miércoles, 11 de noviembre de 2015

Sobre los consejeros escolares. # 221

Casi todos los educadores  buscamos contribuir a la formación de un ser humano integral, un   ser que pueda potencializarse al máximo por si mismo.

 Laboramos por su éxito personal como persona, como profesional, a nivel académico, y  como ente social  productivo, como ente social en armonía y paz con su entorno y consigo mismo.

 Dentro de la maquinaria educativa es a nosotros los consejeros escolares a quienes más se les responsabiliza del alcance de  estos logros por parte de cada uno de nuestros alumnos.

Trabajamos para que nuestros estudiantes .adquieran las actitudes,  habilidades y destrezas necesarias y sean personas de bien en su hogar, escuela y comunidad, pensando en su inserción futura a nivel laboral y social. Trabajamos con los valores, esa parte espiritual de uno, construyendo la parte humana. Prevenimos posibles problemas en el camino siempre como guías no como policías, 

Soñamos con un ambiente solidario, de empatía a la problemática de los menos afortunados a nivel local, nacional y global

Nuestro trabajo es tanto a nivel grupal e individual, de tu a tu, de compañero de viaje en la vida de ese otro ser frente a uno, nunca de conducir a los mismos, respetando su individualidad, buscando su desarrollo a una autonomía en progreso constante, por ser todos nosotros  productos no acabados.

Buscamos el que todos vivamos dentro de un marco de convivencia pacífica donde reine el respeto y la tolerancia, respeto a la diversidad. De ahí el trabajo en el manejo de conflictos y en la toma de decisiones libre e independientemente. Valorando la criticidad y la creatividad y colaborando con  la autoestima de todos los que nos rodean.

Aprendemos, nosotros los orientadores, que es precisamente en momento de crisis y dificultades donde somos más útiles, pero también es el momento en que nuestros estudiantes crecen, se desarrollan, se hacen más mujeres y hombres, más responsables. Somos enemigos de las sanciones y quizás por eso somos llamados como consejeros ante un conflicto disciplinario, pero no nos hacen partícipe de las decisiones al respecto, al igual que no nos suelen llamar a opinar sobre aspectos administrativos;  no obstante, cuando la dirección de la escuela se ausenta, nos dejan a nosotros “la papa caliente”.

Nuestra labor como orientadores coincide plenamente con la misión de AFS como organización educativa dentro de un marco de aprendizaje intercultural donde la Educación es experiencial, no se crea, no se adquiere, se basa en la propia experiencia de la persona.

A veces se nos olvida que cada hogar tiene su cultura propia y la mezcla de estudiantes de distintos hogares, zonas y regiones nos obliga a tratar de nosotros mismos de aprender a cómo lidiar cada caso, cada persona.


El mundo se achica, y las migraciones son en general nos enfrentan a situaciones no antes vista donde la necesidad de comunicarnos adecuadamente es primordial para entender y hacernos entender. 

Comprender a los otros sin caer en estereotipos adecuándonos a cada estilo de comunicación. 

Trabajando, quizás no del todo conscientes, y  edificando un ambiente de convivencia de ciudadanos globales.

sábado, 24 de octubre de 2015

Elecciones del 15 del 5 # 220

Hace mucho que no escribo para el blog. Lo único que me viene a la mente es el tema de la política. Lo enmarañado que está todo.

No tengo ahora mismo la más ligera idea de a quien darle mi voto a nivel municipal y del congreso, no hay nada claro aún, pero me gustaría votar por un congreso que pudiese  hacer un cambio significativo entre los jueces y ver si podemos luchar alguito contra la corrupción, o a favor de la claridad y honestidad en la cosa pública. Yo nunca he votado por partidos, sino por personas quienes entiendo son capaces para actuar por mí. No siempre he acertado.

Cuando camino por las calles de la ciudad pienso que me gustaría ser regidor para encargarme de un pedacito de la ciudad y ponerla como una tacita. Sin botellas plásticas regadas, sin basura acumulada, cada frente de casa o negocio responsabilidad de los que la habitan o regentan. Recoger todo todos los días. Pensar en el ornato.   ¿Con qué fondos? Con el salario que uno devengaría de una acción que antes era honorífica, y no sé cómo se cambió la idea de servir a la comunidad, por el de servirse. Yo sé que hay brigadas para todo eso que mencioné, pero parece que en papeles, pues todos los días veo lo mismo.

Parte del asunto es la falta de educación ciudadana y que las autoridades mismas, paradas en las esquinas, son los primeros en tirar al piso sus colillas, sus cáscaras de guineo y botellitas plásticas. 
 
Si cada regidor se dividiera la ciudad en una parcela de su responsabilidad, todo pudiese fluir, pues todos somos compromisarios. Pero yo no soy de partido alguno, ni voy a dedicar lo que no tengo para eso, así que es solamente un sueño, como muchos otros que uno hace despierto. Pero me entretengo cuando camino pensando en cuantos reciclables se pudiesen dar que pagarían el mismo servicio de ornato y salubridad.

A nivel presidencial, puedo decir sin rodeos, que he defendido la acción gubernamental de Danilo Medina. Que aún espero que personas dificultosas de saber adecuadamente la procedencia de su buen vivir permanezcan en las esferas de poder y no se les haya tocado. Que aun espero acciones más drásticas en lo referente a la deuda increscendo que se da en cada período o no de presupuesto de la nación. Que aún hay mucho por hacer, quizás excepto en educación con el 4% y las construcciones y más construcciones de escuelas y estancias, así como las visitas sorpresas, las autovías hacia el este y el 911;  no me he percatado de que se haya hecho “lo que nunca se ha hecho”.

Confieso que yo era un voto seguro para Danilo en el 2020, si todavía yo respiraba  para ese tiempo. Pero en el 2020, no ahora.

Se me cayó todo al  cambiar la ley, la constitución para poder ser candidato 4 años antes de tiempo, para repetir. Y ahora ya sé por seguro que NO votaré por él, perdió mi voto. Entonces qué hago, pues quizás bote mi voto. De los siete candidatos existentes al día de hoy tengo preferencias por tres. En orden serían Minou, Guillermo y Hatuey. Me dirán que ninguno llega, y es posible, pero mi voto ahora no es contra algo, sino a favor del respeto a la ley, la cual Balaguer dijo que era un pedazo de papel; a favor de ese librito que Maduro no se cansa de enseñar en su país, la Constitución; en este caso la  del 2010. Puede que aún me queden los bríos constitucionalistas del 65, cosas…


Si los mencionados se unen entre sí, podrían hacer un buen nicho de poder político. De los otros tres candidatos, uno ni sé quién es, y los otros dos necesitan juventud a su lado, bríos nuevos.  Pero el 15 del 5 me veré peleando con una boleta que traiga un ayuntamiento humano, un congreso limpiando la justicia y compactando territorios, y un ejecutivo que cumpla lo que dijo. 

domingo, 28 de junio de 2015

¿Los dominicanos seremos así? #219

 Para mí, uno de los grandes problemas que tenemos como pueblo dominicano es nuestra identidad, el reconocernos como pueblo distinto y único; de ahí que trate de pensar sobre el tema  bajo ciertas características distintas a las que hasta ahora he utilizado en otros escritos.

Al pensar en nosotros como pueblo,  debo decir que  en la gran mayoría de su gente somos como describo más abajo, no digo que todos somos así, porque siempre hay excepciones en toda regla y además, somos una mezcla única. Estos serían los puntos que entiendo relevantes desde mi punto de vista:

Etnocentristas, centrados en nuestra propia etnia,  más aun por el hecho de ser  isleños;  somos de comprensión superficial sobre otras culturas distintas a la nuestra,  aunque estén al lado de uno en la misma isla.
El turismo por tanto lo vemos como un beneficio económico personal, no como un proceso cultural de entendimiento y compenetración. Nos acercamos al turista previendo una dádiva, una visa o una forma de salir de nuestras propias circunstancias. Eso no elimina nuestra tendencia a ser acogedores, buenos anfitriones y un poco serviles.
Nos es difícil reconocer como bueno y positivo otros gustos en la comida y reconocer otras formas que nos ayudarían a crecer y evolucionar.

