Hablaba la otra noche con unos amigos y salió a
relucir el término "Dama", qué concepto se esconde detrás de estas cuatro letras.
En inglés se traduce por “Lady” que suele ser parte de un “prefijo” antes del
nombre en Inglaterra para determinar que tal persona del sexo femenino es de la realeza, es parte de la realeza por
herencia o por decreto real. En francés Dame que por uso pasa a ser Madame (mi
dama), no tiene la importancia real como
entre los británicos y pienso que no tiene el mismo trasfondo conceptual que en
el castellano, Dama.
Es más fácil mencionar un nombre y decir fulana
es una dama, que el dar una descripción
de dicho titulo. Por ejemplo, Madonna, JLO, no merecerían ese atributo. Angelina
Jolie a pesar de su altura, esbeltez y ser embajadora de la ONU tampoco. En
cambio, una Carolina Herrera…
No es un asunto de tamaño, figura física, color
de ojos o tez, es cuestión de presencia.
Esa presencia que hace que todos bajemos la voz, esa actitud al caminar y al
andar que uno piensa que es sobre nubes que anda, ese ademán de su cabeza
altiva sin generar sensación de altivez, esa elegancia, no importa lo que tenga puesto,
aunque sea solo una cinta en el cabello y más nada. Es un don genético y
educado, criado, cultivado.
Ese don de mando dentro de una muralla de
humildad y atracción energética o espiritual. Es el susurro echo mandato, es la
mirada sonsacadora y rastreadora de tu ser sin que percibas sus ojos en ti; es
como estar entre un grupo no siendo del grupo, pero sin dejar de serlo.
No hay voz alterada, no hay ademán fuera de
lugar sin ensayo alguno, no hay gesto que indique alteración del ánimo, pero sabemos sin saber
cómo, por telepatía trasmitida por ella, de que algo no gustó y la alteró
íntimamente, mas sin embargo, uno recibe las ondas de que ha habido una
alteración, solo ondas, ningún movimiento o gesto.
En ella no hay señal de doblez, ni de estar
preparada a ceder ni un paso atrás, solo si la diplomacia del momento lo exige,
para luego ella dar dos pasos hacia delante
ganando terreno, no solo el “perdido” momentáneamente, sin uno
haberse percatado de su estrategia hasta
que ya es tarde para cualquier reacción. Todo es manejado con guantes de seda.
La dama es toda una mujer en el sentido de la
palabra, mas sin embargo, su compañero de vida puede verse empequeñecido ante
su presencia y hasta pensemos en nuestros adentros que muchas decisiones
tomadas por él, fue ella quien se las susurró en la alcoba, nunca en público. Y
somos tan atrevidos en nuestro pensar que llegamos a suponer que si él evitó un
desastre cualquiera que fuese, en definitiva se debió a que en la alcoba, ella
le hizo ver el camino a tomar.
Una dama es independiente, autónoma, es ella
misma, no importa donde esté o con quien esté. Tiene luz propia, tanta, que en
ocasiones otros son vistos gracias a su luz.
Me encantó.
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