miércoles, 23 de abril de 2014

Honestly

Dígame honestamente, sinceramente,  desde lo más profundo de su ser: ¿que usted se siente, cubano o dominicano?

Esta pregunta no es muy usual cuando proviene de una funcionaria de aduanas que te ha detenido para revisar tu equipaje al entrar a la ciudad de Miami,  equipaje el cual  aun no ha sido abierto ni parece que se pretenda hacer.

Pienso que el oficial de migración no entendía como por una línea aérea brazilera como es GOL llegaba a Miami un nacionalizado dominicano que iba a Hialeah porque en el fondo había nacido en La Habana y era cubano. El oficial hizo sobre el papel de aduana un gran uno con unos grandes círculos alrededor del numero, casi con saña, después que me preguntara a que me dedicaba y le dijese que era educador y cuestionase entonces las asignaturas que enseñaba. Yo le conteste que había sido director y que mi área eran las “Social Studies”, era en ingles que hablábamos, aunque el sabia perfectamente el castellano.

La conversación, algo larga diría yo, entre la funcionaria de aduanas y yo también fue en ingles; ella no entendía que un ser nacido en Cuba hablase el idioma sin problemas y además fuese educado. Cuestiono, con mi maleta cerrada frente a ella, mi educación, me dijo que los cubanos que ella había recibido no lucían educados y no les interesaba hablar el idioma. Ella había hecho un estereotipo del ser cubano y yo no encajaba.

Cuestiono por que iba a Hialeah y le exprese que al otro día era mi cumpleaños y pensaba  pasarlo con mi hermana que vive en esa zona tan peculiar para ellos. De una vez miro el papel que había llenado con mi fecha de nacimiento. Volvió a mirarme a los ojos e insistió en por que era la diferencia; solo se me ocurrió decirle que yo pertenezco al grupo de cubanos que salio de la isla al fracasar la invasión de Girón y habíamos salido por problemas ideológicos no económicos, como es el caso de los mas  actuales.

Como Ian iba conmigo o yo con el, también lo detuvieron, pero otro oficial que no hablo mucho, solo le saco de la maletita absolutamente todo. En ese momento le señalo a la oficial que me cuestionaba que el era hijo mío y nacido en Dominicana,  entonces en un perfecto español me pregunta: “el come habichuelas o frijoles” y yo ya en español le contesto; “el come habichuelas rojas, yo aun como frijoles negros” y se sonrío y me dijo, “por aquí el no va a encontrar muchas habichuelas rojas”.

Ya en ese punto de la conversación me pregunta que era yo realmente o sentía, cubano o dominicano. Me hizo la pregunta que yo mismo  llevo años haciéndola y ustedes saben bien que ha sido así a lo largo de lo que escribo en el blog. El misterio de quien fue primero el huevo o  la gallina; ¿por donde entra el agua al coco? Respire hondo, hice un silencio y le dije lo que siempre he pensado: “Aquí en USA soy dominicano, nadie me ve como cubano por mis gustos, mis actitudes,  forma de hablar, los temas de que hablo  y mi ver las cosas o creencias. Allá por mucho que trato de que se me vea como dominicano, sigo siendo cubano, me ven como cubano. En el fondo, pienso, que sigo siendo cubano dentro de mi corazón, pero no puedo dejar de ser dominicano.”  Difícil de entender, le añadí.

Ahí termino nuestra conversación, hizo el amago de abrir la maleta comprobó que apenas había algo guardado, de aquí para allá las maletas van vacías y regresan mas llenas siempre. Salí, ella ya se había volteado hacia su computadora y escribió, no se que habrá escrito, ¿mis dudas, mis ansiedades o las de ella misma? Ya Ian hacia rato había salido del recinto  y sentado cómodamente esperaba que nuestra conversación terminase y me uniese a el.