Somos de hecho multiculturales, pero no lo aceptamos y lo entendemos de ese modo; tratamos de disfrazar algunas herencias que pudiesen alejarnos del mundo europeo, este último es el que solemos preferir y es un orgullo el tener un segundo pasaporte, siempre que este sea de España, Francia o Italia y su “blanquitud”;  o de USA donde muchos fueron a nacer y regresar de una vez para tener derecho a ser- tener esa ciudadanía. Remanentes culturales de los 30 años de dictadura donde no se aceptaba el negro detrás de la oreja y nos blanqueábamos la cara con cremas y/ o polvos y talcos. Dejamos de ser mulatos más o menos obscuros o claros para pasar a ser indios de infinita capacidad de clasificación según fuese nuestra tonalidad, el tipo de pelo,  nariz y labios.

Tendemos al uso de estereotipos más que a generalizaciones de forma tal  que todo ser  de ojos alargados es  chino;  los rubios con piel “lechoza de leche” sin color , son gringos;   todo el que sea del mundo árabe es turco;  los cubanos que hablan gritando,  bailan de todo y bien;  los mejicanos siempre están llorando sus cuitas;  y así seguimos con cada uno de los países y regiones incluyendo los nuestros como los de Baní los cuales suelen ser duros de codo, los del Cibao esplendidos, los del sur tímidos al dar, los del este viven la buena vida.

De Alta distancia del poder, esto significa que los que son líderes hasta de un colmado están en su esquina y no se mezclan con el resto del mundo y todo el que está cerca sentado a ese ser que es líder en el momento, está en el círculo de poder y por tanto es usado para llegar al líder real y sabe que por estar ahí ya es visto como partícipe del poder mismo.
Contra más lejos estés del círculo de poder, peor estas dentro de la sociedad. Todo el mundo usa al “amigo del amigo” o “enllave” para abrir puertas. Usamos la tarjetica de algún militar, o sacamos a relucir nuestro apellido y parentesco con algún funcionario. “Usted no sabe con quién se está metiendo!, ni quien soy!”
Al jefe no le gusta juntarse con todo el mundo, pone barreras, estamentos. El jefe de algo no tiene que rendir cuentas a nadie, no tiene que decir por qué hace x o y, incluyendo en el hogar a la esposa. El jefe es jefe y punto.
Los gendarmes a su alrededor no son más que formas de hacer ver su poder, su capacidad de mando de hacer lo que desee.

Colectivistas, no somos individualistas en nuestra mayoría. Solemos pensar en nosotros y nuestra familia, nuestra comunidad, pero no solo en nosotros. Lo que hacemos lo hacemos colectivamente,  y ya otros se hacen parte del proceso o de festejar solamente en el final. Predomina el nosotros más que el yo. Nos es más importante quedar bien con los que nos rodean, que el tiempo que se pueda “perder” en ese quedar bien con los demás.

Machistas con niveles altos de violencia hacia la mujer según sea la educación de los hombres  mismos, pero con alto valor a la mujer como figura maternal. Normalmente la madre es el centro real del hogar, más aun en cuanto educación y crianza de los hijos se refiere. Las mujeres siguen teniendo preferencia al entrar o salir de un lugar, a sentarse en el metro y no ir de pie. A ser invitada con gastos pagos. La modernidad va cambiando algunas costumbres, pero perduran algunos detalles. En el fondo somos más femeninos que masculinos en nuestras visiones y acercamientos a la realidad, en nuestra emotividad y solidaridad.

De orientación a corto plazo en los jóvenes en contraposición a los adultos mayores que no tienden a serlo. Vivimos el hoy, nos preocupamos por el hoy y para que ahorrar si eso conlleva pagar impuestos de lo que tú ahorras, para que hacerlo, mejor es comprar algo y luego veremos. No voy a alimentar al gobierno con mi ahorro para que luego lo derroche. Es posible que lo compre fiado,  lo pague o no, pero mientras, lo disfruto.
Compro una vivienda no para vivirla siempre, hasta la eternidad,  sino como inversión. El vehículo debe ser vendible antes de comprarlo, para cuando desee cambiarlo o tenga que salir de él.
Nuestros mayores eran los de ahorrar para un envejecer mejor, en su casa propia y con unos chelitos*, lo  mínimo que no haga a uno sufrir en el envejecer.

Tendencia al presente, centrados en el presente.

Existe una ambivalencia entre los urbanos  que suelen ser más extrovertidos y confiados, que  los rurales y suburbanos quienes son más introvertidos y desconfiados. Traen su visión del mundo a la ciudad al ellos migrar; pero el urbano tiende a ser más aislado del vecino, mientras  el rural crea toda una gran vecindad a su alrededor no importa que sea un edificio de apartamentos.
El urbano es de pocos hijos, y de una familia extendida corta; el rural es todo lo contrario donde existen los hijos de solo la madre, de solo el padre y de ambos. Es normal decir que fulano es hermano de madre, pero mengano es hermano de padre y el primero es más hermano que el segundo por ser el de la madre, punto de unión familiar.

Comunicación de alto  contexto en el momento;  antes de darse la relación o después del primer contacto se tiende a hacer uso de los medios sociales de comunicación, a relacionar familias y personas como una forma de complementar la visión e información que tengamos de una persona.
Se utilizan las anécdotas, las historietas personales vividas como una forma de darle carácter a lo dicho, a lo planteado. Se adorna con gestos, el sube y baja de la voz, entonación, golpes a la mesa y cuanta forma exista de comunicar una idea.
Uso de elementos no verbales, gestos, sonidos en la comunicación habitual. Uso de atributos de los animales al momento de describir a una persona.

En nuestra mayoría somos policrónicos, manejamos varios asuntos a un mismo tiempo, estamos aquí y logramos dominar nuestro medio ambiente de un reojo. Realizamos nuestro trabajo y llevamos la vida de todo lo que nos rodea. La radio hablando es parte de nuestra conversación, nuestro trabajo, nuestro andar. Los jóvenes cambian la conversación radial por música continua que los acompañe.

Somos en nuestra mayoría grandes invasores del espacio personal del otro en el momento de conversar, sentarnos, relacionarnos. Si no nos acercamos no estamos en nada.

Esa es una descripción somera de nosotros mismos, pero ¿qué opinas al respecto?  Siempre es bueno oír otras voces y autoanalizarnos para poder conocernos, y aceptarnos.

Desde que ando en AFS INTERCULTURA mi vocabulario se va modificando y mi visión de algunas cosas también, nada es estático, todo evoluciona, y yo también.

*, nombre popular a los centavos, que ya no circulan, referente al  dinero dominicano, 100 cheles = un peso.

viernes, 8 de mayo de 2015

Salgari, Emilio Salgari # 218

Los recuerdos son algo no controlables, surgen, brotan, se hacen sentir sin piedad, arrolladoramente hasta quedar uno perplejo de como mis canales grises aun guardaban esos detalles, todo con sólo leer ese fin de semana un nombre, Emilio Salgari.

En la isla tenía mi cuarto con su minúsculo  balcón del cual entraba y salía de la casa sin nadie  percatarse, más aún porque mi habitación daba a la calle y estaba en un medio piso por lo que desde fuera se veía mucho más arriba que el portal, aunque no lo fuese, y me brindaba una especie de escalera su pasamano con sus hierros inferiores, sosteniéndolos.

Esa habitación fue mía desde que mi hermana cumplió años, no sé cuántos eran, y allí caí, en la oficina de mi papá en la casa o estudio, por lo que a la izquierda estaba mi cama, mesa de noche y radio, muy importante el radio, también estaba mi escaparate de ropa; y hacia el frente de la cama, un poco escondida por la pared que sostenía la puerta, el escritorio que usaba mi papa los sábados junto a mi máquina de escribir Underwood. En la otra pared, la del balcón,  un mueble de cristal donde estaban los libros que mi padre había ido guardado con el tiempo. Todo era de madera caoba, menos la mesa de la maquinilla, la cual era de metal. Esa habitación me lucia inmensa en aquel entonces, pero cuando la visité hace unos años, no lograba entender cómo todo lo que les narré cabía en ese espacio y aún había baldosas, sin nada sobe ellas,   para poder  trasladarse de un lugar a otro.

