jueves, 27 de junio de 2013

Sexta Graduación de Senderos, 1990, Gracias.

PALABRAS DEL LIC. JORGE R. RUIZ EN EL SEXTO ACTO DE GRADUACIÓN DEL COLEGIO SENDEROS, AGOSTO 30, 1990.

Hoy es un día de Acción de Gracias. Un día de dar gracias a sus padres, a sus profesores, a las personas que han estado con ustedes desde los primeros pasos y sobre todo gracias a Dios.

Hoy culmina simbólicamente, ante la sociedad en la cual vivimos, una etapa de la vida de cada uno de los graduandos.

Termina con hoy, la época más agradable de nuestras vidas, finaliza la edad de los primeros sinsabores y de los compañeros de la vejez, los momentos de nuestros primeros amores y temores, termina la primera adolescencia, los teen, con su rebeldía e incomprensiones, con su afanar y los sueños azules.

Termina simbólicamente con esta graduación la era de sus vidas donde todo era entendible, perdonable y comprendido.

Comienza ahora un sendero más largo, el de la realidad, el enfrentarse a la sociedad siendo ya parte de ella misma. El introducirse en el mundo de los adultos sin aun serlo sobre todo en cuanto a la seguridad interna y la afectividad se refiere; no obstante, ante los ojos de los demás, ya cada uno es un adulto aunque les cueste entenderlo y aceptarlo.

Se da por sentado que ya son personas pensantes, capaces de tomar decisiones sabias, correctas y adecuadas según el momento específico que se vive. Se entiende que son entes responsables, capaces de responder a las indecisiones, frustraciones; capaces de dar respuesta al mañana que se levanta lentamente como el sol al amanecer dejando atrás las tinieblas que empiezan a desaparecer con su nuevo brillo; y se va calentando el día, sudamos el calor y la humedad humana para en igual tiempo sentir que el sol decae, se acuesta o se deja caer en el inmenso mar, emergiendo así, lentamente, las estrellas; naciendo otros que repetirán nuestra historia, nuestros pasos, y de pronto comprenderemos a nuestros padres por que seremos como ellos y volverán a nuestra mente todas las veces que mentimos y lloramos de rabia por lo duro de no ser adulto para descubrir nuevamente que de pronto estamos llorando por lo duro y difícil de serlo.

Habrá momentos que querremos mentir a nuestros hijos sobre esta dureza de vida dulcificándoselas con cuentos de hadas, alejadas del futuro.

Ese mañana que para ustedes será aun más difícil que para nosotros. Mas difícil por el reto tecnológico de un país sin tecnología y de espaldas a ella, más difícil por el reto del desarrollo necesario de una nación nacida dependiendo y para la dependencia,  y no hace nada aun para trazar sus propias sendas, un país que se prepara para celebrar los 500 años del pasado sin saber aún nada sobre su futuro.

Tendrán ustedes la obligación moral de pensar en ustedes mismos, su familia actual, de su familia futura y en la tierra que les toque vivir como hogar para ese entonces.

Pensar, actuar, luchar o perecer donde los débiles de espíritu quedarán a lo largo del camino por la fatiga de la desidia.

El reto de ustedes es un reto temido e indeseado por su sociedad que deja sus ríos secarse, su vegetación ser triturada y que permite que sus ríos mueran y su vegetación desaparezca, permite que sus aguas y sus campos, se contaminen permitiendo que el elemento fuego nos queme y acabe lentamente secándonos, carbonizándonos.

Si recordamos los cuatro elementos de los griegos donde el equilibrio debía jugar un papel primordial, hoy los encontramos en total desarmonía donde el fuego domina el agua, a la tierra y al aire.

Debemos dar gracias de que aún hay hombres y mujeres que desean ser mejores, no se contentan con lo que son y desean ser más.

Bienaventurados entre ustedes los que entiendan que lo único que realmente poseen esta en su mente, en su corazón y espíritu, todo lo otro puede desaparecer de un momento a otro por un mero accidente automovilístico, atómico o por el simple deseo egoísta de poder de algún hombre o país vecino o que incluso desconocemos su ubicación geográfica por su lejanía.

Bienaventurados entre ustedes los que acepten que la mente sana y productiva es aquella que vive dentro de un cuerpo sano sin aditivos. Que somos lo que comemos, bebemos e inhalamos.

Bienaventurados entre ustedes los que alimentan su espíritu día a día, sin resignación, con deseo de luchar siendo mansos como palomas y astutos como serpientes, capaces de sacrificarse por ser más con la mirada en el ayer pisando con firmeza en el hoy.