El tema haitiano nunca se queda fuera para los que vivimos en esta parte de la isla y salimos de ella, cuando uno entabla una conversación tranquila y pensante con otros que no viven dentro de la isla y  son como espectadores de alguna manera de nuestra realidad por el simple hecho de estar fuera. No fue una vez en esos diez días, fueron varias veces que lógicamente se me toco el tema,  se me cuestiono al respecto. En una de esas conversaciones,  desde antes de decir que los haitianos trabajan y andan por las calles de Santo Domingo como uno mas e incluso se reúnen en grupos frente a muchos edificios que ellos mismos cuidan como wachimanes sin armas, que las universidades católicas de Santo Domingo y Madre y Maestra estaban repletas de estudiantes de la parte oriental de la isla, que los hospitales, mas aun en Santiago, estaban casi llenas de mujeres haitianas dando a luz dada las condiciones de insalud de su país y todo era gratuito para las mismas, y por supuesto mencione a los dominicanos que están en esa parte oeste construyendo o reconstruyendo incluyendo mi sobrino y exalumnos queridos; antes de decir que había que recordar que este es el único país que se “independiza” de su vecino y no de una potencia europea; antes de decir todo lo anterior, empecé diciendo: “bueno, yo soy dominicano”. Confieso que después de esa “confesión” me quede tieso,  y medio en silencio, tome aliento y  pude proseguir. Me sorprendí a  mi mismo de lo dicho.

En una de las salidas que hicimos en esos días fuimos a comer pan con bisté, típico de la cubanidad, y mi hermana, mi propia hermana le dice a la dependiente: “hazlo bien, que ellos son de Santo Domingo y quieren comer  un pan con bisté de verdad”.

Comprobado, allá soy dominicano. Aquí sigo siendo el cubiche.


“Pero en todo lo demás estaba solo, y  yo se muy bien que cosa es el desamparo del desarraigo. Yo mismo a veces siento que no pertenezco a ningún sitio, o pertenezco a varios, soy como un rompecabezas que siempre se puede desarmar.” Leonardo Padura en la novela “Herejes”







jueves, 17 de abril de 2014

Se nos olvida

Ciertamente se nos olvida  que los cristianos se llaman así porque son seguidores del Ungido, del Aceitado, del Elegido = del Cristo.

Se nos olvida  que ese nombre le fue dado a Jesús  nacido en Belén, pues su padres tenían que cumplir con el censo mandado por  el emperador Augusto en todo el mundo romano y por tanto ir a su propio pueblo - madre para censarse, realmente no sus padres, sino su padre “putativo”, José,  quien pertenecía a la casa de David, no así su madre María.

Jesucristo, como hoy lo llamamos, adquiere el ser parte de la genealogía de la casa de David y de Abraham por su padre, o más bien,  por  el marido  de su madre cuyo padre a su vez fue Jacobo de la casa de David. (Ver capitulo Uno de Mateo en su evangelio).

María y José vivían en Nazareth en la región de Galilea y se trasladaron a Belén, pues fue en ese pueblo que había nacido el rey David y por tanto donde debían inscribirse por ser José descendiente directo de David, el rey.

Se nos olvida que Galilea pertenecía a Judea, a Israel por lo que Jesucristo nació judío, creció judío, fue educado judío, fue circuncidado judío, fue llevado al templo al cumplir los doce años como todo judío cuando  deja de ser niño y se convierte en un adolescente-hombre del pueblo de Israel.

Se nos olvida que Jesús  discutía desde niño con los rabinos y maestros;  que el conocía muy bien las escrituras hebreas, el Tora;  que su idioma al hablar era el arameo, pero leía el hebreo ya que los libros sagrados estaban también en ese idioma. 

Se nos olvida que Jesús, el Cristo,  cumplía la ley de Moisés la cual fue escrita por su hermano Aaron, ambos  recibieron las indicaciones de su Dios de como normatizar a su pueblo, el hebreo,  a raíz de la salida de Egipto, y entre estas normas esta el celebrar cada año el “Passover”, el “Pesaj” o el paso de Dios sobre las casas de Egipto. Esa noche  murieron todos los primogénitos que viviesen en aquellas casas cuyos marcos de las puertas  NO hubiesen sido pintadas  con la sangre del cabrito o cordero que se hubiese sacrificado y cocinado antes del  atardecer. Cabrito o cordero que todos los del pueblo de Israel luego comerían  acompañado de pan sin levadura.  Al amanecer del otro día, todos ellos salieron  de Egipto y cruzaron el Mar Rojo hacia la Tierra Prometida. Fin de la esclavitud en tierras del faraón.

Se nos olvida que a esa celebración nosotros le llamamos Pascua y en el Éxodo 12, 14 dice: “Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar  con una gran fiesta en honor del Señor”.  Precisamente eso fue lo que Jesús y sus amigos - discípulos hicieron, celebrar la Pascua ese jueves día catorce del primer mes de su año hebreo, no el nuestro que se confecciono mas tarde. No coinciden las fechas entre los dos calendarios, el hebreo siguiendo las fases de la  luna y el nuestro Gregoriano cristiano. Al ellos celebrar la Pascua se convierte  para  el mundo cristiano  en la  Ultima Cena, porque esa noche Jesús se despide de sus discípulos para  luego ser  apresado y  condenado.

Se nos olvida que por esa razón  los cristianos al conmemorar la Ultima Cena comen el pan sin levadura, lo mismo que hicieron y hacen los judíos para esa fecha.

Se nos olvida que Jesús oraba en hebreo, recitaba los Salmos y por eso ya en la cruz recita el Salmo 21: “Dios mío, Dios mío, ¿por que me has desamparado? ¿Por qué no vienes a salvarme? ¿Por qué no atiendes a mis lamentos?...”

Se nos olvida de que Jesús, el Elegido, el Ungido, el Cristo era judío y después de orar  en el huerto acepto la misión dada por su Dios “si es que esa era su voluntad”, (Evangelio de Lucas 22,42);  la voluntad del Santísimo, la voluntad del “Yo soy el que Soy”, la voluntad de Yahvé, la voluntad de su Padre. Jesús acato el mandato dado  con sumisión, se dejo llevar al matadero, se dejo insultar, golpear en silencio, sin decir palabra; igual que luego sus hermanos de tribu harían sumisamente durante el holocausto de la Segunda Guerra Mundial.

Se nos olvida de que Jesús era judío, vivió y murió como judío; lo que NO se nos puede olvidar en ningún momento es que ese Jesús resucito entre los muertos, estuvo en el mundo de los muertos y salio del mismo. Si esto ultimo se nos olvida o no es verdad, si descubrimos que no fue verdad lo que hoy creemos como verdad, su resurrección, “Vana es nuestra fe”.(1Corintios 15,14).  Solo tiene sentido el cristianismo como religión si ese hecho especifico  sucedió, si no fue así, podemos clasificarla como una buena filosofía de vida, como una buena orientación de cómo actuar en la vida como también hiciesen Buda, Confucio, LaoTse y otros en un pasado.

Se nos olvida que si bien la muerte de Jesús tuvo su importancia en cuanto a la  redención, esta carece de sentido  si no existiese la contra partida del vencer la muerte y resucitar.  

Nos fijamos en la muerte, en el día viernes,  nos quedamos en el sufrimiento,  el sacrificio cuando lo realmente  importante es el domingo, la alegría del domingo, del día del señor, pues ahí es que se cumple la profecía y no en la muerte solamente. Es con el vencer la muerte que Jesús, el Cristo, pasa a ser el Mesías del pueblo Hebreo.

Se nos olvidan muchas cosas, pero “eso” no puede dejarse de lado, todo seria una falacia desde el punto de vista cristiano,  nuestra fe carecería de sentido y por tanto todas las iglesias, no importa su denominación mientras se autollamen cristianas, estarían mandadas a cerrar, todas y cada una de ellas.

Que “eso” no se nos olvide.



jueves, 10 de abril de 2014

These eyes.

Una lluvia de pétalos acariciantes son lanzados con toda suavidad y delicadeza hacia un ser amado,  sea un bebe, una madre, un amigo o a cualquier  otro  ser querido digno de ser acariciado con flores imaginarias.

Puede también  expulsar cual pistola automática  clavos ardientes que te adhieran a una pared y quedes inmovilizado, inerte, sin palabras. Los ojos pueden pasar con toda o cierta facilidad de una etapa a otra, de pétalos a  clavos,  con un mero switch o resorte emocional.

