miércoles, 21 de agosto de 2013

Embarazo a destiempo.

Nosotros los Padres y la Hija Embarazada a Tiempo

Primera impresión: Depresión, angustia, furia, desaliento, lágrimas calladas, ilusión muerta.

Segunda reacción: Depende del padre, su formación, su carácter, su empatía con la hija, el tiempo dedicado a ella en un pasado; puede ser muestra de rechazo y salida de la casa sin amparo o de tratar de entender, comprender la situación. 

¿Quiénes pueden quedar en estado a temprana edad fuera del matrimonio?

Todas evidentemente pero, sorprendentemente, son las jóvenes más ingenuas, inesperadas, aquellas de las cuales uno nunca pensaría que caerían en la "tentación", pues las que mucho hablan y  mucho hacen; están preparadas o exigen que el varón se prepare.

Las dulces, tímidas, aquellas a quienes los profesores quieren por su responsabilidad, dedicación y honestidad: esas suelen ser las que de pronto por un desliz quedan con un problema en su vientre. Dada su responsabilidad lo acogen y no buscan evitarlo. Dado su honestidad y serenidad enfrentan solas o  acompañadas su situación.

¿Por qué lo hacen? Por amor, por sentirse amadas, y necesitar sentirse queridas, aceptadas.

Es muy frecuente en hijas de padres divorciados, donde la madre, por problemas de trabajo o por carencias personales no están en casa. No hay tiempo suficiente para hablar, conversar, compartir. Se busca cariño. Se desea sentirse amada. Se cree que ese amor es verdadero y se va cediendo, cediendo.

Si la hija viene con un problema como éste, la única solución es compartir con ella el momento y transformando en alegría.

Si hablamos con la hija, la preparamos mentalmente, la instruimos y sobre todo si la queremos logramos que no se dé la situación.

Reconozco que es la madre quien tiene más presencia en este asunto antes de suceder, los papás después que sucede.

En otras palabras, la ausencia de la madre incide en la carencia de amor continuo hacia la hija; los padres ayudamos, pero no somos tan importantes como las madres en esta etapa del desarrollo de nuestras hijas.



Martes 26 de Diciembre de 1989 El Siglo Pagina 11

No hay comentarios:

Publicar un comentario