar clases porque se llenaban de una vez. Siempre trató de ser mejor y dar de lo mejor de sí. De INTEC  solíamos ir  cerca  de las 10 de la noche a casa de Tommy  y Mayra de Abraham  a tomar un café, conversar;  luego a dormir para empezar de nuevo a las seis de la mañana.

Haciendo una maestría en Psicología Educativa se le ocurrió crear un colegio,  Senderos. Y así se hizo.

Decir que entre ella y yo  no hubo “ni un si un no” seria decir mentira. Somos  diferentes y con el tiempo cada uno dió, cedió y se hizo una mutual difícil de saber quién era quién. Ella era la realista, yo el iluso; ella era conservadora, yo revolucionario; era tradicional católica y yo nunca he sido tradicional en nada; le gustaba la música en español a mí la norteamericana; le gustaba la poesía a mí para nada; le gustaba el ballet, yo aún no lo entiendo; le gustaban las  películas románticas y a mi  imposible; odiaba la violencia en la TV y a mi encantaba; no soportaba que yo cambiase el canal que veíamos mientras ponían anuncios, yo no soporto los anuncios repetitivos y estúpidos;  soñadora de día, yo ni de noche; y así fue, pero terminé viendo novelas brasileñas, yendo a ver artistas en escena, el PUMA fue el primero,  a conocer de  farándula, a ser más ella.  Supongo que también ella tuvo más de mí como los gustos en la comida, mi gringismo y mi isla bella. Asi como el hecho de lidiar  a mi mamá quien vivía con nosotros y de la cual aprendió  platos y gustos yucatecos así como los habaneros.

Cuidó de mi, mi apariencia, mi escritura, revisaba mis discursos,  Era detallista, yo lo soy, pero nunca como ella. Sumamente perfeccionista hasta para la mesa del diario vivir, yo menos. Se acostumbró a enseñar y todo los que le rodeaban aprendieron.

Le preocupó siempre y  mucho, su familia, sus padres, su hermana y luego sus sobrinos. No dejó de  buscar la unidad de la familia, los eventos, las reuniones.  Era muy importante para ella que sus primos se reunieran y se preocupaba  por cada uno de ellos; sobre todo de su rendimiento académico, el continuar los estudios. El progreso intelectual.

Le gustaba leer novelas, revistas de modas, los periódicos, las recetas de cocina,  muñequitos; se ufanaba que aprendió a leer sola con los muñequitos, sus padres lo descubrieron por casualidad que ya ella leía.    Fiel a Nuria, luego a Alicia Ortega y ya al final a Mama Sarita, día y noche.

Ella inició la reunión de amigos  que luego quedó como grupo donde ella era el centro con Expedi  y Ana Pou, Gunther Vallejo e Iveliise Mejía, José Ovalle y Mayra Jorge.  Alrededor de estos se fueron tejiendo otros que entraban y salían.  Hilcia y José Ferrúa llegaron a ser parte de la familia.

Trató de buscar la unidad de los educadores de Madre y Maestra en Santo Domingo que fungíamos como directores  o posición de liderazgo como  Carmen Rosa Sahdalá, Grisel del Rosario, Mu kien Sang, Michel Morel, Erika Almonte, Martha Beato, Rosalina Perdomo,  entre otros.

Tuvo amigos únicos como Leonel Lirio. Sus amigas de infancia y adolescencia como Amelia Pellerano, Muyien Sang, Ana Pieter. Amigos incondicionales como Ricardo Molast. Las ·muchachas” de las reuniones de los miércoles o los jueves de donde ella regresaba a la casa renovada  como  Jacqueline, Nora, Lucia, Rosa Rita…  Intimidad con Iván Balcácer al punto de que tenían los mismos gustos por las “matas de viejas”. Ella había heredado el gusto por los jardines de Doña Nana, su mamá.

Ita, como algunos le  decían, era sumamente sociable, yo no tanto, le hacía coro, pero  no más de ahí. Le gustaba bailar y yo?... ya saben.

Tenía sus alumnos preferidos, como todos nosotros, Crystal, Mariela, las Cuello, Ellembogen, Juan José, Bernardita Alba, Mariam Matías, Miguel Eduardo para solo mencionar los que vienen a mi mente.  Otros ella consideraba que eran más míos.  Y sus profesores preferidos, pero nunca como Ana María Moya y luego Fernando Félix. Tenía hijas postizas como Carmen Rita, y su ahijado idolatrado, Aldo, su príncipe.

También hizo amistad con madre de alumnos y siempre nombraba a Doña Chiqui la mama’ de Fernando Delgado y a Sonia la mama’ de Miguel Eduardo y Jaime Alfredo.

Adoraba a su hijo como lo más preciado, con el celo de madre. Siempre le pidió más, y siempre más. Lloraba y sufría en silencio su lejanía a medida que crecía, y añoraba los tiempos  en que éramos tres todo el tiempo y en todo lugar.

Amó con locura a Toby, como nunca ella pensó que iba a amar a un perro, no, su niño más pequeño. El era su compañero constante y fiel, ella decía que su confidente, porque podía hablar con él cuando quisiese y eso si le gustaba, hablar, máxime si era por teléfono. También decía que el sólo escuchaba y no le respondía mal ni se iba, solo escuchaba atento, hasta levantaba las orejas para oírla. Luego vino Tom y ya aprendía a escucharla.

Ahora  que estoy más en la casa entiendo porque ella tenia días que quería salir de la  casa de una vez que yo llegaba, no  aguantaba más estar trancada  y yo jarto de estar afuera,  loco por mi cama; ahora entiendo que había otros días que no había quien la hiciera salir, cambiarse, para qué, si su casa era lo mejor;  ahora la entiendo, como siempre un poco  tarde.

A veces yo solo con Tom digo expresiones, exclamaciones, suspiros que  me oigo a mí mismo y es como si la oyera a ella decirlo, la estoy repitiendo. A veces le digo a Tom, como dice tu mamá y tal cosa. Sin darme cuenta la estoy repitiendo. Trato de poner la mesa como ella lo hubiese hecho, sin darme cuenta.

Cuando se fue no lo entendí, no lo acepté,  hoy pienso que fue  lo mejor que le pudo pasar. Sufrió demasiado, aguantó demasiado, nadie  sabe cuánto, quizás solo yo. Le digo que hizo bien en irse, lo que no estuvo bien fue que me dejase. Cosas que pasan por la cabeza.  Aún duermo del  lado de siempre,  aún no he invadido su lado. Aún hablo con ella y me despido de ella, aún le pregunto qué debo hacer, aún…  Ella no pensó que iba a ser así; ella me decía  que cuando se fuese  yo iba a estar libre como el viento, y disfrutar de ello,  puede que sea verdad, pero salgo con mi aro puesto.

Cuando escribí el otro día sobre las mujeres, realmente estaba tratando de retratarla.

No sé que hubiese dicho de su nieto, que hubiese hecho. A veces trato de imaginarme, pero no sé. Cada 16 es un mes más, este 16 no es solo un mes más es un año más.

Solíamos celebrar nuestro cumpleaños juntos, pues son casi el uno al lado del otro, ¿este año?  Este año todo cambio’. 

5 comentarios:

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  2. Sabia que hoy escribirias de ella, manana es su primer no-cumpleanos (como Alicia en el Pais de las Maravillas).
    La describes a la perfeccion, tan asi, que sabia que era perfeccionista, pero a que grado!
    Que descase en paz Italia, italiana, donde quiera que este.
    Sabrina

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  3. Siempre la recuerdo, cuando estabamos en el colegio, siempre era una lder en todo, y con ese don de enseñanza que tenia.

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