Mis padres se casaron porque se querían. Mi
padre era producto de su época, y mi madre de su cultura, lo que significa que
mi padre no fue perfecto y mi madre fue sumisa, trabajadora, dedicada al hogar
y a su familia como buena yucateca y por supuesto también propia de su época.
No puedo decir que hubo una fidelidad total de
parte de mi padre. Mi madre contaba y contaba y volvía a contar la llamada que recibió
una noche de alguien que le decía que su esposo estaba a su lado acostado y ella
le respondió: “debe ser el esposo de otra porque el mío esta ahora acostado y
durmiendo a mi lado” y le tranco el teléfono. Por eso y sabe Dios por que razones mas,
cuando mi padre llamaba en la tarde-noche para que lo acompañase en alguna
actividad, ella dejaba todo, se arreglaba, se vestía y se iba en un taxi o piquera, como
decimos nosotros, donde el se encontrase. Ella decía: “si no voy
otra puede estar por mi.”
Todo indica que mi padre no era fácil, pero eso
lo puedo decir yo o mi hermana, pero a nadie se le ocurra decirlo, porque
entonces tendremos problemas, piénsenlo, pero no lo repitan, mi padre sigue
siendo lo mejor que me ha ocurrido a mi en esta vida y luego mi madre.
Ya en Miami, un poco pasado de tragos, (no se
como, pues no teníamos ni un chele, ni un céntimo) me topo con el que llegaba a la entrada de donde vivíamos y me cuenta que acababa de llegar a la ciudad
alguien de sexo femenino y me da a
entender lo que no quise comprender; me
puse como un gallo con las alas abiertas y enseñando las espuelas, lo mire a los ojos y le dije: “piénsalo bien,
pero mi mama no se merece eso y menos ahora, decide si entras o te quedas fuera
de la casa” Imagínense, yo un carajo de
la vela con 14 años diciendo eso, el caso es que me miro, bajo la cabeza y
entro; nunca mas se toco el tema, no hizo falta; mama nunca lo supo. Ya luego ellos parten, donde mi hermana, a Chicago y yo a los 15 en edad me quedo solo viviendo en
Miami.
Mi hermana también se caso enamorada. Se le
veía en los ojos brillosos. Y se fue a
Chicago a casarse; ninguno de nosotros
estuvo presente, el inicio del exilio fue muy cruel con todos nosotros, pero se
asumía y para adelante. Ya luego la vida hace cosas, vivir con la suegra no es fácil, y luego mas luego, vivir con la cuñada y la suegra no es nada nada
nada fácil, pero estábamos en el exilio, la economía era más que precaria y
lógicamente, su esposo Nino, acogió en su casa a su hermana y a su madre.
Peor fue cuando nació Alex, el primer
hijo, y todos opinaban como se crían los
hijos ajenos, bueno, yo no, yo solo lo bautice, yo no estaba ahí, fue en el 64
y ya yo venia para Dominicana. Recuerden que yo ando solo por el mundo desde
los 15, quizás comprendan un poco el como yo soy hoy, pues somos fruto del
ayer. No obstante, mi hermana y Nino sobrevivieron,
mas aun cuando se mudaron ya solos para Miami con sus dos hijos después de la muerte de mi papa en el 71.
Por todo lo anterior me cuesta pensar en dos
personas que se unan por conveniencia, por razones económicas, por pactos de
familia, para no estar solos, para dejar la casa y ser más independiente.
Tantas razones actuales que conllevan tener el divorcio ya en la mirilla del
futuro.
Yo me case muy joven, o muy pronto. No tenia
madurez emocional adecuada para dar ese paso, pero lo di. Tenia casi 24 años,
fue en enero y yo cumplo en marzo. A los dos días de casarnos, murió mi padre
por lo que la “luna de miel” se extendió a Chicago a despedir a mi padre y
cerrar el apartamento y mandar a mi mama a Miami con mi tía Georgina; ya ella
luego vendria a estar conmigo o con nosotros en Santiago. No medí la consecuencia de este
hecho, era mi madre, por eso entendí a
Nino.
He
predicado después de mi experiencia que uno debe casarse a los 28 o 29 y la
mujer después de los 25 con cierta diferencia de edad entre ambos, nosotros los
varones seguimos siendo menos adultos que las mujeres. A esa edad a uno le es más
fácil saber lo que quiere en la vida, ha
terminado sus estudios, ha empezado a ejercer la profesión, tiene experiencia
en ella y luego dar el paso; eso,
siempre que uno realmente entienda estar
enamorado, de lo contrario, evitarlo,
posponerlo. “Mas vale solo que mal acompañado”, sigue siendo una verdad.
Ya sea que uno este casado o no, viviendo
juntos, compartiendo hogar, amancebado (como se decía antes), la formula de
convivencia del momento que sea, si desea tener cierto éxito en esa ruleta de
la vida, uno debe ver al otro no como su pareja, no como su esposo o esposa, no
como conyugue, no como marido, sino como “’partner”’, compañero de vida. No
menciono el sexo, no hablo de heterosexualidad u homosexualidad. Hablo de dos
seres humanos juntos .De igual a igual, con respeto mutuo, con fronteras bien
delineadas sin muros y sin cercas. El uno vela por el otro, el uno asume al
otro.
Eso de media naranja, la persona de mis sueños queda para las
novelas. Eso de que el amor cura todo, si no es un amor real de desprendimiento
y sacrificio, queda para las canciones románticas.
En la serie “Elementary”,
Sherlock le dice al capitán de la policía que el problema con su esposa es que el se ha quedado
con el termino matrimonio en la cabeza y se había olvidado que su esposa
realmente es un partner; el capitán reacciona y cambia su visión del problema,
el actuaba como esposo con las concepciones de valor que cada sociedad le da,
no como un ser parte del otro, “part ner”, en términos policiales es un ser del
cual tu seguridad, tu vida depende y es
mutuo, de dos vías..
Partner viene a
ser traducida como compañero, camarada, pero la acepción inglesa es mas que
eso. No es quien acompaña, o es confidente de acciones comunes, sino el que se
hace parte de la vida del otro, sale de si mismo y se entrega manteniendo su
individualidad, su propia libertad.
Quizás
disminuyan los divorcios cuando nos juntemos a una edad mas adecuada según
nuestra madurez emocional, donde exista el amor y la amistad de por medio desde
sus inicios y veamos a la otra persona como un compañero de vida, de camino; capaces de construir
el camino por andar los dos
juntos. Partners.
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