Allá, en el estante,  se encontraba un álbum de fotos diminutas de los países del mundo, en blanco y negro, por supuesto, pero lo que sí estaban a color eran las banderas de todos los países del mundo a la fecha. Eso de “a la fecha”, pues no sé si era en los 50 ‘s que yo vivía o en los 40’s en que él comenzaba su vida familiar.

En ese álbum reconocí los colores de cada bandera, sus diferencias y me las fui aprendiendo una a una. Cosa por la que aún soy fanático de las banderas. Me las encuentro majestuosas cuando ondean y se dejan mover por la brisa. Me deleita su sonido, al chocar con la furia del aire, de su cordón con el asta o de ella misma como si quisiese abrir vuelo hacia los cielos.

No sé por qué, y pienso que ya lo he dicho anteriormente, la bandera roja, bien roja, con su águila de dos cabezas, negra, bien negra en el centro,  representando al pueblo de Albania y su capital Tirana,  nunca se me ha olvidado, y nunca ha dejado de ondear en mi mente. Sí, también me aprendía las capitales de los países junto a las banderas. Cosas de mi edad en aquel entonces, hoy las buscaría en googles y no las guardaría en algún recoveco cerebral, quizás, no estoy seguro si hoy me interesaría como antes fue.

En ese armario había una colección de más de dos docenas de libros pequeños, forrados minuciosamente  de un papel color cartucho o funda de papel de bodega o colmado. Cada libro tenia imagines pintadas, no fotografías,  de barcos, piratas, bucaneros, espadas anchas y espadas largas, en Las Tortugas o en el norte de África, de guerreros altos y negros de color, invencibles y el héroe de la serie, no recuerdo esa parte, su nombre, suelo ser malo para los nombres. Leí que era Sandokan en el escrito que les refería al principio, pero no me es reconocible, no logro ubicarlo en ninguno de mis recovecos lineales en curvas  grises que se atiborran en mi cerebro.

Recuerdo que no dejé un solo libro vivo y vivía viajando dentro de sus páginas. Quizás mi furia interna se disipaba con las guerras, los pleitos y todo ese mundo imaginario creado por Salgari y sudado, sufrido por mí.

De pronto, volví a viajar, me dio nostalgia de la isla, de mi barrio, de mi balcón, de mi cuarto, de los libros de aventuras y de mi papá sentado en su escritorio los sábados en la tarde mientras yo me recostaba en la cama oyendo  mi radio Krammer, la emisora, y mi libro; de cuando en vez una palabra entre él y yo. Ya más tarde, los de la pandilla me llamaban y salía a reunirme con ellos, bajando por el balcón. Mi padre seguía con sus números y yo con mis amigos, que hoy sé, que eran compañeros, no amigos; excepto mi padre que siempre ha sido compañero y amigo.

Aún huelo el estante de caoba al abrirse, aún siento el papel liso de los forros de cada libro, aún vienen imagines de los trazos de los dibujos del  artista que dibujó las escenas, aún me veo montado en un barco velero dando tumbos en la mar. Aún se siente esa  brisa de nostalgia moviendo mis propias banderas.



lunes, 27 de abril de 2015

Nos arropan.

Nos arropan, es un hecho. Donde quiera que uno visita, camina, anda por esos campos, por esas calles y avenidas, ahí están. Muchas veces los reconocemos de solo verlos, por su piel, su forma de vestir, la forma de recoger el cabello de sus mujeres, la blanca sonrisa de sus dientes; otras veces nos es difícil identificarlos, no sabemos si son o no son, hasta que hablan con la rapidez de una ametralladora.

Me he dedicado a observarlos cuando camino y noto que tienden a estar en grupos, no solos. Pero lo que más me llama la atención es que siempre los veo trabajando. O subiendo blocks, dándole a la mandarria, hacienda mezcla, vendiendo algo en la esquina, ya sea esquimalitos, tarjetas de llamadas, frutas, dulces, algo.

Si es en  la acera te venden café, empanadas, víveres, frutas, flores, chicle, mentas, agua, refrescos.
Visitas un edificio y quien cuida y limpia es uno de ellos.

El punto es, que los veo produciendo, buscando su sustento y me imagino que el de otros más. No están sentados, esperando “lo mío”, que le den, ellos se la buscan. No están sentados esperando sin más como otros hacen.

Hice un brinco en mi mente y asocié este ¨arropaje¨ cultural con el que sufrieron los antiguos habitantes de Miami, Miami Beach, Opalocka, Hialeah, Coral Gables, el Kendal incipiente, Coconut Grove, Miami Springs, todo un conjunto de ciudades las cuales lentamente se han ido juntándose una a otra para formar lo  que hoy llamamos el Gran Miami.

Imagínense esos latinos impetuosos, que hablan alto, que les gusta sus tabacos, su ron, su jugar domino y siempre están trabajando y comprando propiedades y poco a poco ellos son más y esos latinos que no sabemos por “que carretera entran” como diría un senador de USA en aquel entonces, nos van arropando. Ya no es la calle 8 su centro de operaciones, sino La Flagler llena de oficinas de grupos revolucionarios dicen, y luego la Brickel, la Coral Way y la…

Poco a poco solo se oye hablar en castellano y aparecen las tiendas que dicen “aquí se habla inglés”. La radio, la televisión, la prensa lentamente pasan a ser de ellos o por ellos, al frente  de las cámaras o detrás del micrófono. Su música inunda las calles, su rumba contagiosa avanza de calle en calle.

Surgen los hijos de estos latinos mal hablados y las escuelas se llenan de ellos. Las autoridades tienen que aprender el español y empiezan a contratarlos en sus oficinas para poder atender a esos latinos que no hablan inglés. Los carteros, los policías, los choferes de autobuses empiezan a tener la tez más oscura y los ojos menos verdes o azules.

Oímos que muchos de esos latinos son parte del ejército que va a Viet Nam, y luego son Marines y Coast Guards, o en el Navy, en la Air Force; pero ya el inglés de ellos al hablar es mejor y casi todo lo dicen en ese idioma anglosajón. Los adultos tratan de mantener su religión y costumbres y les cuesta entender la transformación que sus hijos van teniendo que les empiezan a decir “mom”, “pa”,”daddy” y no saben que es a ellos a quienes  llaman los más jóvenes. Surge un spanenglish donde  les cuesta hablar sin el ah, ah, entre frases.

La cultura y costumbres de esos latinos arropadores de pronto han sido arropadas por ese grupo inicial que decidió  aceptar esa “invasión” de trabajadores y de emprendedores, pero que ellos eran ellos y debían por tanto, todos esos latinos hablar su idioma y  celebrar el día de los veteranos como ellos, después de todo ya ellos tenían cuerpos en Arlington Virginia por igual; que los Reyes Magos no se celebraba, sino Santiclo, y el día del trabajo no era en mayo, sino en septiembre, y, y , y; se creó una fusión donde ya nadie discute que esos bocones están ahí, con su bandera azulada al lado de la de las 13 rayas. Las dos están ahí. Una simbiosis digna de ser estudiada. El pez grande aprendió a convivir con la sardina y la sardina creció y lucia como si fuese el pez grande.

Ya hay posible candidato a la presidencia de uno de sus hijos, otros ya han sido alcaldes, diputados y senadores a nivel estatal y nacional; jefes de la policía, jueces, …; en fin ya todos son parte del mismo Sistema.

De pronto regresé, me había olvidado de un hecho que cambia todo. Aquellos latinos habían logrado su independencia geográfica, política y económica de Europa. Acá había sido precisamente de esos oscuros de piel de quien uno se había separado y constituido en nación independiente y la historia se olvida, pero siempre hay mitos y leyendas que se repiten y repiten y uno olvida que fue precisamente el lado español quien invitó al lado francés a ocupar el territorio después de ese intento fallido de finales de 1821.

En el fondo percibí que mientras allá, en la tierra de los pantanos, se hizo una fusión donde la bandera de las 50 estrellas prevalece sobre todo; aquí se tiene miedo de que nuestras costumbres y cultura no sean lo suficientemente  fuertes y seamos nosotros los que  tengamos que hablar otro idioma, entre otras cosas.

De pronto sentí pena, lástima, no sé ya cuál es el epíteto que mi grupo natural usaba, pena o lástima, de esos blancos ojos claros cuando nosotros latinos mal hablados y bulliciosos empezamos a llegar poco a poco hasta convertirla en algo de uno, sin ser de uno. Cuando muchos de ellos optaron por emigrar y dejarnos el espacio, su espacio; error histórico.


 En menos de 50 años, todo fue consumado, el ¨arropaje¨ y la fusión. Solo en 50 años, medio siglo, todo sucedió.

domingo, 1 de febrero de 2015

Porque no me quedé en USA.

Cuando mi hermana y yo salimos de la Isla en mayo de 1961 y llegamos al aeropuerto de Miami con nuestro pasaporte cubano y visa obtenida en La Habana  de fecha 14 de septiembre de 1960, la cual fue revocada ese mayo 26, pasamos a ser exiliados POLITICOS.

Días posteriores se nos dió el PAROLE y así  poder permanecer indefinidamente en los Estados Unidos donde terminé los estudios secundarios en Belén School  en Miami, mientras  mi hermana continuaría  su vida  posteriormente en Chicago, Illinois; después que mis padres llegaran a la Florida en agosto de mismo año.

Siempre me he visto  como un exiliado político y por eso por tres años, 1961-1964 no dejé de hacer labor activa en contra de la revolución cubana. No entré a USA para quedarme, sino de paso, aunque el destino fuera otro.

Luego decido entrar  a la Compañía de Jesús en el 64 y nos dirigimos a  la República Dominicana haciendo uso por última vez de mi pasaporte cubano del 4 de agosto de 1960. Después  de esa fecha, siempre usaba un Documento de Viaje que debía ponerse al día cada año,  entregado por la República Dominicana a los refugiados según la ONU. Así viajé a Venezuela, Puerto Rico, Curazao y a los Estados Unidos nuevamente con sus visas correspondientes. Viajaba como lo que era, Refugiado sin Patria.

Esto significa, que al salir de USA en septiembre de 1964, dejé de ser exiliado y me convertí en un Refugiado según las Naciones Unidas. La Republica Dominicana me da el permiso de residir en el país, casi inmediatamente al llegar, como estudiante religioso en que me convertía. Nada me ataba a USA legalmente, había dejado de ser exiliado por decisión propia.

Ya en Venezuela se nos da residencia como ciudadano cubano y estudiante religioso. Al regresar a Santo Domingo en el 68 mantuvimos nuestro status de residente, pero siempre viajando con el documento de Refugiado de las Naciones Unidas.

Al dejar a los jesuitas, me faltaba un semestre para terminar la carrera de filosofía por lo que se hizo evidente de que debía quedarme en el país y terminarla, lo que sucedió en junio de 1970. Ahora no tengo a mano las cartas que le escribí a mi padre sobre el no quedarme;  al final,  él solo me pidió que pasase las navidades del 69 con ellos. Era una forma de que yo viese cómo vivían.

Ya al finalizar la carrera  sí vino la petición formal de mi padre de ir a vivir donde ellos a Chicago, lo que evité hacer y de haberlo hecho, sí me hubiese convertido en residente de USA.

Razones que pude haber tenido en ese momento:

1-      Era ir a Chicago, al frío, a lo desconcertante. Me veía en una fábrica trabajando, pues con un BA en Filosofía, poco se hacia en USA e iniciar otra carrera allá, tenia un costo que como familia no podíamos enfrentar. De hecho traté de estudiar Psicología en la UNPHU y no me cuajó; intenté  ir a Uruguay e incluso me entrevisté en la oficina de la Embajadora para esos fines, pero no se dió, e hicimos Educación con Orientación en Santiago.
2-      Tendría que alistarme en el ejército al servicio militar obligatorio que existía en aquel entonces y yo realmente después de la Revuelta de abril del 65 no era muy pro el gobierno  americano y si a eso le añadimos el sentimiento de traición por parte de ellos por lo  de Bahía de Cochinos y por la Crisis de los Cohetes, no estaba en mi.
3-      Era dejar lo conocido y agradable, por lo desconocido y no tan agradable. La ciudad de Santiago me abría sus puertas calidamente.
4-      Debía exiliarme otra vez después de entrar al territorio estadounidense. No existía la política “de pies mojados, pies secos” en aquel entonces.
5-      Siempre pensé en mi, no en las necesidades afectivas y existenciales  de mis padres.

Ya luego me caso y a los tres días mi padre muere. El posible imán afectivo que me jalaba, se había ido. Ahora era al revés, mi madre vendría a vivir  periódicamente conmigo meses más tarde.

En julio de 1982 Don Antonio Guzmán me otorga la ciudadanía dominicana, casi de inmediato saco mi pasaporte dominicano con el cual empecé a viajar no como un REFUGIADO  de la ONU residente en la República Dominicana, sino como todo un ciudadano de la misma República.

Con el pasar del tiempo mi carrera profesional empieza su ascenso y nunca se me ocurrió mirar hacia USA para vivir, solo para vacacionar; excepto en los dos últimos años de la presidencia de Hipólito Mejía que nos cuestionamos ir a Miami y contactos se hicieron. Pero comenzó el descenso de Italia con su enfermedad y todo quedó en un solo pensar.

Sabe Dios lo que  está escrito al respecto y la vida tome otro rumbo, pero por ahora en lo que a mi respecta, sigo viéndolo como un sitio para pasear y estar; y cuando mi otro imán afectivo se vaya, en este caso mi hermana quien es mayor que yo, pienso que pesan mas los hijos y los nietos que están por acá y no allá.






sábado, 15 de noviembre de 2014

Hay momentos.

Hay momentos en este caminar que uno desea no seguir caminando, detenerse, sentarse y ya;  hay otros en que aunque sea arrastrándose, se sigue; uno entiende que debe sacar de donde  parece no existir más fuerzas, el deber, la responsabilidad, la crianza, la educación, el bagaje te levanta cual bastón y hasta te sorprendes gritando a solas de dolor, un dolor existencial, visceral.

Siempre en el fondo de nuestro peregrinar la gran pregunta, ¿vale la pena todo lo que uno intenta hacer con sus posibilidades limitadas, muy finitas, extremadamente finitas?, y se ve uno  las manos no callosas, pero si arrugadas y sigue la pregunta dando vueltas, no se calla el gusanillo: ¿por una mejor sociedad anónima, pues es en abstracto?, ¿por un mejor futuro que ciertamente no veré?

Todo se hace más difícil al ir teniendo contacto con esa realidad circundante,  una sociedad cambiante que te choca y pega  como aire seco del desierto en el mismo rostro; cierras los ojos por instinto, y te encuentras  ahí  ante ti la pobreza, humana y pobreza del bolsillo, ahí esta en escalada la inseguridad física y espiritual;  ahí esta el mundo pragmático material y el tuyo chocando con todo tu ser,  por tu formación idealista e ingenua.

De pronto te topas y conoces gente como tu, no uno o dos, sino muchos, a lo largo del país, del planeta, en zonas  y regiones diversas, en situaciones distintas, pero  todos arando en arena, todos arrojando la palabra a diestra y siniestra, todos, solo  como coraza, el pecho y con una sola arma: las ganas de pensar que la humanidad es buena y vale la pena hacer algo por ella, no en nombre de un Dios o una divinidad, sino por ella misma, porque ella merece tu sacrificio.

En medio del dolor de tu espalda, en medio de tu lento percibir y percatarte  de que las fuerzas físicas aminoran con el tiempo, y a  tus rodillas  les cuesta levantarte; ellos con su sudor, con su existir diario solo  saben decir: no estas solos, somos muchos anónimos, y aunque no lo veamos, aunque no seremos testigos del mañana, si hay que seguir, si hay que seguir  serpenteando la tierra, seguir creando canales de riego, seguir arando con las uñas, pero seguir, solo eso,  seguir hasta que ya el cuerpo te diga adiós, o más bien sea el cuerpo el que te diga:” vete,  que ya no puedo más contigo, adiós” y entonces, en ese entonces digamos adiós, hasta la próxima y adiós, dejando atrás estelas en la mar