Bienaventurados entre ustedes los que logren andar en paz con ustedes mismos y los que les rodean, andar por los senderos del mundo con una sonrisa y una mano ardiente que ofrecer.

Bienaventurados entre ustedes los que sepan dar gracias sobre todo a su Dios, a sus padres, gracias a los adultos que le rodean y les ayudan a andar, gracias a la vida misma valorándola en toda su extensión.

Por ello decimos, gracias padres por orientar y educar a sus hijos, gracias profesores por su ejemplo de vida, gracias Señor por poder darte gracias.

A todos, muchas gracias.

                                                                                                                        Agosto 30, 1990.



NO SE 1989-1990

Alfredo Abreu Rodríguez 
Rafael Antonio Álvarez Hansen
Ricardo José Álvarez Pérez 
Francisco José Aybar Mota
Giselle Marie Cuello Rodríguez 
Lariem Mercedes Díaz Reynoso
Iván Emil Félix Rivera
Eduardo De Jesús Félix Troncoso
Eva Ingrid Flores Pérez
Alexander Gil Fuentes
Luis José Jacobo Rodríguez
Harold Delanoy Lambertus Feliz 
Aileen Aimee Martínez Báez
Jhonathan Omar Medina Álvarez 
Elizabeth Mercedes Suarez 
Marino Armando Messina Auffant
Juan Carlos Molinari Martínez 
Carol Michell Morel Lora
Jaime Andres Santana Bonetti
Abraham Amin (Brahim) Selman Hasbun





miércoles, 26 de junio de 2013

Graduación Senderos 1989. Sobre el Maestro.


QUINTA GRADUACIÓN DEL COLEGIO “SENDEROS”


Presidente de la Asociación de Padres, Sr. Rafael Corporán de los Santos
Pasado Presidente de la Asociación, Dr. Sócrates Cuello
Representantes de Centros de Educación Amigos de Senderos
Padres, amigos, graduandos, estudiantes, familiares hoy reunidos

Un nuevo año académico que termina, el séptimo de Senderos y para algunos de ustedes el sexto. dentro de nuestro colegio.

Hoy no solo es el acto final de año, la graduación de los estudiantes de cuarto de secundaria y la presentación de los recién alfabetizados; sino ante todo es el día del educador. Día de ese ser ignorado, olvidado y degradado, dentro de nuestra actual sociedad.

Digo actual, pues en el ayer decir Maestro era decir lo más grande, tanto así que al hijo de Dios hecho hombre le llamamos maestro; a todo ser que tenía algo que enseñar, con reverencia le decíamos maestro.

Nosotros los educadores por vocación y no por necesidad o por accidente sentimos más de cerca esta actitud tan despectiva hacia nosotros.

La educación de nuestros hijos no es valorada por todos. Es fácil gastar en menos de una hora en una cena de cualquier restaurante o cafetería el pago de un mes de escuela.

Es fácil dar al médico por una consulta el pago de la mitad de una mensualidad en una visita de no más de 15 minutos, o dar al psicólogo por 40 o 50 minutos contados la mitad de un mes de estudio en una escuela privada. Es fácil pagarle al mecánico, al electricista, al plomero en 60 minutos lo que un profesor del Estado gana en un mes.

La buena educación es costosa. Las buenas universidades son costosas. Son costosas, pues si se desea mantener un profesorado entregado a la institución, sin tres tandas: mañana, tarde y noche con la madrugada para preparar clases, lo cual dudamos que puedan hacer, corregir tareas, y pruebas con el cansancio de todo el día, evidentemente no existirá una verdadera objetividad en el trabajo, y las correcciones serán un acto mecánico de poner números sin evaluar.

Un profesor en un centro educativo promedio debe hacer las tres tandas para llegar a un sueldo promedio de RD$1,200.00 pesos al mes, sueldo hoy sustentado por cualquier personal de oficina en menos tiempo de trabajo y responsabilidad espiritual y moral.

Los adelantos del hoy exigen preparación constante y además estar provistos de la información a mano y hoy todo es más costoso y, por tanto, la escuela debe proveer dicho material al profesor para que no se quede atrás, así como el tiempo hábil para que pueda utilizarlo y hacerlo parte de su ser.

La misión del educador es de orientar, ayudar a crecer, fundamentar o crear la zapata moral y cognoscitiva que perdurará toda la vida.

El educador más que nada es un sembrador de ideas y no un transmisor de conocimientos puro y simple sustituible por un televisor o un casete. Estamos hablando de ideas y de pautas existenciales que potencien la altura del hombre.

Debemos valorar a estos hombres y mujeres que han hecho de su vida un acto continuo de sembrar ideas.