Mucho hace aprendí que a los animales no se les debe ver directamente a los ojos; ellos  lo ven como una amenaza, una afrenta;  aunque siempre encontraremos su excepción a la regla.

Quizás esta sea la razón por la que  en algunas sociedades los adultos, las autoridades, los padres, los maestros  no permiten que los menores en edad o en posición dentro de la escala  social, les hablen mirando a sus ojos, lo ven también como una afrenta, una falta de respeto. Hay sociedades donde sus  mayores no han  evolucionado lo suficiente y aun comparten rasgos dentro de la escala baja de la biología.

Gracias a mi circunstancia histórica nací de unos padres y en una sociedad que era todo lo contrario, se veía como falta de respeto el hablar con alguien y no verle a los ojos. Cada sociedad, en su era o tiempo tiene su propia cultura que en el fondo debemos respetar, no todos somos iguales, yo no  me quejo de mi yo y sus circunstancias, las que me toco vivir,  crecer y pasasen  entonces a ser parte de mi yo interno.

Volviendo a mis animales. Toby era un perruno temido por todos los que pudieron conocerlo y de paso recibir sus colmillos en el calcañal al momento de partir o salir de la casa; todos le temían excepto  Italia, quien el era su adoración y compañero constante y fiel, su confidente; y yo era el otro que tampoco  le tenia miedo, pero lo tuve que domar, por aquello de no verle a los ojos. Tuve que recurrir al método del periódico dando sobre el piso, nunca,  nunca a el, para que Toby  entendiera que a mi se me respetaba sin gruñidos y amenazas, y que yo si podía verle a los ojos. Lo logre, pase a ser el jefe total de la manada de mi hogar.

Tom, también hizo sus amagos, pero abandono pronto su rebeldía o intento de supremacía y lo que mas le gustaba era que yo pusiese mi cara contra la de el, nos viésemos el uno al otro y siempre terminaba con una lengüetaza que me costaba esquivar y de una vez su cola movía y saltaba el todo de gozo.

Los animales no míos, los respeto y prefiero evitar la mirada, quizás por eso también suelo evitar la mirada de personas que no me son afines, no siento su carga energética positiva y enfilo hacia otro lado, prefiero mirar hacia otro sitio, evito el choque de miradas.

La parte del cuerpo que primero observo en una persona, son sus estrellas, me dan luz que viene de sus adentros   sobre su propia persona; es un pasaporte para mi de un posible confiar o no, de un  posible entablar una relación de cualquier tipo o no. Los ojos se desnudan, se delatan, se…no se.

Cuervos comiendo a picotazos los ojos de las victimas, de los caídos, es como ver picotear el alma de alguien, es como destruir la fuente de un espíritu y luego digerirla. Estas imágenes solo vistas por  mí de forma  irreal por medio de una película nunca las he soportado, lo rechazo desde mis entrañas.

Hubo una época en la cual se pensó que al morir la persona esta fotografiaba la última imagen captada al morir y ahí quedaba por un tiempo corto y definido en su retina los últimos microsegundos del difunto. Podríase por medios fotográficos posteriores, pero casi inmediatos hasta saberse que sucedió en su final, incluso se pensó que se podría ver a un ángel o algún ser ya ido esperando al que  partía, dejando su cuerpo detrás.

No oculto que una de las cosas que me impresionan de la imagen de Guadalupe en su manto  es que en los ojos de Lupe esta reflejada la imagen de las personas que estaban presentes cuando el indígena Diego abrió su manto lleno de flores,  según cuenta la tradición.

Por medio de los ojos el alma se purifica y se limpia al brotar agua de los mismos, uno delata sus emociones ya que no puede evitar que se humedezcan por si mismos. Los ojos  delatan nuestra picardía, ellos también son nuestro radar natural. Si enfermamos o nos da alergia son los primeros en saberlo. Si soñamos, ellos son los que se mueven de un lado a otro.

Una buena actriz o buen actor es quien sabe trasmitir sus emociones sin palabra alguna, solo  con los gestos, con la expresión de su cara, pero más que nada por el que no miente, la mirada, los ojos, su brillo y su expresión. No olvidemos que hay actores y actrices en el dia a dia que tambien nos pueden hacer pensar lo que no es, o mal interpretemos. Incluso hay veces que queremos leer en los ojos de alguien una lectura que no existe.

