QUINTA GRADUACIÓN DEL COLEGIO “SENDEROS”
Presidente de la Asociación de Padres, Sr. Rafael Corporán de los Santos
Pasado Presidente de la Asociación, Dr. Sócrates Cuello
Representantes de Centros de Educación Amigos de Senderos
Padres, amigos, graduandos, estudiantes, familiares hoy reunidos
Un nuevo año académico que termina, el séptimo de Senderos y para algunos de
ustedes el sexto. dentro de nuestro colegio.
Hoy no solo es el acto final de año, la graduación de los estudiantes de cuarto
de secundaria y la presentación de los recién alfabetizados; sino ante todo es
el día del educador. Día de ese ser ignorado, olvidado y degradado, dentro de
nuestra actual sociedad.
Digo actual, pues en el ayer decir Maestro
era decir lo más grande, tanto así que al hijo de Dios hecho hombre le llamamos
maestro; a todo ser que tenía algo que enseñar, con reverencia le decíamos maestro.
Nosotros los educadores por vocación y no por necesidad o por accidente sentimos
más de cerca esta actitud tan despectiva hacia nosotros.
La educación de nuestros hijos no es valorada por todos. Es fácil gastar en
menos de una hora en una cena de cualquier restaurante o cafetería el pago de un
mes de escuela.
Es fácil dar al médico por una consulta el pago de la mitad de una
mensualidad en una visita de no más de 15 minutos, o dar al psicólogo por 40 o 50
minutos contados la mitad de un mes de estudio en una escuela privada. Es fácil
pagarle al mecánico, al electricista, al plomero en 60 minutos lo que un profesor
del Estado gana en un mes.
La buena educación es costosa. Las buenas universidades son costosas. Son
costosas, pues si se desea mantener un profesorado entregado a la institución,
sin tres tandas: mañana, tarde y noche con la madrugada para preparar clases, lo
cual dudamos que puedan hacer, corregir tareas, y pruebas con el cansancio de
todo el día, evidentemente no existirá una verdadera objetividad en el trabajo,
y las correcciones serán un acto mecánico de poner números sin evaluar.
Un profesor en un centro educativo promedio debe hacer las tres tandas para
llegar a un sueldo promedio de RD$1,200.00 pesos al mes, sueldo hoy sustentado
por cualquier personal de oficina en menos tiempo de trabajo y responsabilidad
espiritual y moral.
Los adelantos del hoy exigen preparación constante y además estar provistos
de la información a mano y hoy todo es más costoso y, por tanto, la escuela
debe proveer dicho material al profesor para que no se quede atrás, así como el
tiempo hábil para que pueda utilizarlo y hacerlo parte de su ser.
La misión del educador es de orientar, ayudar a crecer, fundamentar o crear
la zapata moral y cognoscitiva que perdurará toda la vida.
El educador más que nada es un sembrador de ideas y no un transmisor de
conocimientos puro y simple sustituible por un televisor o un casete. Estamos
hablando de ideas y de pautas existenciales que potencien la altura del hombre.
Debemos valorar a estos hombres y mujeres que han hecho de su vida un acto
continuo de sembrar ideas.
Como decía Martí, el Apóstol, trinchera de ideas valen más que trincheras
de piedras.
Hoy es un buen día para recordar esa parábola que retrata a todo verdadero
educador, la del sembrador.
Diría así, San Mateo en el Capítulo 13, versículo 3: -
Un educador salió a dar clases. Y al hablar una parte de sus palabras
cayeron en el camino; y llegaron los ratones y se la comieron. Otra parte cayó
entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa palabra germinó pronto, porque
la tierra no era muy honda; pero el calor del egoísmo, al salir, la quemó y
como no tenía verdaderas raíces la tostó.
Parte de las ideas cayeron entre espinos y los espinos crecieron y la ahogaron
a base de copasos, y polvillos raros.
Pero otra parte cayó en buena tierra abonada desde la familia, con buenos genes,
y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien gramos por semilla, otras
treinta y otras setenta. Los que tienen oídos, oigan.
Como saber si yo soy terreno fértil, buena semilla; el mismo Mateo nos dice:
No arranques la mala hierba, déjala crecer juntos hasta la cosecha, entonces
cuando hayan crecido se arranca la mala y se quema; si se arranca ahora puede
que arranques la buena pensando que era la mala,
Graduandos, la hora de la cosecha llegó. Ahora sabremos sus padres, y
nosotros quien realmente es buena hierba y como realmente es el terreno donde
las ideas, la semilla sembrada ha reposado esperando este día de liberación de
la primera adolescencia.
Permítanme hacer un recuento de las ideas que hemos tratado de sembrar a lo
largo del sendero de estos años.
Nuestra meta es de ser hombres autónomos, guiados por nuestro propio discernir
dentro de un marco de altruismo, amor y relación social.
El ser autónomo supone el haber llegado a ser una persona disciplinada, organizada,
con control de su persona y, por tanto, de conocimiento de su propio yo y de
sus circunstancias. El ser autónomo ha conllevado el no dejarse arrastrar por
nada que subyugue, llámese sexo, droga, amistades que impidan nuestro crecimiento
interno, noviazgo tipo refugio emocional, matrimonio por huir de una situación
dada.
El hombre y la mujer autónoma no hacen uso del amor por puro placer, sino
como instrumento de darse, entregarse.
El ser autónomo no necesita de elementos externos para sentirse bien, lo
consigue con la amistad, el intercambio personal, compartiendo con las personas
que quiere y ama. No necesita refugiarse en nada, ni buscar bastones.
El hombre autónomo no es plástico, pues plástico es quien imita a los demás
en la fabricación en serie. Se es uno mismo tratando de ser mejor cada día
siempre, sin compararse con otros sino consigo mismo en la etapa anterior,
aprendiendo del pasado y proyectando el futuro.
Nosotros debemos ser hombres que den luz a otros, ser dirigentes y líderes
en nuestro medio, asociaciones; hacer uso del voto y, si es posible, ser
candidatos que impidan que los hijos de la guerra nos obliguen a vivir en
guerra y que los hijos de la miseria nos mal gobiernen, nos mal dirijan. Un puesto no asumido por nosotros es un puesto
que un hijo de la miseria gana en su afán de hacernos a todos igual que ellos; miseriosos, sin futuro, sin cultura y
educación, sin libertad, dentro de un marco de violencia, irrespeto y miedo que
es el único que conoce, pues nacieron y vivieron en ese ambiente y no comprenden
que hay otros como nosotros que hemos aprendido a vivir con la frente en alto,
soñando en el nosotros sin olvidarnos de nuestra felicidad personal, y familiar. Ustedes tienen un país, una bandera, un
himno, una cultura; ámenlas, hónrenlas, siéntanse orgullosos de ser
dominicanos.
Senderos, el Colegio, ha sido un camino que ustedes han recorrido; a veces
solos y otras ayudados por nuestra mirada, guiño de ojo, o por nuestra violenta
voz. El camino lo han hecho andando, quien se detuvo, tuvo que cambiar de
sendero, de colegio.
Confiamos que cuando miren hacia el pasado quede en ustedes más elementos
agradables que tristes, queden recuerdos con lágrimas en los ojos de añoranza y
placer interno. Dios quiera que ustedes
sepan valorar el esfuerzo que hemos tratado de realizar como sembradores de
ideas, como corresponsables del crecimiento personal de cada uno de ustedes. Confío
que el día de mañana nosotros también podamos sentirnos orgullosos y podamos
decir este fue nuestro alumno, y parte de nosotros está en él.
LIC. JORGE R.
RUIZ
SANTO DOMINGO, D.
N.
30 DE JUNIO 1989
PARANOIA 1988-1989
Bolívar Emile Batista Lemaire
Lorraine Altagracia Bautista Nicolás
Ana Cristina Corporan Caimares
Edgaar Ramón Del Orbe Muñoz
Danerys Deschamps García
Cesar Miguel Ginebra Santana
Miguel Eduardo Guerra Rodríguez
Karina Holguin Veras García
Mariam Matías Meléndez
Mayra Fernanda Mejia Larrauri
Lucia Méndez Alvarado
Ángelo Menicucci Padilla
Carlos Rafael Núñez Logroño
Juan Bautista Peña Cabrera
Giselle Altagracia Pichardo Ortega
Randolph Ricardo Pimentel
Carmen María Rodríguez Hazim
Carlos Augusto Rodríguez Sánchez
Manuel Emiliio Sánchez Nova
Chadd Miguel Valdez Chapusseaux
Pedro Pablo Vega López
José David Vietes González
Gaspar Antonio Vilchez Lara
Jessica Zapata Silvestre
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario