viernes, 24 de febrero de 2012

La puntualidad se aprende






Si bien es verdad como plantea Piaget de que solo llegamos a conocer a cabalidad el concepto tiempo y espacio alrededor de los diez años, quinto curso de básica; el actuar puntual futuro, va a depender de lo que él o ella haya aprendido como un hábito, repetitivo en el seno familiar.

El hábito de la puntualidad, del orden y la organización que van conjuntamente con la puntualidad se van aquilatando desde que uno nace. La puntualidad es una cuestión de educación doméstica.

La puntualidad es una actitud que se adquiere en los primeros años de vida y es la familia la responsable de esta disciplina al tener normas claras, horarios, organización desde que el niñ@ nace.

La impuntualidad afecta la vida de todos los que rodean a uno, pues automáticamente todo lo que seguía cambia de horario y los que llegaron a tiempo tienen que esperar sintiendo que su derecho ha sido violado, su tiempo no ha sido respetado. Se comete una falta de respeto llegando fuera de hora.

El tiempo y su recorrer es subjetivo. El no hacer nada nos hace que el tiempo luzca que corre como la miel, mas si estamos ocupados, atareados, motivados, podría lucir que nos hipnotizaron y pararon el tiempo. El ejemplo de la relatividad de Einstein en la que la persona está sentada sobre una hornilla caliente, es ejemplar.

Al nacer vamos lentamente ajustándonos al “momento” o “tiempo” de nuestros padres. Ellos nos van llevando a dormir más de noche y estar más despiertos de día. Nos confeccionan un horario de 6 am a 8 pm, donde solemos despertarnos con hambre y nos acostamos con el estomago lleno normalmente de leche con o sin cereal..

Dentro de este horario se va haciendo el hábito, nos enmarcan la hora del almuerzo, la merienda normalmente con frutas y la cena. Otro elemento es habituarnos a una hora de baño, ya sea a media mañana, al acostarse o ambos.

Ese horario se va cumpliendo ordenadamente con plena organización habitual familiar. Parte de todo este proceso será el hacer nuestras necesidades físicas a una hora habitual y lugar para ello que no sea el pañal.

Si los padres fallan en este horario, el hábito no se da, se pierde todo el proceso con su repercusión futura al ser adolescente, adulto.

Después de aprendido, ya es continuar con nuestras actividades sin saber leer el reloj, pero hay un reloj interno que nos despierta, nos adormece y nos pide comer, ese reloj nos dice que ya es hora de...

Desde la infancia debe establecerse normas y costumbres que establezcan un horario para cada actividad familiar.  El vivir en una comunidad ordenada es realmente  más agradable.

Al crecer en la niñez nada suele cambiar., aunque nos percatamos que los sábados y domingos nos cambian las normas, son más suaves, pero hay cosas que no son diferentes como comer, bañarse y dormir. Nos dicen que estamos de fin de semana o de vacaciones.

Como radar vamos captando las acciones de los que nos rodean y entre esto está el corre corre para salir de la casa sin desayunar o dejar todo para última hora. Aquilatamos que nuestra familia suele llegar antes que los demás, junto a los demás o de ultimo y así imitamos al crecer.

La puntualidad conlleva ser disciplinado, ser ordenado, ser responsable y por tanto ser eficiente. Lo contrario es ser irresponsable, perezoso, desordenado, ineficaz, olvido, desconocer el uso de un reloj, de una alarma ya sea en su celular u ordenador o en el propio reloj. Recordemos que los ordenadores y los celulares entre sus funciones es dar la hora exactamente. Si los padres no practican la puntualidad, será imposible que los hijos la aprendan.

La puntualidad, como ya dijimos, está relacionada con otras virtudes y valores humanos como el orden, la responsabilidad, la precisión, la exactitud.. La formalidad puntual versus la informalidad, la impuntualidad, el desorden, la inexactitud, dejadez, negligencia, indolencia, desidia.

