En el 2015
salió en el cine la película “Spectre” de James Bond que se desarrollaba en la
Ciudad de México para las Fiesta de los Difuntos con su desfile tipo carnaval
que se hizo por primera vez para la película y luego se ha seguido repitiendo
por su éxito comercial. Bueno, fui a
verla con mis hijos mayores. Al otro día,
casualmente, visité la ciudad, para entonces DF, para
participar en un taller sobre interculturalidad con AFS, por casi una semana, donde se concentraron
participantes de varias nacionalidades de la Región Caribe y sur América y una
norteamericana.
Precisamente uno de las analogías utilizadas
durante el desarrollo del taller fue sobre el Día de los Muertos en México, otra
cultura para nosotros, otra realidad sobre la muerte y la vida. Algunos del
grupo experimentaron un choque cultural, para otros fue irritante, no entendían
la mezcla de vivos y muertos en una celebración, mucho menos participar con
artículos personales y fotos de
familiares vivos en un altar de muertos.
Debo confesar que para mí, todo fue
normal. No tuve sorpresas ni irritación, de ningún tipo.
Esta fiesta
en México no es una tradición puramente europea, aunque se mezcle con ella el día de todos los muertos, dos de noviembre,
que la Iglesia Católica celebra.
Antes en RD
no había docencia ese día, ya hoy se ha perdido su importancia; y alguno que otro trata de limpiar la tumba de
los suyos, poner flores que duren. Los ayuntamientos para esta fecha limpian,
si acaso, los cementerios.
En el siglo VII el papa Bonifacio IV declara
este día de los difuntos dentro del calendario romano y ya para ese entonces se
celebraba en gran parte del norte de Europa como Día de Todos los Santos en un
primero de noviembre, para luego celebrar el día dos, el Día de todos los
difuntos. Este segundo día de noviembre es para los mexicanos un día de fiesta, de colorido, nada de dolor y vestirse de negro, no, es a beber y
comer con los que se fueron a mejor vida.
Se hacen
altares en las casas a los que se han ido con fotos de los mismos, flores de no
sé cuántos pétalos, dulces, decoración con su tradicional papel picado (tema de
muertos para esta ocasión), la comida predilecta del difunto, así como su
bebida: mezcal, tequila, cerveza, pulque
o atole. Vasos de agua, símbolo de vida
y de limpieza. Copal y el incienso encendido inunda las casas y los más mayores se reúnen a rezar por los
suyos, como es el rosario. Es un día para recordar los idos y para también
reflexionar sobre la vida y nuestra propia partida.
Esta
tradición está asociada al ciclo del cultivo y cosecha del maíz, ciclo de
muerte y vida. Para este momento se hacían ofrendas a los muertos. Tanto mayas
como aztecas y otros grupos como los totonacas entendían que el destino de las
almas no dependía de como vivieses sino como morías y la mayor parte de los
mortales íbamos al sitio común de los muertos. Este día salían los muertos a
estar con nosotros, los vivos.
Pan de
muerto, dulzón, las calaveritas de azúcar o de chocolate. Anécdotas de los idos
salen a relucir, con respeto, tranquilidad y alegría.
Los
antepasados pre hispanos tenían en su calendario seis momentos distintos,
siendo el de la cosecha del maíz la principal coincidiendo con el día oficial
de la iglesia católica para estos fines
Logran hacer una simbiosis pre hispánica e hispánica en este día de muertos. El
uso de cráneos como trofeos es parte de la celebración del ayer, de ahí que hoy se usen los dulces con las
formas de cráneos.
La diosa Dama
de la Muerte o “Mictecacihuatl”, “La Catrina”, preside las celebraciones pre hispanas
dedicadas a los ya idos a otra vida y a
los niños. La vida y la muerte, la dualidad, es parte de sus tradiciones desde sus
ancestros. No obstante la fecha de Todos
los Santos y Halloween, son dos elementos que
tratan de opacar estas tradiciones.
De ahí quizás que el 7 de
noviembre del 2003 en Paris la UNESCO
declarará esta festividad como Patrimonio Cultural oral e inmaterial de la
Humanidad, y símbolo nacional de México.
Una forma de mantener lo que un pueblo
tiene como valor histórico y
cultural.
Una
festividad donde varias culturas se entrelazan, las distintas culturas
prehispánicas de la región y la europea, creando una simbiosis, un sincretismo
espiritual, más que religioso: el Día de la Muerte reinante, desde la tarde del
31 de octubre hasta el mediodía del dos de noviembre la Muerte
Dibujos y retratos de la Catrina, la Reina: