"UN
PROFESOR DEFINE Los tipos de padres que existen
Jorge
Ruiz es un maestro muy preocupado por la relación hogar escuela, padres-hijos,
maestros-alumnos. Es además, un fiel seguidor de la revista Listín 2000. Con la finalidad de colaborar
con nosotros y con los padres de nuestros jóvenes, envió el artículo que
publicamos hoy. En el mismo, el Licenciado Ruiz define y analiza los tipos de
padres que existen, dependiendo de lo que esperan de sus hijos y la forma como
los tratan.
Nosotros los Padres.
En el
diario vivir académico en contacto con los padres de los alumnos, hemos llegado
a la conclusión que hay tres tipos de padres:
1. Los que
piensan que sus hijos son lo mejor que existe como personas.
2. Los que
piensan que sus hijos son normales, nada fuera de lo común.
3. Los que
están convencidos de que no son lo que ellos desean, que no funcionan.
Hablé de hijos.
Y realmente debería decir hijo o hija, singular, porque no todos los hijos son
vistos de igual forma.Los más, son los padres que piensan que sus hijos son
igual al resto de los mortales, y si hiciésemos una curva normal, estarían en los
extremos los dos grupos faltantes: los super
y los sub.
A su vez,
sería honesto especificar que cada una de estas clasificaciones que hemos expresado
tiene una división bipolar:
Por un
lado, los padres que hacen algo para que eso sea así, (que sean súper o sub), y
por el otro lado, los que no hacen absolutamente nada. En el centro de la división
encontramos a los que a veces sí hacen y a los que a veces no hacen nada para
que sus hijos sean lo que ellos piensan que son.
Esto nos
daría una nueva clasificación de los padres en tres grandes divisiones, con
dos
extremos y un punto intermedio.
Vamos a
tratar de exponer los rasgos de cada uno de estos padres.
Ahora todos
somos protagonistas.
Primera posibilidad
Mi hijo o
hija es super, y me esfuerzo porque sea así. El padre o la madre encuentran que
es el ser más inteligente, capacitado para fines escolares; que no necesita ser
motivado para el estudio. Es super responsable, modelo, imagen a imitar por
hermanos y primos. Además sus calificaciones son siempre A.
El
progenitor vela siempre por sus tareas, las revisa, busca que estén perfectas, busca
al hijo nuevos libros, revistas, información para las investigaciones. El niño
es motivado continuamente para que sea el mejor. Si una calificación decae, la
llamada a la escuela es de rigor, o se espera a que llegue el primer maestro
para saber por qué esa calificación bajó. Durante largo rato, el padre insiste en convencer al profesor de que
el hijo puede volver a su ritmo anterior.
El hijo a
su vez tiende a manifestarse inseguro, tímido. Apenas habla en el aula, no vaya
a ser que lo confundan y le bajen la calificación: por hablar fuera de tiempo o
por posible equivocación ante una pregunta.
Se mantiene pegado al libro y a lo que éste dice. Cuando la pregunta va
más allá del reconocimiento, no sabe contestar. Se acostumbró a decir lo que el
libro dice, pues así tenía seguro los puntos máximos en las preguntas sin tener
que discutir mucho.
La
catástrofe surge cuando el joven se cansa de la situación, o el nivel de
estudio cambia, o se pasa a la práctica del trabajo y no al recitar lo
aprendido. Un error de este joven no es permitido, no es aceptado.
Segunda posibilidad:
Mi hijo es super
pero no hago nada por ello. Para qué preguntarle si estudió, si él siempre lo
hace. Para qué preguntarle cómo le fue en la escuela o en el colegio si ya sé que
a él siempre le va bien. Para qué preguntar cuándo dan las calificaciones si ya
sé que todas son A. Para qué supervisar lo que hace si él sabe más que yo. El
hace lo que quiere: lee hasta el amanecer, inventa continuamente nuevos
experimentos que presentar, siempre está inventando cosas... hasta un día.
El dia en
que él mismo se pregunte: ¿y para qué hago las cosas, si mis padres no reconocen
lo que yo hago? Ellos no me quieren, pues no se interesan por lo que yo hago.
Debo dejar de hacer las cosas bien, abandonarme para que ellos se interesen por
mí. El desánimo, el desinterés por la vida tarde o temprano aparece.
Tercera posibilidad:
Mi hijo es
super y yo de vez en cuando lo estímulo, lo supervisó y le doy libertad de acción
acorde a su edad y capacidad adquirida.
Este padre
está en el centro, tiene las riendas en la mano manteniendo el control de la
situación. Se hace sentir continuamente, pero de forma intermitente. El hijo sabe que él es libre de actuar, pero basta
el levantar la mirada y ahí encontrará al padre en plan de ayudarle; no de recriminarle."
Listín
2000, Domingo 8 de octubre de 1989, página 16
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