Parte de la Educación Familiar está el trabajar en orientar sobre el orden, la organización, previsión; buscar el método más adecuado para lograr que la puntualidad se haga una costumbre. De esta forma, la educación para los hijos será más natural y directa porque el ejemplo es lo que realmente hace la diferencia. Los hijos, a su vez, tienen maneras desde pequeños de ser puntuales en sus acciones, levantándose "a la primera" a tiempo, con un despertador o con ayuda de un adulto, tener su ropa lista y útiles desde una noche antes, estar listo para desayunar y hacerlo, llegar temprano a la escuela, hacer sus deberes de la escuela, bañarse, estar a la mesa con su familia, llegar a tiempo a sus citas en actividades extracurriculares y reuniones con sus amigos. Terminar el día acostándose a la hora acordada.

Los padres deben practicar la virtud y el sacrificio de ser ellos los primeros en ser puntuales, dando ejemplo de vida. Si los hijos no ven que sus padres son puntuales ellos tampoco lo serán. Los padres, en primer lugar, deben dar ejemplo de cómo vivir la puntualidad: al levantarse y estar listos a tiempo, al llevar una agenda, tener las comidas listas, llevar a los niños temprano a la escuela, llegar a tiempo al trabajo, no retrasarse en llegar a la casa o recoger a los niños, llegar a las citas...

Ya en la escuela si los hijos llegan tarde,  la responsabilidad real reside en los padres o tutores. Pero dentro de la escuela hay horarios de clase, recreo, de exámenes, de entrega  de deberes y entonces ahí la escuela debe reforzar la puntualidad, no premiar la irresponsabilidad y dar un mensaje claro del valor de ser puntual. Trabajo entregado  tarde afecta  la entrega a tiempo de los resultados de evaluación a la dirección de la escuela y ésta a su vez a la entrega a los padres; todo por un irresponsable tardío. 

Son nueve o diez años de entrenamiento para poder ser puntuales, organizados y ordenados, de ahí nace la disciplina, el hábito de estudio, el dormir el tiempo necesario, digestiones normales por alimentación adecuada y a su hora evitando gases; la mente organizada y ordenada, la limpieza en las acciones porque no se hacen al ultimo momento. Son nueve o diez años de Educar en la familia, de educación doméstica para ver los frutos a largo plazo. Para cosechar hay que sembrar.


sábado, 18 de febrero de 2012

Envejecer

El envejecer tiene sus cosas. Entiendes más y entiendes menos, una contradicción continua.

Tienes más capacidad de comprensión y de aquilatar las cosas, pero no soportas la falta de responsabilidad, respeto, puntualidad, egoísmo extremo. No soportas, porque no lo entiendes. En cambio, por experiencia acumulada, te es más fácil entender otras cosas, vivencias de otros, situaciones de otros. por alguna razón los griegos daban por entendido que los mayores eran los sabios, los del senado, los que debían gobernar.

A lo largo de los tiempos en la historia vemos que suele haber un Concejo conformado de personas mayores (the elderlies) en edad y por tanto, en conocimientos y experiencias que servían al gobernante como asesores, consejeros.
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Envejecer es poder ver el hoy con la experiencia acumulada, con la limitación de tener pocas habilidades para asumir los nuevos cambios que en los últimos años son mucho más rápidos gracias a los avances tecnológicos, donde surgen “aparatos” por todo lo alto y ya a los tres meses están caducos y sale otra versión, la 8, 9 , S,T,U. Cuando ya estamos habituándonos, lo mejoran y lo “complican” un poco. Limitado en habilidades, pero con posibilidades de adaptarse a los cambios aunque ciertamente más lentamente que otros más jóvenes, pero la meta es alcansable.

