Una lluvia de pétalos acariciantes son lanzados con toda suavidad y
delicadeza hacia un ser amado, sea un
bebe, una madre, un amigo o a cualquier
otro ser querido digno de ser
acariciado con flores imaginarias.
Puede también expulsar cual pistola automática clavos ardientes que te adhieran a una pared
y quedes inmovilizado, inerte, sin palabras. Los ojos pueden pasar con toda o
cierta facilidad de una etapa a otra, de pétalos a clavos, con un mero switch o resorte emocional.
Mucho hace aprendí que a los animales no se les
debe ver directamente a los ojos; ellos lo ven como una amenaza, una afrenta; aunque siempre encontraremos su excepción a la
regla.
Quizás esta sea la razón por la que en algunas sociedades los adultos, las autoridades,
los padres, los maestros no permiten que
los menores en edad o en posición dentro de la escala social, les hablen mirando a sus ojos, lo ven
también como una afrenta, una falta de respeto. Hay sociedades donde sus mayores no han evolucionado lo suficiente y aun comparten
rasgos dentro de la escala baja de la biología.
Gracias a mi circunstancia histórica nací de
unos padres y en una sociedad que era todo lo contrario, se veía como falta de
respeto el hablar con alguien y no verle a los ojos. Cada sociedad, en su era o
tiempo tiene su propia cultura que en el fondo debemos respetar, no todos somos
iguales, yo no me quejo de mi yo y sus
circunstancias, las que me toco vivir, crecer y pasasen entonces a ser parte de mi yo interno.
Volviendo a mis animales. Toby era un perruno
temido por todos los que pudieron conocerlo y de paso recibir sus colmillos en
el calcañal al momento de partir o salir de la casa; todos le temían excepto Italia, quien el era su adoración y compañero
constante y fiel, su confidente; y yo era el otro que tampoco le tenia miedo, pero lo tuve que domar, por
aquello de no verle a los ojos. Tuve que recurrir al método del periódico dando
sobre el piso, nunca, nunca a el, para
que Toby entendiera que a mi se me
respetaba sin gruñidos y amenazas, y que yo si podía verle a los ojos. Lo
logre, pase a ser el jefe total de la manada de mi hogar.
Tom, también hizo sus amagos, pero abandono
pronto su rebeldía o intento de supremacía y lo que mas le gustaba era que yo
pusiese mi cara contra la de el, nos viésemos el uno al otro y siempre terminaba
con una lengüetaza que me costaba esquivar y de una vez su cola movía y saltaba
el todo de gozo.
Los animales no míos, los respeto y prefiero
evitar la mirada, quizás por eso también suelo evitar la mirada de personas que
no me son afines, no siento su carga energética positiva y enfilo hacia otro
lado, prefiero mirar hacia otro sitio, evito el choque de miradas.
La parte del cuerpo que primero observo en una
persona, son sus estrellas, me dan luz que viene de sus adentros sobre
su propia persona; es un pasaporte para mi de un posible confiar o no, de un posible entablar una relación de cualquier
tipo o no. Los ojos se desnudan, se delatan, se…no se.
Cuervos comiendo a picotazos los ojos de las
victimas, de los caídos, es como ver picotear el alma de alguien, es como destruir
la fuente de un espíritu y luego digerirla. Estas imágenes solo vistas por mí de forma irreal por medio de una película nunca las he
soportado, lo rechazo desde mis entrañas.
Hubo una época en la cual se pensó que al morir
la persona esta fotografiaba la última imagen captada al morir y ahí quedaba por
un tiempo corto y definido en su retina los últimos microsegundos del difunto.
Podríase por medios fotográficos posteriores, pero casi inmediatos hasta saberse
que sucedió en su final, incluso se pensó que se podría ver a un ángel o algún
ser ya ido esperando al que partía,
dejando su cuerpo detrás.
No oculto que una de las cosas que me
impresionan de la imagen de Guadalupe en su manto es que en los ojos de Lupe esta reflejada la
imagen de las personas que estaban presentes cuando el indígena Diego abrió su
manto lleno de flores, según cuenta la tradición.
Por medio de los ojos el alma se purifica y se
limpia al brotar agua de los mismos, uno delata sus emociones ya que no puede
evitar que se humedezcan por si mismos. Los ojos delatan nuestra picardía, ellos también son
nuestro radar natural. Si enfermamos o nos da alergia son los primeros en
saberlo. Si soñamos, ellos son los que se mueven de un lado a otro.
Una buena actriz o buen actor es quien sabe
trasmitir sus emociones sin palabra alguna, solo con los gestos, con la expresión de su cara,
pero más que nada por el que no miente, la mirada, los ojos, su brillo y su
expresión. No olvidemos que hay actores y actrices en el dia a dia que tambien nos pueden hacer pensar lo que no es, o mal interpretemos. Incluso hay veces que queremos leer en los ojos de alguien una lectura que no existe.
En una dama muchos miraran inicialmente otras
áreas, pero para mi están el reflejo del alma, enfoco en los mismos de forma
directa penetrante y la otra mirada me recibirá o me rechazara, o quizás me
ignore. Los ojos sonríen, abrazan, ponen barreras, lanzan aguijones de avispas.
Los ojos, siempre me han gustado los ojos por
encima de otro proveedor de los sentidos. Captan, recogen, envían, depuran,
asimilan, escudriñan, seleccionan, detectan, rechazan; son un par de grandes aspiradoras vivientes en
contacto instantáneo con el cerebro que se nutre de su información. No solo
capta también trasmite dolor, pena, angustia, alegría, duda, inquietud, amor, pasión, destellos de felicidad, o un
simple “ven, acércate”.
Desde el inicio, al escribir el titulo que me
surgio, no pude dejar de recordar la canción de The Guess Who, “These
eyes cry every night for you.
These eyes watched you bring my
world to an end.
These eyes have seen a lot of
loves…but never another one like you.”
Qué bonito! me ha gustado mucho esta entrada.
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