Como decía Martí, el Apóstol, trinchera de ideas valen más que trincheras de piedras.

Hoy es un buen día para recordar esa parábola que retrata a todo verdadero educador, la del sembrador.

Diría así, San Mateo en el Capítulo 13, versículo 3: -

Un educador salió a dar clases. Y al hablar una parte de sus palabras cayeron en el camino; y llegaron los ratones y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa palabra germinó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el calor del egoísmo, al salir, la quemó y como no tenía verdaderas raíces la tostó.

Parte de las ideas cayeron entre espinos y los espinos crecieron y la ahogaron a base de copasos, y polvillos raros.

Pero otra parte cayó en buena tierra abonada desde la familia, con buenos genes, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien gramos por semilla, otras treinta y otras setenta. Los que tienen oídos, oigan.

Como saber si yo soy terreno fértil, buena semilla; el mismo Mateo nos dice: No arranques la mala hierba, déjala crecer juntos hasta la cosecha, entonces cuando hayan crecido se arranca la mala y se quema; si se arranca ahora puede que arranques la buena pensando que era la mala,

Graduandos, la hora de la cosecha llegó. Ahora sabremos sus padres, y nosotros quien realmente es buena hierba y como realmente es el terreno donde las ideas, la semilla sembrada ha reposado esperando este día de liberación de la primera adolescencia.

Permítanme hacer un recuento de las ideas que hemos tratado de sembrar a lo largo del sendero de estos años.

Nuestra meta es de ser hombres autónomos, guiados por nuestro propio discernir dentro de un marco de altruismo, amor y relación social.

El ser autónomo supone el haber llegado a ser una persona disciplinada, organizada, con control de su persona y, por tanto, de conocimiento de su propio yo y de sus circunstancias. El ser autónomo ha conllevado el no dejarse arrastrar por nada que subyugue, llámese sexo, droga, amistades que impidan nuestro crecimiento interno, noviazgo tipo refugio emocional, matrimonio por huir de una situación dada.

El hombre y la mujer autónoma no hacen uso del amor por puro placer, sino como instrumento de darse, entregarse.

El ser autónomo no necesita de elementos externos para sentirse bien, lo consigue con la amistad, el intercambio personal, compartiendo con las personas que quiere y ama. No necesita refugiarse en nada, ni buscar bastones.

El hombre autónomo no es plástico, pues plástico es quien imita a los demás en la fabricación en serie. Se es uno mismo tratando de ser mejor cada día siempre, sin compararse con otros sino consigo mismo en la etapa anterior, aprendiendo del pasado y proyectando el futuro.

Nosotros debemos ser hombres que den luz a otros, ser dirigentes y líderes en nuestro medio, asociaciones; hacer uso del voto y, si es posible, ser candidatos que impidan que los hijos de la guerra nos obliguen a vivir en guerra y que los hijos de la miseria nos mal gobiernen, nos mal dirijan. Un  puesto no asumido por nosotros es un puesto que un hijo de la miseria gana en su afán de hacernos a todos igual que ellos;  miseriosos, sin futuro, sin cultura y educación, sin libertad, dentro de un marco de violencia, irrespeto y miedo que es el único que conoce, pues nacieron y vivieron en ese ambiente y no comprenden que hay otros como nosotros que hemos aprendido a vivir con la frente en alto, soñando en el nosotros sin olvidarnos de nuestra felicidad personal, y familiar.  Ustedes tienen un país, una bandera, un himno, una cultura; ámenlas, hónrenlas, siéntanse orgullosos de ser dominicanos.

Senderos, el Colegio, ha sido un camino que ustedes han recorrido; a veces solos y otras ayudados por nuestra mirada, guiño de ojo, o por nuestra violenta voz. El camino lo han hecho andando, quien se detuvo, tuvo que cambiar de sendero, de colegio.

Confiamos que cuando miren hacia el pasado quede en ustedes más elementos agradables que tristes, queden recuerdos con lágrimas en los ojos de añoranza y placer interno.  Dios quiera que ustedes sepan valorar el esfuerzo que hemos tratado de realizar como sembradores de ideas, como corresponsables del crecimiento personal de cada uno de ustedes. Confío que el día de mañana nosotros también podamos sentirnos orgullosos y podamos decir este fue nuestro alumno, y parte de nosotros está en él.