Envejecer es darse cuenta de que no usas el twitter porque no hay mucho que decir y menos que te sigan o controlen. Los BB te ponen nerviosos sonando a cada segundo y uno no sabe que si lo que te han enviado es urgente, si es bueno, malo o importante o una"caballa". El kindle o el ipad ya es otra cosa, pues nos ayuda a leer con facilidad en todo tiempo y lugar.

Envejecer es darse cuanta que estás en análogo y los demás están en digital HD, antes era que tus padres estaban en AM y tu en FM, así son los tiempos. Te toca a ti comprender a tus padres, ponerte en sus zapatos.

Envejecer es levantarse en la mañana y luchar con la espalda, con los ánimos, con la motivación, con la vida en si. Parte del despertarse es no olvidarse de todas las pastillas como los de la presión, el azúcar, los huesos, la artritis, la...

Envejecer es darse cuenta de que estas más cerca de allá que de acá. Del allá del pasado y del allá del más Allá. Pero aprendes a vivir más el hoy, el aquí, el ahora; a saborear los instantes que te da la vida, a ser más permisivo, más tolerante, más humano. Añoras los segundos de estar con otros, re encontrarte con tus amistades y familiares. Aprendes a escuchar el silencio y gozar del mismo.

Envejecer es encorvarse, estar más cerca del piso que antes, y más cerca del cielo, que antes también. Es poder observar los detalles a nuestros pies y a su vez el horizonte que se nos presenta por delante

Envejecer es ver limitaciones que antes no veías o no existían??? Darte cuenta de que ya no todo lo puedes comer, o al menos en las cantidades de antes y lo mismo decimos del beber. Hay quien no toma agua después de las 7 p.m. para evitar tener que levantarse en la madrugada, ah, esa es otra, la levantadera de madrugada. A las mujeres les va peor en eso, hay quien decide usar pañales de adultos para poder seguir durmiendo toda la noche.


Parte del todo es olvidarse. Salir a hacer "algo", nos llaman  por telefono, atendemos y se nos olvido lo que ibamos a hacer. Salimos a comprar "algo" y al momento de comprar no recordamos que, de ahi el uso de agendas, recordatorios, papelitos se hace mas comun a esta edad.

Envejecer con cordura, salud, agilidad física y mental es una excepción que rompe las reglas; poseer esas cuatro cualidades a pesar de la edad es toda una bendición, por ser la excepción.

A mi me tocó el ser normal, no romper las reglas. Siempre he tratado de no romper reglas, y hoy puede que me arrepienta de eso. Hasta en el envejecer sigo las normas. ¿Cómo es posible que siempre haya sido un liberal de pensamiento y haya vivido como un conformista? !Que contradicción, tan contradicción!

¿Cuándo envejecemos? Eso no lo sé, en un pasado remoto las personas no llegaban a los 40, hasta hace poco uno envejecía a los 50, pero ya los mayores tenemos mas tiempo posible de seguir trabajando y ser útiles a la sociedad; mejor calidad de vida que antes , por lo que el envejecer de hoy estaría en pasados los 60, los 70, los 80, no sé, depende mucho de cada persona y su actividad productiva física y/o mental.


La iglesia catolica le solicita a sus Cardenales renunciar a los 75 años y ya luego  acepta o no la renuncia como sucedio con nuestro cardenal Lopez Rodriguez. Acaban de jubilar a varios jueces y miembros del sistema judicial por haber llegado a los 70. Por lo anterior, puede que por ahi ande la edad en que uno es mas adulto de lo previsto, o mas maduro.

 Que me perdonen mis hijos; los 90, los 80 it s too much, maybe 75 it´s quite enough to stay around here, don t you think?

Dios sigue siendo nuestro pastor, espero que El sepa lo que hace especialmente conmigo. Seguimos haciendo caminos.


