Se quemó el fusible, otra vez. Fui, desenrosque y puse
otro. Había hecho una mala conexión y se rompió el filamento. Eso pasa por
ponerme a hacer yo solo el nacimiento, era época de navidad, yo
tendría 10 años de edad. Más viejo no,
pues luego no se pusieron adornos típicos de la época de navidad por razones
políticas. Juntarnos con la familia sí, pero festejar no. Se repetía por radio rebelde
0 cine, 0 cabaret, 0 compras en 1958, así que fue antes de esa fecha lo del incidente eléctrico y ya luego llegó el
cambio total.
Uno dice nacimiento, pero lo que trataba era de hacer
un pesebre y esto significa el
receptáculo o depósito en el que se les deja el alimento a los animales para
que estos puedan comer, pero lo sé ahora, en aquel momento no y uno usa la
imaginación y en este caso la mía a los diez de edad.
Recuerdo poner papel manila, estrujarlo para que
lucieran montañas, árido todo con algún espejito que luciese un lago o bebedero.
Una especie de cueva en medio de la montaña de papel y ese era el pesebre para
mí. Las figuras estaban ahí, las trajeron de México mis tías en uno de sus
viajes, precisamente a mí me las trajeron. El tamaño de todo lo ponían las
figuras.
Esto de hacer
pesebres o nacimientos en las casas e iglesias fue traído de España por los
sacerdotes y frailes franciscanos en su proceso de colonización de las
Américas. Ellos a su vez lo aprendieron de su fundador, Francisco de Asís, el
cual en el año 1223 en la Ermita de Greccio en Italia mientras oraba meditaba
se le ocurrió hacerlo con personas, en vivo. De ahí nació la tradición que
lentamente hoy día Santa Claus va eliminando.
En el pesebre que poseo lo que menos hay son ovejas,
sino vaca y caballos, pues estamos en Las Antillas, el Caribe, y no en Belén.
Lo que si ponemos, además, son las tres
figuras de los sabios de oriente, de los sacerdotes, de los reyes magos, bueno
los que Mateo o Leví relató en su mensaje o evangelio y por eso seguimos
repitiendo lo que él escribió y un poco lo que Lucas también contó, aquello de
los pastores visitando a José, a María y a Jesús recién nacido.
Unimos
nacimiento, con la visita de sabios en un solo espacio. Unimos la tradición
judía de que nacería un mesías, lo escrito por el hebreo Mateo en Judea y luego más tarde por Lucas, un
turco discípulo de Pablo quien escribió su mensaje en Grecia, la ocurrencia de
un italiano, la presencia española que nos la enseño, y la imaginación de un
antillano, en este caso, yo usando una figuras mexicanas.
¿Y no creen que en el fondo tenemos un coctel de
culturas y pensares actuando entre sí?
Todo parte de una cultura o subcultura de una región o país unido a sus
creencias y tradiciones.
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