LIC. JORGE R. RUIZ
SANTO DOMINGO, D. N.

30 DE JUNIO 1989



PARANOIA 1988-1989

Bolívar Emile Batista Lemaire
Lorraine Altagracia Bautista Nicolás
Ana Cristina Corporan Caimares 
Edgaar Ramón Del Orbe Muñoz
Danerys Deschamps García
Cesar Miguel Ginebra Santana
Miguel Eduardo Guerra Rodríguez 
Karina Holguin Veras García
Mariam Matías Meléndez
Mayra Fernanda Mejia Larrauri
Lucia Méndez Alvarado 
Ángelo Menicucci Padilla
Carlos Rafael Núñez Logroño
Juan Bautista Peña Cabrera
Giselle Altagracia Pichardo Ortega
Randolph Ricardo Pimentel
Carmen María Rodríguez Hazim
Carlos Augusto Rodríguez Sánchez 
Manuel Emiliio Sánchez Nova
Chadd Miguel Valdez Chapusseaux
Pedro Pablo Vega López 
José David Vietes González
Gaspar Antonio Vilchez Lara
Jessica Zapata Silvestre

jueves, 20 de junio de 2013

En el 1987 decíamos.


ACTO DE GRADUACIÓN DE LA PROMOCIÓN 1986-1987
COLEGIO SENDEROS



Dentro de trece (13) años llegamos al final del Siglo. Los que hoy están en pre-escolar harán su graduación en el 2000, en el nuevo Siglo. Los que hoy se gradúan estarán recién casados y con hijos en el inicio del nuevo Siglo.

¿Estamos preparados para este acontecimiento? ¿Hemos abierto nuestra imaginación lo suficiente? ¿Qué nos espera en los próximos años?

Todas las películas plantean el mundo planetario, en lugar del terrestre, el mundo dominado por los robots, el mundo después de una Tercera Guerra donde la desolación existe y el hombre aprende a vivir bajo tierra; un mundo donde la electrónica es vital.

Nos presentan un mundo no organizado desde el punto de vista escolar, un mundo donde el fuerte es el que domina, y el sagaz, el inteligente, el educado anteriormente, pues han desaparecido los planteles escolares, domina al fuerte.

  ¿Será un futuro lúgubre? 

    Las películas y las versiones de Nostra Damus serán una realidad?

Cuando nosotros los más adultos tratamos de ver hacia atrás solemos recordar la Segunda Guerra Mundial, el Partido Nazi, la Persecución Judía que realmente hemos conocido en películas, por televisión; quizás se añada la Guerra Civil Española, el Dictador Franco, la Falange Española con su "Cara al Sol" que también realmente no vivimos sino hemos oído de otros, o leído en Gironella y sus "Cipreses Creen en Dios", y un Millón de Muertos", sendas obras de este autor;

Pasamos a recordar la Guerra de Corea a inicios de los años cincuenta, la televisión invadiendo la sala de los hogares, la música Rock de Elvis Presley, Duvalier, la perra Laika viajando por el espacio, la caída de Pérez Jiménez en Venezuela, el ascenso al poder de Fidel Castro en Cuba, y el inicio de guerrillas en toda América Latina con los colores rojo y negro de la Revolución Cubana, Che Guevara.

Los años Sesenta con el asesinato del dictador Trujillo, el Gobierno de Bosch, la muerte de John F. Kennedy, la visión del primer hombre pisando la Luna, los Beatles con su música y su peinado largo, el apogeo de las drogas, los hippies con su paz y amor, la Guerra de Vietnam, la Guerra de Camboya, la Independencia de los Países Africanos, la Revuelta de Abril, la Guerra de los Seis Días Árabe - Israelí.

Los Setenta con el mundo de las computadoras, los robots, la electrónica, la automatización, el Tele Cable, el Terrorismo Internacional, la Subida del Petróleo, la Baja de los Productos Agrícolas, el Ciclón David y la Tormenta Federico.

Los Ochenta, siendo ya el presente, con el Partido Revolucionario Dominicano, Balaguer de nuevo en el poder, el Boom del Turismo, el Dólar como elemento dominante en nuestras vidas, la Deuda Externa imposible de pagar, la visita del Papa a Santo Domingo, Irán, Irak, Palestina, el Golfo Pérsico.


  ¿Cuántos hechos, cuántos nuevos descubrimientos, en las últimas décadas?

Y en el futuro, será el ritmo de eventos igual o más rápido aún? Todo indica que los adelantos, los sucesos, no se nos aproximan sino que vienen en avalancha con escaso tiempo para respirar y salir a flote. El que más haya aprendido a anchas sus pulmones en el ejercicio de la vida, sobrevivirá más.

No vengo a predecir sino sólo a reflexionar. La vida normalmente es difícil de llevar, hay que estar preparado para luchar, vencer esfuerzos, estar preparados para hoy tener y mañana no, donde lo que permanece es lo que uno es, lo que uno realmente ha llegado a ser como persona humana, educada. El tener es bueno, da confort, pero cada día es más importante el Ser, el saber, el creer en uno mismo.

     Es importante prever qué nos es necesario para el mañana.

Quizás terminemos en viejas conclusiones:

 Ser responsable y amar la libertad personal y social que impida una dictadura de derecha o de izquierda, opresión de los de abajo, u opresión de los del medio y arriba.

  Ser humanos, amar a los nuestros siendo mansos como palomas y sagaces como serpientes, pues no todo es belleza, no todos son confiables, no todos no tienen la idea de utilizar al otro como objeto poseído.

  Estar preparado en conocimientos generales de cultura, saber dominar idiomas, conducir vehículos, escribir en máquinas electrónicas, utilizar las computadoras, entender todo lo que se puede lograr con la tecnología así como perderse con ella misma.

  Ser sabios, dedicarse a pensar, reflexionar: Creer que todo sale de Dios y todo va a Dios y que yo con mi labor incógnito ayudo a ir hacia El o me alejo, sin yo verlo, sin yo sentirlo, sólo creyendo que es así.

 Llegar al término de un camino y comenzar el próximo es como definiéramos un Acto de Graduación.

Ustedes finalizan sus estudios secundarios, pero si desean ser útiles a lo largo de su vida, como profesionales continuaran sus estudios, sus lecturas, sus investigaciones pues les ha tocado vivir los finales de un siglo y comienzos de uno nuevo, el Siglo XXI.

Muchos son los cambios en las formas de vida que ustedes sufrirán o serán agentes responsables de ellos, y para ello deben estar formados, preparados.

La población aumenta, la tierra disminuye, el número de ciudadanos crece, nuestros ríos decrecen. La sed de valores es creciente, la falta de ejemplos valorizantes nos provoca más sed.

El mañana es de ustedes, el mañana será mejor o peor de acuerdo a sus acciones. La nación será mejor o peor si ustedes desean un país mejor o peor. La responsabilidad es de ustedes, asúmanla.

No olviden que se avecina una época de grandes cambios, se avecina un mañana distinto al que ustedes han vivido.



 Santo Domingo, D. N.
 10 de Octubre de I987.





1986-1987

Carlos Aníbal Acevedo Perdomo
Eduardo Antonio Álvarez Ariza
Daysi Margarita Blanco Faletti
Marcos Augusto De Moya Sander
Elizabeth Estévez Peguero
Jannetti Muños Rojas
Tomas Eduardo Sanlley Viñas
Ana Amelia Méndez Jiménez


martes, 18 de junio de 2013

Primera Graduación de Senderos,1986

"PALABRAS DEL LICENCIADO JORGE R. RUIZ
EN EL ACTO DE GRADUACIÓN DEL
 COLEGIO SENDEROS"

Es estimulante el celebrar hoy el primer Acto de Graduación de nuestra Segunda Promoción de bachilleres, del año escolar 1985 - 1986. Estamos terminando en estos momentos, en este salón, la graduación que comenzamos esta mañana con un acto de acción de gracias al Señor por sus bendiciones, seguido de un desayuno familiar, en intimidad.

Estamos ahora en el acto social, externo, es la despedida de nuestras aulas y la iniciación a otra vida, a otro tipo de estudios, a los nuevos requerimientos de la misma sociedad; se deja atrás la niñez y la adolescencia para enfrentarse a las exigencias del medio, que les va a solicitar una actuación como hombres y como mujeres ya adultos. Pronto descubrirán lo duro del ser adulto y añorarán su niñez y la adolescencia que hoy  desean abandonar.

SENDEROS comenzó como una idea de dos, dos extranjeros en esta ciudad, dos cuasi recién llegados que sólo tenían experiencia acumulada en su ciudad de origen, capacidad de trabajo y entrega, interés de dar un buen servicio, y el ideal de que la educación fuese un ministerio, más que una forma de vivir.

Varias manos se nos brindaron, tales como las de Orfa Luna, Jorge Herrera, María Consuelo Sahdalá y en un segundo piso de lo que fuese el Centro de Recuperación Humana, hoy día Centro Especializado Kairos, nace SENDEROS con 13 alumnos repartidos en tres cursos, de éstos hoy dos se gradúan, toman UN CAMINO FUERA DE NUESTRAS AULAS, NUEVOS SENDEROS serán recorridos por ellos.

Gran fe tuvieron en nosotros esos primeros padres, tales como la primera familia Don Salvador y Carmen González, Héctor Holguín - Veras, Carmen Julia Cuesta, Miguel y Margot Hernández, Nelson y Marisela Sanlley.

Gran fe tuvieron los que desinteresadamente nos prestaron el dinero inicial, su local, su mano y su experiencia capitaleña. Pudiésemos citar a Pablo cuando dice:

"Tener Fe es tener la plena seguridad de recibir
lo que se espera, es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos".
(Hebreos 11,1)

Esa idea de dos, ha germinado, pero si nos hubiese dicho de antemano lo que se avecinaba, es muy posible que hoy no estuviéramos juntos en este salón.

Muchos sacrificios y lágrimas hemos derramado, nosotros mismos hemos sufrido transformaciones en nuestras vidas y en nuestra familia, todo gracias a SENDEROS y sus circunstancias, el cual pronto nos enseñó el sendero capitaleño tan distinto del de las demás provincias. Nos habíamos olvidado que hay que ser "mansos como palomas y prudentes como serpientes". Nos habíamos olvidado que TODO EDUCADOR ES UN SEMBRADOR, un gran sembrador de ideas, valores, costumbres; no sólo de conocimientos adquiribles en un libro, y que la semilla se iba a enfrentar con una tala del verdor de nuestros campos, con menos agua que surcaran su tierra sembrada, con menos recursos que pudiesen hacer germinar y crecer sanamente la semilla.

Nos olvidamos que la polución nacional ha contribuido a hacer más difícil el germinar de las semillas, la polución del dinero fácil, el de la compra de conciencias, la polución  del egoísmo familiar o en el mismo seno de la familia, la polución de la comodidad en el vivir sin metas futuras o necesidades a alcanzar, pues en el hoy sobran los bienes materiales aunque falten los internos, los invisibles que se desean llenar con lo material y el engaño; la polución de los elementos enajenadores artificialmente tan socorridos por los pobres de espíritu*, y por los hambrientos insaciables de más dinero, no importa a costa de la salud, de la felicidad y de la vida de otros seres humanos igual que ellos.

Mucho nos costó hacer saber que SENDEROS no era una escuela para minusválidos, sino al contrario, deseábamos una escuela para los inteligentes, para la élite intelectual, que suele ser inquieta,  pues desea volar más alto y más rápido; que no éramos para los inquietos que utilizan su mala conducta como excusa que esconda su falta de capacidad de intelecto, su falta de disciplina interna y externa, su desorganización mental, su incapacidad de escuchar y observar, y no sólo el oír y ver.

Mucho hemos luchado para que otros entiendan que realmente no somos diferentes, somos una mezcla muy parecida a la escuela de ayer, a la de la educación liberadora, a la educación del sentido común con amor. Puede ser que esto ya no exista, pero no es más que eso.

Creemos en la disciplina exterior que nos induzca a la vida interior y ésta como paso necesario, fundamental para el crecimiento intelectual y la madurez objetiva.

Creemos en el diálogo con aquellos que son lo suficiente maduros para hacerlo, así como en el condicionamiento para aquellos que aún necesitan de la presencia del padre, de la autoridad para poder actuar socialmente y aun no han aprendido el difícil arte de dar y recibir, recibir y dar.

Creemos en la persona, en continuo cambio si así lo quiere, si se decide, con el paso inicial de creer en sí mismo y amarse a sí mismo, para aceptarse tal como es, tal como ha sido y aceptar valientemente también que aún no se es lo que se soñó ser en este momento exacto de su existencia.

“Todo es posible si se confía en la propia capacidad, que generalmente se oculta tras una niebla de prejuicios y temores.

El aprendizaje es arduo, pero será premiado con un resultado imprevisto, con una nueva y excelsa forma de la felicidad a la que acceden los que aceptan el desafío."




Creemos en la escuela, pero con la familia incorporada a la misma; sin educación domestica, casera, de uno, de dos, de tres, no importa el numero de adultos responsables dentro del hogar, lo que sí importa es la calidad de la vida, la oferta de hogar, calor, amor,  igualdad; hermanadas. La escuela sola, no puede, no es sustituta, es complementaria.

Creemos que hay un camino distinto para cada uno de nosotros, y nadie debe obligarnos a ser iguales; lo distinto en SENDEROS es el comprender que hay reglas generales de convivencia, y existen las concesiones individuales de acuerdo al grado de crecimiento de uno y otro.

Ustedes que creyeron en nosotros, gracias. Sin ustedes los padres y su asociación, sin ustedes alumnos y profesores senderistas, SENDEROS no sería lo que hoy es.

Entonces, también debo decirles que: Si nos hubiesen dicho de antemano que hoy ustedes estarían con nosotros, que íbamos a crecer humanamente, integralmente, que la semilla sí iba a dar frutos; que íbamos a poder conocer personas tan integras, tan buenas y nobles de espíritu, nos hubiésemos preguntado por qué no lo hicimos antes, por que esperar tanto, por qué no nos dimos cuenta antes?

A ustedes compañeros de aula, sepan que es mucho lo que se les ha exigido, pues es mucho lo que la sociedad les va a pedir; el mundo del mañana amanece más áspero y rocoso que el que nosotros ya hemos recorrido.

Nuestro último consejo, lo ponemos en palabras de Richard Bach:

"Os ordeno que seáis felices en el mundo, mientras viváis.

En el sendero de nuestra felicidad encontraremos la sabiduría para la que hemos elegido esta vida. Esto es lo que he aprendido hoy, y opto por dejaros ahora para que transiten por su propio camino, como lo deseen."

Senderos, caminos, vías todas con un mismo fin:

Ser autónomo:
libre;
responsable

Ser hombre con H mayúscula.

Usando de nuevo las palabras de Bach, me despido:

"Y ahora retorno al mundo cotidiano de
los hombres y las máquinas"


Santo Domingo, D. N.-

6 de octubre de l986.-

* Nota: En aquel entones quise decir por “pobre de espíritu” no lo que se entiende en el mensaje evangélico, sino una persona carente de razón existencial, vacío existencial, sin paz y armonía interna.
 JRR


SARAMPION

Carlos Augusto Agramonte Cuesta
Luz Delquis Alcequiez 
Zenaida Estevez Peguero
Enmanuel Ferrys Cosme
Priscila Rosa Bell González Cepeda
José Luis Mateo Minervino
Ariadna Astinez Minaya Díaz 
Felix Arutro Montes De Oca Caro

Francisco Javier Pou De Castro





jueves, 13 de junio de 2013

Reírme?...Yo?

Cuando me río los demás se extrañan  de que me haya reído, pienso que soy de los de cara dura.En cambio  si me conocen personalmente o sea, íntimamente, no socialmente,  se dan cuenta de una vez de que tengo la mirada no tan dura, no puedo decir que tierna, pero no tan dura;  la mano caliente, me sonrío a cada rato  por cualquier detalle,  ya sea una flor, una ocurrencia, un ave volando cerca de mí,  y me sonrojo con mucha facilidad, me pongo rojo como un tomate maduro a punto de abrirse.

El reír no me  es muy fácil.  Pero algo inesperado, fuera de lo normal me suele hacer que mi garganta reciba  aire a todo dar, porque cuando me río me río a carcajadas, a veces hasta se me va el aire y tengo que pararme y caminar;  aun las esfínteres no se han dislocado, así que no, no me humedezco.

Un chiste norteamericano me suele hacer sonreír, lo mismo me pasaba con algún humorista del pasado, me sonreía y dejaba de hacerlo cuando él se reía con la lengua afuera, pues ya el encanto del chiste se me iba y mi mayor sorpresa era ver que entonces,  precisamente cundo yo dejaba de hacerlo,  los demás comenzaban a reír.

En este fin de semana van a ser  tres años  que  no veo canal criollo alguno, excepto cuando hay una noticia importante o un discurso, cosas así, pero programas?, ninguno, por lo que estoy desfasado en cuanto a las nuevas caras del humor.

Hay personajes dizque chistosos, que me molestan,  tales como el  que denigra a una maestra o a un profesor, el que hace abuso y burla de los no heterosexuales, o de los incapacitados, o de los fuera de serie.  Hay comediantes que usan la burla a otros artistas  y yo los rechazo, no me gusta que se burlen de otros para tratar de hacer reír. Una cosa es imitar y otra es burlarse. La risa debe salir de adentro, por algo inteligentemente expresado, un trabalenguas como los que usaba Cantiflas, por ejemplo, aunque Cantiflas últimamente me hacia llorar,  como en la película el Embajador. Eso mismo me pasó con “boca de piano” en su película en la playa, lloré  o lagrimeé, no me reí.

El humor  inglés y el alemán, me hacen reír. Qué cosa tan rara! , el humor negro es el que me gusta. Tin Tan no me hacía ni mover un labio, ni un diente. Mr. Bean me encanta. Chespirito con sus ocurrencias por igual.  De los humorista criollos Cuquín es el que hace que mi boca se abra y pierda el control y llore de la risa, aunque no siempre.

Álvarez  Guedes, y La Suprema  Corte de mi juventud, esos aun me sacan,  aunque los oiga y los oiga, y los vuelva a oír;  me sacan.