El envejecimiento se ha definido como un proceso de deterioro donde se suman todos los cambios que se dan con el tiempo en un organismo y que conducen a alteraciones funcionales y a la muerte. Estos cambios en el orden morfológico, psicológico, funcional y bioquímico se caracterizan por una pérdida progresiva en el tiempo de la capacidad de adaptación y la capacidad de reserva del organismo, que produce un aumento progresivo de la vulnerabilidad ante situaciones de estrés y finalmente la muerte. Se ha definido por tanto, primero como una etapa de la vida y posteriormente como un proceso de deterioro por suma de déficit con el paso de los años.
En último término, en el organismo el envejecimiento es conocido como un deterioro progresivo de los procesos fisiológicos, necesarios para mantener constante el "medio interno". La muerte es el final de este proceso que no permite mantener este equilibrio que se llama hemostasis.”



Ver:







viernes, 10 de febrero de 2012

Sin autoridad

Somos un país sin educación doméstica. En el fondo es que no hay una figura de autoridad aceptada a nivel familiar. Como parte del desarrollo humano para vivir en sociedad está el aceptar la autoridad, si no aprendemos de niños a reconocer una autoridad y asimilarla, luego nos es casi imposible el crecer, entendiendo, que hay o se debe uno ajustar a las reglas de la sociedad para poder convivir en paz.

El gran problema es que a veces en el hogar ésto no está definido. El padre no existe, la madre no está presente por razones de trabajo, o hay más de un hombre en la vida de la madre, pero ninguno asume el role de autoridad, no digo poder, sino autoridad.

Todos al llegar a la esquina de la calle vemos el letrero de PARE y lo leemos, pero sin efecto alguno. Por su forma sabemos que tenemos que detenernos, PARE, pero no lo hacemos, solemos disminuir la velocidad, si acaso, y empezamos a forzar nuestro cruzar la calle o avenida. El letrero no tiene asidero en nuestra mente de que esta allí para cumplir una función de prevenir un choque y normatizar la vida vehicular. No reconocemos la autoridad implícita que el letrero tiene de por si, ni la autoridad de quien lo instaló.

¿Por qué sucede esto? Porque damos como bueno y válido que el autobus grande tiene más poder de pasar la esquina que la voladora más pequeña en tamaño, y ésta sobre la yeepeta y ésta a su vez o cualquier otra forma vehicular . El grande gana a la fuerza. No obstante, los grandes ganadores son los motores, los cuales   van zigzagueando metiéndose entre los autos, subiéndose en las aceras, toqueteando los carros con su cajones de delivery, tropezando con todos los retrovisores a su paso y llevándose de encuentro al peatón que se le cruce. Esto se aplica a motores civiles y no civiles.

Los motoristas saben leer y cuando el letrero dice que en el elevado no debe ser usado por motoristas, ellos se meten, pues en su fuero interno está claro que nadie los va a agarrar, nadie los va a apresar, nadie les va a decir algo si ellos son más ágiles y veloces. Por supuesto, a la hora de perder, son los motoristas los que más pierden: brazo, pierna, cabeza, vida

Sucede porque hemos aprendido con el ejemplo que la placa oficial tiene más poder que la no oficial, y si chocas con un camión de la basura o ella te da, ¿quién paga? ¿El Ayuntamiento? Hemos aprendido que el conductor con uniforme militar puede más que el civil y el civil que es militar retirado puede más que el civil- civil.

Hemos aprendido que cualquier funcionario tiene a su servicio un policía en un gran motor que le va abriendo el paso no importa la luz roja, el signo de pare o si es cruzar de calle a avenida, el motor gana; y por supuesto, yo trato de colarme en la fila de carros escoltados y así aprovecharme de ese privilegio momentáneamente, total!! Lo mismo sucede con las ambulancias las cuales usan su sirena para que le abran paso aunque no tengan emergencia alguna ni de ir ni de venir y también las uso como abre caminos, me cuelo y cruzo.

Hemos aprendido que cuando hay un cruce algo entaponado y un auto detrás en la fila suena su sirena, el Amet de una vez empieza a movilizar los autos para que el auto de la sirena pase no importa nada más. De más está decir que yo también quisiera tener una sirena de esas y disfrutar de su efecto mágico.

Por tanto, tenemos el problema de falta de autoridad doméstica y el mal ejemplo publico, sin mencionar  el uso de la tarjetica que me respalde versus el que no la tiene, o el ser hijo de “alguien” y no serlo.

No, no es falta de educación, es no darnos cuenta que ante la ley todos somos iguales y debemos ser tratados igualmente. Es parte de nuestro vivir diario, hasta para conseguir un trabajo siempre buscamos si "alguien" conoce a "alguien" que nos dé una mano e influya. Si es para conseguir que nos paguen un trabajo ya entregado hacemos lo mismo, máxime si es del gobierno, no he dicho Estado que es lo correcto.

Todos leemos el cartel NO ESTACIONE, pero no significa nada aunque la calle se entapone porque yo me paré precisamente ahí y se supone que sólo haya parqueos de un solo lado de la calle no de los dos, pues eso evita que se transite con fluidez. Pensamos que quién me va a quitar el carro de ahí? Quién me va a poner una multa y si me la ponen, de aquí a que yo la pague...

No es que no sepamos leer, ni es por ignorancia que nos paramos mal, es porque no reconocemos la autoridad que ese cartel tiene porque en el fondo nadie le da autoridad al cartel en si, las mismas autoridades lo ignoran. La Policía de Tránsito Especializada, AMET,   ve y no dice nada.

Si ando  en un motor sé que tengo que llevar el casco, no colgado a un lado, sino puesto, protegiendo la cabeza, pero  si tengo pasajero detrás éste siempre va sin casco, no hay dos cascos, a penas uno. Pero ese día el AMET no tiene instrucciones de detener los motores y le pasan por al lado y ni pestaña. A propósito, se han dado cuenta que en la ciudad de Higuey donde hay motorista como enjambre de avispas, que salen de todas partes, prácticamente nadie tiene casco y casi ningún motor tiene placa, por lo que me cuestiono si alguno de los motoristas tendrá licencia. ¿Y la autoridad de tránsito en esa ciudad?

No es que yo no sepa que no debo detenerme en el semáforo sobre las lineas blancas que son para los peatones cruzar, es que hemos aprendido que el peatón no es gente, el auto está primero que el peatón y el agente de tránsito opina igual, primero le da el paso al auto y al otro auto, y al otro auto y ya de ultimo, si acaso lo ve, al peatón.

No insistamos que es fata de educación escolar, es falta de capacidad de convivir en sociedad . Es un problema que viene del hogar, un mal doméstico, el de reconocer y aceptar la autoridad. A su vez las Autoridades debiesen tener presente que no deben hacer uso inadecuado de su autoridad, poder que nosotros se la hemos delegado, pues es nuestra como pueblo. Deben no olvidar que su función dentro de la sociedad no es crear privilegios, sino luchar por la igualdad de condiciones y respetar y hacer respetar lo que está escrito.






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viernes, 3 de febrero de 2012

La otra cara del "mañana"

El escrito anterior sobre el mañana trajo sus opiniones de amigos casi familia que enriquecen a uno con sus comentarios. Suelo decir que a una verdad otra se enfrenta y del choque de ambas, nace una tercera verdad o idea.

A veces cuando escribimos damos una visión de la moneda y no podemos en ese momento fijarnos en la otra cara. Debemos detenernos, tomar la moneda, tornarla para fijarnos en ella, detallarla y luego escribir lo que uno capta con sus propias limitaciones sensoriales.

Sin mencionar nombres, pues no tengo permiso para ello, he aquí uno de los comentarios:

Estoy en bastante desacuerdo con muchas de esas ideas, ni digamos con muchas de las proyecciones del futuro.
Estoy en desacuerdo con ese negativismo, con la desconfianza implícita de que el hombre moderno no sabrá manejarse en vez de la visión de que el hombre hallará las formas de vivir, y vivir mejor, y de que los puestos de trabajo actuales no serán substituidos por trabajos generados precisamente por nuevas formas de vida, nuevas tecnologías. Hay un tono negativo permeando todo el artículo que no creo real. La historia de la humanidad niega esa visión. Lo que no conocemos no va a ser necesariamente malo o menos bueno que lo de hoy en día. Creo en el hombre, que acaba muriendo, eso sí, pero que en el transcurso de la vida es capaz de más actos buenos que malos. Sin la menor duda.”

Una segunda opinión se parece a la primera en cuanto a la creencia en la capacidad del hombre de adaptarse, yo diría de su inteligencia de tomar y dejar para seguir evolucionando.

Yo creo que esa pregunta del mañana se la ha presentado cada generación antes de la nuestra.
Que es preocupante? Sí lo es. Infortunadamente, o afortunadamente no lo veremos nosotros, pero el hombre se va adaptando a sus circunstancias. Unos serán creativos con lo que se le presente otros pasarán trabajo, la mayoría.

Darwin's Theory, the survival of the fittest, comes to mind."

Y una tercera y ultima opinión escogida nos dice:

Estás en lo cierto. El mañana es incierto, impredecible,enigmático,misterioso, mutante... Los cambios que tu mencionas tal vez no sean ni semejanza de lo que puede pasar. El curso del universo es tan intrincado y majestuoso que las leyes físicas llegan a un punto en que parecen contradecirse con las nuevas teorías que de ellas mismas emanan; parecería como si todo se transformara de repente y se convirtiera en un mundo de otra dimensión. Los pronósticos de la física cuántica tienen a los científicos haciéndose preguntas que ellos todavía ni entienden. Así esta el mañana: lleno de incógnitas que se convierten en esperanzas para los que tienen fe. Esperemos.”

Pienso que en el fondo hay un elemento común: confianza en el hombre, en su potencialidad, su capacidad de crecer y reinventarse.

El futuro sigo pensando que no es “cascarita de coco” y los hijos de nuestros hijos que se formen, se eduquen, se preparen con creatividad, criticidad y autonomía acorde a lo que el mañana pide y exige, saldrán a flote con éxito.


 Los que decidan el no estudiar, no  prepararse, no ser parte de la nueva tecnología y asuman una posición cómoda y pasiva; es posible que sucumban en el proceso. Predomina la ley del más fuerte, la del más inteligente, la ley del que más logre adaptarse a su medio o adaptar el medio a sus necesidades.

Me voy a atrever a copiarme a mismo en lo que escribí sobre el “2012”:

Tenemos que repensar nuestras vidas, acomodarnos a los cambios que han de venir, estamos viviendo a espaldas de los mismos como si nada hubiese cambiado y no hemos asimilado como nación, que desde el 9-11 todo ha cambiado, ...

Confiemos que en estos días que se celebra un despedir el año existente y esperar este nuevo 2012, ... en estos días de Fiestas en general hagamos un paro y nos preparemos a los cambios, estos pueden ser para mejor, para crecer, pero sigue siendo un cambio.

.. feliz año nuevo con nuestra mente abierta, feliz caminar recordando que son nuestras huellas el camino, no hay camino, el sendero se hace al andar, se recorre al andar quedando a nuestras espaldas la senda que nunca se ha de volver a pisar, sólo estelas en la mar.”

Confío  haber dado vueltas a la moneda, haber complacido a mi hijo Ian que insistió que había que expresar la otra cara, y a mis hermanos que me ayudaron a insistir en lo mismo: creemos en el hombre y su capacidad de ser feliz, en el derecho de  buscar la felicidad individual y colectiva; y en medio de todo, creemos e.n la educación necesaria para llegar ahí, abriendo caminos, andando. Seguimos...en la esquina.