En una dama muchos miraran inicialmente otras áreas, pero para mi están el reflejo del alma, enfoco en los mismos de forma directa penetrante y la otra mirada me recibirá o me rechazara, o quizás me ignore. Los ojos sonríen, abrazan, ponen barreras, lanzan aguijones de avispas.

Los ojos, siempre me han gustado los ojos por encima de otro proveedor de los sentidos. Captan, recogen, envían, depuran, asimilan, escudriñan, seleccionan, detectan, rechazan; son  un par de grandes aspiradoras vivientes en contacto instantáneo con el cerebro que se nutre de su información. No solo capta también trasmite dolor, pena, angustia, alegría, duda, inquietud,  amor, pasión, destellos de felicidad, o un simple “ven, acércate”.

Desde el inicio, al escribir el titulo que me surgio,  no pude dejar de  recordar la canción de The Guess Who, “These eyes cry every night for you.
These eyes watched you bring my world to an end.
These eyes have seen a lot of loves…but never another one like you.”

sábado, 5 de abril de 2014

Dicen...

Dicen que tengo buena memoria, pues logro recordar cosas de hace un buen tiempo, pero es que hay hechos que marcan y quedan en algún lugar de mi cerebro y luego brotan. Supongo que otras quedan enterradas, bien enterradas.

Lo más remoto que alcanza mi memoria  es el día en que me monte en un autobús verde, no muy nuevo, el  cual me llevo a la escuela por primera vez. Al llegar, bajarme del autobús y llorar y llorar hasta que una profesora me rescato.  Tendría 4 años de edad según mi conteo; hice  Kinder y Pre-first juntos ese año escolar.

Si lo que mas recuerdo es de cuando tenia cuatro años de edad y he hechos ejercicios de “regresión” personal con toda la intención de refrescar mi memoria, entonces un ser común,  normal puede que recuerde a partir de mucho después y eso significa que Jorge Eduardo posiblemente no me recuerde en esta etapa de su vida un día del mañana; solo me conocerá por fotos. Ese dato me “angustia” un poco.

¿Que recuerdo de mi estar en la isla? De eso se trata este escrito.

Lo ultimo que recuerdo es  sentado en el avión de PanAam mi hermana llorando  y yo nervioso, sin saber que hacer, ni pensar. Íbamos a lo desconocido y en parte entendía que me  tocaba ser el  adulto. Tenía 14 años  de edad cumplidos un mes antes.

Lo primero a mi mente: la escuela,  yo llorando;  lo ultimo: en el avión saliendo hacia lo desconocido y dejando atrás todo, y llorando sin que se viesen las lagrimas.

En esos diez años, ¿que recuerdo?  Viene lo negativo con más facilidad que lo agradable.

-          El día en que me montaron en un carro de policía para llevarme preso, ya en la época revolucionaria.
-          La noche en que la mano derecha de mi padre, vestido de miliciano con su pantalón olivo y camisa azul, comandaba a un grupo que reviso mi casa con todo detalle,  totalmente, menos el garaje, gracias a Dios, no fue al garaje.
-          La noche de septiembre del 60 en que hacia guardia de orden en la manifestación anticastrista con la Virgen de la Caridad del Cobre y bajo el mando de Monseñor  Boza Masvidal, Obispo de La Habana y la milicia que  sentía detrás de mi con sus armas preparadas y yo apretado.
-          La mañana en que estando en la iglesia con mi madre, la fuerza revolucionaria nos cerco y no nos dejaba salir apuntándome con una ametralladora 50 cuando me dirigía a la salida. Salí, lleve mi bicicleta a casa y regrese a estar detenido voluntariamente dentro del santuario con todos los demás.
-          Las puertas de tres  autos del G2 cerrarse al unísono en una noche cualquiera y darnos cuenta que no era a nosotros a quien visitaban, sino al vecino del frente.
-          La mañana del lunes 17 de abril en que los aviones nos despertaron ametrallando el campamento de Columbia relativamente cercano a nosotros.
-          La tarde en que mi tía política casada con mi tío Rafael vociferaba a favor de Castro y nos intimidaba a denunciarnos de no seguir las pautas revolucionarias.
-          La mañana en que me robaron mi bicicleta en mis narices.
-          La despedida a mi tía Lía enferma de cáncer y sus predicciones sobre cada uno de nosotros: afuera de la clínica se oía  una manifestación pro el gobierno, no  se si fue en mayo del 59 o del 60.
-          El ataque a Palacio el 13 de marzo del 57 y su fracaso. 10 años tenia
-          Cuando Camilo Cienfuegos no apareció de su vuelo en avión, perdido en el mar, octubre del 59.
-          Mi caída de la bicicleta y mi barbilla ensangrentada, la caída de mi hermana en bicicleta, también ensangrentada. Mi vida alrededor de la bicicleta.
-          Un huracán que pasamos todos juntos en el cuarto en medio de la casa, sin luz, y oyendo la radio de baterías. En esa misma habitación de noche en diciembre del 58 escucharíamos las trasmisiones desde la Sierra Maestra de Radio Rebelde y su consigna 03C.
-          Mi estar en la clínica un mes ingresado por principio de tifus.
-          El quedarme con mis tías mexicanas cuando mis padres solían salir con mi hermana al Tropicana, al  yo no poder ir.

