miércoles, 7 de agosto de 2013

El silencio.

El silencio es dejar de decir, el no comunicar, el no hablar, la ausencia de sonido. No estamos acostumbrados al silencio, necesitamos el radio, la televisión encendida, el silencio no es parte de nuestra cultura actual. Desde que llegamos a la casa prendemos el radio o el televisor, o cualquier otra forma de emisor musical. Necesitamos sentir que alguien nos acompaña mientras conducimos el auto, mientras esperamos, nos ponemos los audífonos y nos aislamos. Ponemos sonido rompe tímpanos en el auto no importa que  todos sufran tu ruido. Contra mas alto y vibrante, mejor.

 En cambio,  el silencio  es la fuente de inspiración, es la fuente de la creatividad y quizás el único camino de saber que hacer, en un momento dado, escuchar nuestro  interior, escuchar la conciencia, escuchar el consejo de los que nos acompañan paralelamente en este viaje, escuchar los adentros de uno.

El silencio no existe, a no ser que callemos a nuestro propio yo hablando y hablando lo que si y lo que no, discutiendo conmigo mismo.  El silencio es una forma de entender el yo, el nos, el todo, el silencio nos da fuerzas, nos da esperanza, nos da energía que quizás de otra forma no somos capaces de entender y de tener.

El silencio  que invade todo, no es  soportado o aguantado hoy día, asusta; en cambio el silencio antes era la forma más fácil de comunicar dos seres que se amaban; se comunicaban en el murmullo,  en la respiración, en el sentir del corazón, en una simple mirada.

El silencio es la forma de escuchar lo que se desea que uno haga en el diario vivir. Es trasladar tu mente a ese espacio sin ruido que permita el que puedas captar el mensaje con facilidad y sin ambigüedad, con certeza de que ese es el mensaje. Debes saber que símbolos o signos están usando para mandarte el mensaje, de ahí el estar atento para sintonizar el canal adecuado, el canal correcto para  poder recibir y si es posible el  preguntar en búsqueda de una respuesta acorde a la vivencia o circunstancia del momento.

Hay un sonido en el silencio que debemos aprender a escuchar. Hay un sonido en el silencio del mar que debemos aprender a escuchar. Hay un sonido en el silencio de la naturaleza en su amanecer o atardecer que debemos aprender a escuchar. Hay un sonido en la naturaleza detrás de los cantos de las aves, de los grillos, de los gallos, del aire mismo al mover las ramas que debemos aprender a escuchar.

El silencio es saber escuchar lo que hay que escuchar, eliminando todo ruido innecesario que amordaza la palabra dicha por el silencio.



2 comentarios:

  1. Estas en lo cierto. Debieramos aprender a estar mas en silencio....

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  2. hola,me gustaria contactar con Jorge Ruiz, alguien sabe de un email para poder escribirte?? no encuentro ninguna informacion para poder contactar con el autor de este blog

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