Me gustaría reírme más, pero ni modo. Incluso he asistido a shows de supuesta pura risa y nada. El chiste  en que uno se ríe tres horas después cuando lo logra digerir y entender, ese es el que me gusta. 

A veces Tom me hace sonreír con su cariñadas ocurrentes.

Cuando los otros ven una foto mía riéndome piensan que estoy feliz, y yo más bien diría que estoy relajado y la paso bien. Los momentos  felices nunca me han hecho reír, pero sí sonreír para mis adentros y lo disfruto en mis muy adentros, como con un deseo de guardar para poder recordar ese instante que sé que no durará mucho, lo guardo;  luego lo recreo y me vuelvo a sonreír, quizás con igual intensidad y deleite. Soy un gran rumiador.

Sé que se ha publicado mucho sobre el efecto positivo de uno reírse para la salud mental y física, entiendo por tanto lo bueno de hacerlo, más no es algo fácil para mí, Puede ser efecto de la  crianza, pero mi hermana se ríe por todo y con ganas. No debe ser genético. Puede que sea por  la historia que me tocó vivir, pero otros la han vivido por igual y cantan, bailan, se ríen, hablan duro y yo no hago nada de eso, soy más de estilo monjil.

Un monje rumiador.

Por supuesto, soy pésimo contando chistes, aunque en confianza, soy burlón. Digo en confianza, porque yo soy tímido. Dichoso aquel o aquella a quien yo "relajo", pues indica de  mi parte, un mayor acercamiento o distinción afectiva.

Bueno,  seguiré tratando, todo es posible en la viña de aquel señor..


lunes, 3 de junio de 2013

No nos hace menos.


Cuando asomamos la cabeza por primera vez o nos hacen asomar la cabeza entre dos manos que nos halan hacia el mundo exterior fuera de nuestra madre con su calor y seguridad , solemos llorar. El aire entra en nuestros pulmones  como un huracán y por primera vez;  el dolor de recibir el aire y expandirse los pulmones es tan lacerante que  nos hace llorar. Es un  aviso de que lo que viene de ahí en adelante,  no es bueno,  el estar por aquí, digan lo que digan,  hay que llorar.

Luego si estamos mojados, sucios, con frio, con fiebre, con hambre  no sabemos otro modo  de pedir ayuda que el llorar y lloramos, gritamos. Normalmente vienen en nuestra ayuda, revisan y buscan solución, si hay que esperar por alguna razón nos cargan, nos hacen que dejemos de llorar, con susurros, cantos, abrazos, y puede que hasta nos acuesten sobre el pecho del padre o de a madre para que dejemos de estar intranquilos y de repente, nos dormimos. Todos felices.

Hay veces que aprendemos con el tiempo a llorar para conseguir lo que queremos o rechazar lo que no queremos como el comer lo que no nos gusta o en el momento que no nos interesa. Y ya ahí la respuesta de los que nos rodean nos es de tanto amor y dulzura, sino de amenaza, de hacernos callar como sea. Ya somos más grandes en edad y se permite menos el llorar, se toma como una falta de “carácter” , como una forma de chantaje, de  comprarnos y los adultos no quieren ser comprados  y mucho menos ser chantajeados  y de esa manera, pero adoran ser “comprados” con un cariño, un abrazo de repente, un beso sin razón. Ese chantaje sí.

Lentamente dejamos de llorar, qué pena!

Llorar es bueno, nos desahoga, nos limpia los ojos, nos hace más humanos, más sensibles, más en empatía con la realidad. El dejar de hacerlo, nos endurece, nos amuralla, nos aparata del mundo.

¿Por qué no enseñamos a llorar? ¿Por qué no enseñamos que no nos quita nada el llorar, no nos hace menos, ni  nos feminiza a nosotros  los varones?

Si supiéramos llorar, los dolores se limpiaran, rodarían por nuestras mejillas. Nuestras penas se irían, se agilizarían, se remontarían al olvido, los hemos borrado con nuestra propia agua salada.

Nos han enseñado a no llorar, a tragarnos las penas, a romper la puerta, la pared, pero no a llorar. Nos han enseñado a romper los vasos, la vajilla, el carro contra un poste, pero no a llorar. Nos han enseñado a no dejar ver los ojos aguados, o rojos, o a gemir en medio del hablar y tener que respirar hondo  para no volver a ser aquel que sacó por primera vez la cabeza al mundo inseguro.

Debemos empezar  a enseñar a llorar. Eso nos alivia, nos hace más humanos.

Es bien, como dicen en el campo,  el que salga su lágrima en una película, en una canción, en un recuerdo, pero no solo ella, sino él y ella., eso no nos hace menos, quizás nos haga más.