sábado, 25 de junio de 2011

Jorge Armando

Ese es el nombre de mi padre. Yo he encontrado tarjetas, medallitas con ese nombre y la fecha de mi nacimiento; parece que la intención era llamarme así, Jorge Armando y a última hora apareció el RAMON en lugar de ARMANDO. Mi padre fue quien me declaró, así que no sé de quien fue la equivocación.

Ese también es el nombre de mi hijo. Italia lo seleccionó. Ella es más tradicional que yo y entendía que el nombre tenía que ponerse acorde a la familia y que ese nombre era bonito, era de novela. De hecho mucho tiempo antes ya sabíamos que el varón iba a ser Jorge  Armando y la hembra, Farah María.  Sólo llegó el varón.

Quizás muchos no saben  que antes de nacer Jorge Armando (JA) ya habíamos perdido algunas barrigas y después de él también.  Hoy sabemos que eso es parte del todo de la enfermedad de Italia, el  Síndrome antifosfolipedo.  La más dramática de las perdidas fue cuando vivíamos cerca de la Bocha que el sangrado era tan grande que las toallas no daban abasto, llamamos a una ambulancia y en aquel entonces no existía Movimed, así que llego tarde, perdida, destartalada y me di golpes en las manos aguantando la camilla, pues no tenia como quedarse quieta, sin asistencia médica, ella y yo solos en la ambulancia con un chofer a la UCE.

Fue tan dramático que Italia me hizo buscar a Jorge Armando para despedirse de  él, pues ella entendía que no salía de esa. Me hizo prometer no se cuanta cosas y bueno, salimos, como en tantas otras situaciones similares.

No menos  dramático por las consecuencias  fue en Santiago estando en los Jardines; sucedió lo mismo, llamamos a Farah, fuimos a la clínica y ya,  nos quedamos sin Farah María.

Por todo lo anterior, Jorge Armando no es hijo único por nuestra disposición, sino por cosas de la vida, de la naturaleza.

Como ya sabíamos que iba a ser así tratamos de que fuese lo más independiente posible, lo mas él, y se tomó la decisión de que tan pronto supiese español, buscar una escuela donde él fuese la figura y nosotros los desconocidos, y así fue.  Se alfabetizo en Senderos y pasó al American School donde terminó su secundaria.  Ahí pasamos a ser  los padres de Jorge o del George.

Desde el quinto curso finalizado lo mandamos a Carolina del Norte a un campamento promocionado por la escuela para “gifted students”, al menos eso es lo que vendían y como su IQ o CI no es bajito, ahí se fue. Al principio llamaba a cada rato, pero luego ni se acordaba de nosotros. Allá aprendió que era alérgico a las picadas de abeja y la glotis por cerrar, y el aparataje americano llevándolo al hospital donde quedo solo y nosotros sin poder hacer absolutamente nada.

Todo lo hicimos pensando en que no debía lucir,  ser y actuar como hijo único. Pienso que nadie se da cuenta de que es hijo único de Italia y yo.  Puede que se nos haya pasado la mano en eso   de ser  independiente, bueno, honestamente, a veces quisiera que fuera menos, sólo un poquitico menos.

En la familia materna lo conocen por Kiko y sus primos le dicen Kikin.  Todo porque cuando era peque tenia como unas bolsas bajo  los ojos y yo le decía, tienes una bolsa como “Kiko the kangaroo” y de ahí nació Kiko e Italia era quien más usaba el mote.

Estando en esa casa cerca de la Bocha, en un cuarto con mis cajas donde estaba la cama de mi mamá, yo sacaba cosas para ordenar y él (JA) de pronto le dijo a la abuela delante de Italia y de mi, “abuela, este soy yo cuando tu me enamoraste” y señaló la foto de mi papá.   Hubo un gran silencio.  Italia, ni corta ni perezosa buscó una foto de mi papá con mucho mas personas  alrededor y le preguntó, ¿dónde estas tu?  El sin titubear dijo “aquí, papi tú no te acuerdas que yo te regalé una pelota cuando yo era tu papá?”  Más silencio.  Hubo una tercera foto y lo mismo. Menos mal que Italia estaba presente, pues ella no nos hubiese creído; en este caso ella lo supo por si misma.

  Bueno, no se habló más del asunto hasta mucho más tarde en que se le comunicó a Jorge Armando lo que había  dicho, ya con más edad. Cuando sucedió lo que contamos el andaba cerca de los tres años de edad.   Le dije, ya siendo adolescente, parece que tú eras mi papá y por eso a veces te equivocas y nos hablas como si fueses mi papá de verdad en esta vida.  Mandón.  Jorge Armando imitando a Jorge Armando.

Bueno esa es la historia de Jorge Armando y su nombre. ¡Que sorpresas nos trae la vida! 

Enero 02 2011    

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