De lo positivo diría

-Los quince años de mi hermana y su fiesta: en la casa.
-Las salidas los sábados en la mañana de mi padre y yo en autobús público y a pie por la Habana Vieja, entre otros visitando .los sitios acorde a su trabajo de publicista.
-Las croquetas prepradas y ls galletitas preparadas en el club de playa.
-La batida de frutabomba (lechoza) con leche  en el bar de la esquina antes de acostarnos;  parte del ritual de la “pandilla”.
-La pandilla del barrio con mi garaje de cuartel y el portal de mi casa como centro de todas las amigas de mi hermana.
-Los juegos de pelota en la esquina en el solar vacío.
-Las escapadas en bicicleta al zoológico del Vedado, al aquarium en Miramar; y mis idas y venidas al super, la bodega, al colegio, al zapatero; siempre sobre mi bicicleta.
-El poder escoger mi bicicleta J.C. Higgins en Sears con el permiso telefónico de mi papa.
Las visitas al Rancho Luna con la familia, y los viernes al buscar a mi papa que solían terminar en una cafetería o restaurant o en el barrio chino.
-Las clases que daba de noche a los obreros en Belén.
-Los paseos en auto por la central de trenes, por el Prado, pasando los túneles ya sea bajo río o bajo la bahía.
-Las visitas a mi cuarto a quedarse por un tiempo de mi tía abuela Lía, por parte de padre y sus conversaciones.
-El que Nino, mi cuñado, me invitase a comer ancas de rana al Ecloc  en la esquina de casa y me dijo que eran alitas de pollo.
-El cine de los sábados y  cuando  acompañaba a mi hermana y su novio como chaperón entre semana  y veía películas  más adultas.
-Mi caminar lloviendo con mi mama por la calle.
-El piano de mi mama y su tocar en horas de la tarde.
-El club de Playa con mi hermana en Miramar.
-Mi colegio, mis amigos, mis profesoras (todas hembras), la pandilla del barrio.
-Mis primeros enamoramientos platónicos y no tan platónicos.
-La sopa de ajo y el pollo casi quemado con su pan de ajo y aceite verde de mi tía Paquita.  Solo yo lo comía.
- Nuestras visitas a casa del tío Rafael en la playa de Tarara.
-Mi ver TV con mi familia femenina, mi madre y hermana; y los juegos de pelota con mi padre, el del equipo de los Tigres del Marianao y yo de los Alacranes del Almendares; así como la serie de  Perry Mason.
-Un pueblo feliz al recibir en enero 8 a las Fuerzas Rebeldes en camino a Columbia y luego  en diciembre  de ese año 59 celebrar en las calles de los barrios las Navidades, todos unidos.

No se, podría seguir escudriñando en mi mente, pero en el fondo esto es lo que suele salir  con facilidad y en parte es lo que he escrito de una manera u otra en estos casi 200 escritos ya realizados en la “esquina del olvido de dj”.