viernes, 12 de agosto de 2011

Diversión


El otro día  me cuestionaron  sobre cómo  me divertía y me he quedado con esa pregunta dando vueltas en la cabeza y he llegado a la conclusión que soy más bien de pasarla bien, cómodo  en “contemplación”.

Lo que realmente más me gusta es una buena conversación, estimulante  donde uno aprende, se  abre un horizonte distinto, desconocido, te maravillas.  Si este intercambio va acompañado de su trago y su picaderita, mejor, pero no  es necesario.

Lo segundo es caminar por la playa, dentro del agua,  por la orilla. Sentir la presión del agua sobre los tobillos al caminar hasta que te duelen los muslos. Ver los  cangrejitos salir correr, esconderse. Sentir la brisa del mar, el  leve  vaivén de las olas.  Ver el horizonte cambiante. Sentir la tranquilidad que el mismo  paisaje te inspira.

Sentarme en los arrecifes y sentir como las gotas de agua caen como pequeñas espinas sobre el rostro. Con el tiempo salir empapado con ese  olor a mar y sabor a sal en los labios.

Una buena novela que desde que uno empieza te atrapa, te domina y  no puedes  abandonarla, desprenderte de ella; trata uno de dejarlo para más tarde, pero que va, la novela puede más que un  imán;   sigo y sigo leyendo hasta que los ojos se cierran de cansancio.

Un buen libro que me aporte algo nuevo, significante, no  repetitivo,  y con  información suficientemente apoyada en fuentes reales, posibles de verificación si quisiese.  No palabras bonitas que son sólo eso, bonitas, bien escritas, pero nada más.

Un oír música, de antes, de ahora, nueva, diferente, instrumental, cantada, clásica, moderna;  no importa,  pero  sientes que te transforma, te lleva, te oxigena, te nutre, te sube por las venas, la respiras, la lloras, la gozas, la sientes; se convierte en parte de ti y viajas como si estuvieses sobre una alfombra mágica.

Una buena comida, donde no hay sabores que sobresalgan, donde no haya durezas en la carne no importa cual; que no sepa a mar, a pollo, a becerro, a capado. Que me desafíe a saber cuáles son sus condimentos y yo tratar de copiarla, hacerla en un futuro y compartirla con quienes amas. Contra más  simple la comida, mejor.

Un buen vino, aunque no soy catador. Una buena bebida  acompañada preferiblemente de  una buena conversación.

Un buen tabaco que queme al unísono. Sientas su aroma y te traslade a una tierra, a un paisaje, a una naturaleza húmeda que quedo en el ayer, pero que día a día te carcome las entrañas  como buen hijo que nunca has dejado  de ser.

Una buena película o serie televisiva que te llegue a lo más profundo,  te haga volar, soñar, reír, llorar y después de terminar la sigues viendo en tu imaginación, rumiando sus palabras, escenas.

Lanzarle a mi inseparable Ton una y otra vez su pelota que el defenderá con sus patas y boca, pero  cuando no le haces caso te gimiera suplicándote que sigas jugando con él hasta que se cansa o yo me canso, o ambos nos cansamos y no damos más y nos echamos a dormir.

El cantar de los pájaros, el chillar de los grillos, la lluvia caer, el rio pasar; sentir la brisa chocando con tu cara y tu cabello moverse haciéndote cosquillas en la frente. Ese sonido trasladarte al no tiempo, al no espacio.

Sentarme sin hablar o hablando, a veces no hace falta hablar, con uno de los hijos o con todos o parte. Compartir la palabra o meramente compartir el silencio que no es silencioso.

Recientemente, hoy día,  ver la sonrisa de Jorge Eduardo, sentir su baba cayéndote, aguantar su cabeza  con la mía. Desear que pudiese recordarse de mi persona  y de esos momentos cuando sea mayor a sabiendas de que no será posible. Como dejarle el mensaje grabado en el subconsciente que ese era su “Avinu” y que no lo engavete en esa parte del cerebro llamado "olvido".

Así me divierto;  sin alboroto, sin bulla, siendo uno con la naturaleza,  compartiendo, siendo parte de otros… otros corazones siendo uno conmigo.

viernes, 5 de agosto de 2011

Felicitas, felicitatis

Todos buscamos nuestra propia felicidad. No sabemos a ciencia cierta qué es felicidad, pero la buscamos.

Pensamos que es un estado de tranquilidad, armonía, gozo, alegría, paz interna. Algo que deseamos que dure lo más posible, no cambie.  Sabemos que no es ansiedad, ni gritos, tristeza, ira, desasosiego, nerviosismo, depresión, sin sitio, angustia.

Algunos buscan la felicidad a nivel sólo físico como el comer, beber, sexo, dormir, hasta defecar y orinar que serian los Anomos. Otros buscan en la seguridad de estar con otros mayores que uno y seguir a pie juntillas sus indicaciones para no equivocarnos, ellos se equivocan, nosotros no, un poco de no ser responsable directo, estos serían los Heterónomos. Los que buscan su felicidad en el grupo de amigos, pandilla, el recordar, celebrar, hacer en grupo, estar juntos a los  de su misma edad, pensar, actuar; los Sociónomos.  Por último, los que encuentran la felicidad dentro de sí mismos y dándose a otros, trabajando por el bien común; los hombres de luz o Autónomos.*

Todos y cada uno buscamos estar bien, sentirnos bien dentro de la limitación o estado del momento. No ser carga para otros, no ver a los nuestros cercanos sufrir, padecer.

La felicidad absoluta no existe, es relativa. Es de momentos felices. Situaciones que provocan una sensación interna de paz, alegría, sosiego. Puede ser el exceso de trabajo y con eso uno sentirse realizado, útil, capaz y le da esa sensación interna de felicidad.

No considero  que el mucho jubilo, bailar, cantar sean muestras  de un estado de felicidad, sino de estar gozosos, contentos, algo más externo. La felicidad es más interna, en relación con lo que deseaba conseguir como meta, objetivo.

La felicidad no radica en tener dinero aunque este ayude a suplir las necesidades básicas de una persona incluyendo salud, futuro, riesgo, placer. Se puede ser feliz en la pobreza y conectarse con el universo, con la naturaleza, y sentirse realizado, en paz, en armonía.

La felicidad de otro  no es  necesariamente  la mía.  Cada quien tiene sus propios objetivos, gustos.

Todos estamos aquí para ser felices, realizados, pero no es un estado de vida perenne. Cuando la sentimos sabemos que eso es, logramos reconocerla. Puede que sea sólo estar en silencio contemplando la naturaleza, una mano agarrada real o imaginativa, de un amor o de un fruto de amor; una mano. Silencio, paz, armonía, gozo interno, una sonrisa,o  una lágrima que se desliza  mientras  dice gracias.




  * VER  lo publicado anteriormente sobre estas cuatro divisiones.


martes, 2 de agosto de 2011

Saludando a los presidentes.

"Saludando a los presidentes" fue un artculo muy corto que publiqué hace mucho en un periódico de circulación nacional referente a  la diferencia que yo senti cuando  en algún momento nuestras manos se juntaron.

En orden de periodo sería  mas o menos asi:

Don Juan, mirándote a los ojos, te estrecha la mano con fuerza, te hace repetir tu nombre y te pregunta de que parte de los Ruiz eres tú y por ahi sigue.

Balaguer, mano languida y triste hacia abajo. No oyes nada,

Jacobo, te conoce desde siempre, y tu eres su hermano, amigo más querido y pregunta por la familia entera la cual no conoce, pero tu crees que sí. Te quedas prendado de  ese ser.

Jorge Blanco, normal, polite.

Pena Gómez, no fue presidente,pero es como si lo fuese.  Una gran mano te saluda, por su tamano piensas que te va a apretar, pero no; su mirada no está contigo, mira todo a su alrededor, no sientes que te ha saludado.

Hipólito, una gran sonrisa, con una mano te saluda y la otra te la pone en el hombro, habla con todos los que  te rodean mientras te saluda y quizás tu eres parte de su chiste o comentario del cual todos se rien. Termina dándote palmadas en la espalda.

Leonel, nunca he tenido la oprtunidad de saludarlo,  pues cuando lo iba a hacer algo hizo que el cambiase de pronto su posición y me quedara sin mas, nadie se disculpó.

Danilo, aún no lo es y no sabemos si lo será. Ex alumno en Intec, saludo normal, con una risa de agrado o carinno, de pocas palabras. Te mira a los ojos como Don Juan. Parece tímido.

sábado, 30 de julio de 2011

Los Medios

En mi época de estudiante siempre me llamó la atención la radio, la televisión y la prensa.  Quizás  porque esos sábados que salía en La Habana con mi padre  terminábamos  en la agencia de publicidad donde él  trabajaba y  antes pasábamos por el canal 4 cerca de la Universidad, a la CMQ en la Rampa, por el periódico  El Mundo   donde me hicieron mi nombre en plomo, por donde se confeccionaba la revista Carteles y Bohemia, o  por Radio Progreso donde presencie cómo se hacía una novela en vivo con sus sonidos.

Al estudiar en el juniorado en Venezuela  nos ensenaron a escribir para   programas de radio y cómo funciona la prensa.  De TV no recibí educación.

Una vez quisimos tener un programa de música juvenil  en Radio Santa María de la Vega, pero no se pudo.  Luego pude acompañar a Herminio Alberti  en fin de semana a su programa de música  en Radio Santiago y en Color Visión del  Hotel Matum a leer las noticias de la noche. Sólo estar presente para mí era una bendición.

Como ven, lo mediático, como se dice hoy día, siempre tuvo su imán en mi. Por eso cuando en los 70’ Ernesto Devarés me invitó a participar de un programa juvenil los sábados en Radio Libertad, de una vez dije que sí. Tenía una sección que se llamaba “Seguimos Educándonos” y allá íbamos a grabar. Lo que salía por radio con leve modificación lo publicaban en el Periódico La Información los lunes. No se me olvida que cuando mataron a Orlando Martínez, Isidro Rodríguez profesor de matemáticas del CIET  y compañero me llamó asustado  y me dijo que  si yo estaba loco por publicar eso, que si no me daba cuenta de la trascendencia de la muerte de Orlando. Eso es parte de nosotros los idealistas que nos olvidamos de pisar  tierra.

Puede ser que por esa tendencia a los medios siempre motive  que hubiese un periódico estudiantil donde trabajé, tales como: EL LASALLISTA, CAMBIO,  JUVENTUD, AVANCE, INQUIETUDES, sin contar el Periódico AGORA UNIVESITARIO de la UCMM cuando éramos estudiantes que creamos junto con Mario Dávalos.  O el por que’ cuando estaba en INTEC  me encargaba personalmente de la publicación del Boletín INTEC e iba donde Dona Ninón  en Serralles a su corrección y a la Zona de  Herrera  donde lo imprimían.

Todo lo anterior es para que entiendan el gusto que nos dábamos saliendo al aire los domingos en CIET RADIAL por Radio Cibao en las afueras de la ciudad hacia el este,  a donde llegamos de forma gratuita gracias a la ayuda de Rolando Villamil. Las estaciones de radio tenían que tener un por ciento de horas a nivel cultural y ahí nos colamos. De esta emisora nos invitaron a salir un día que pusimos una grabación de las últimas palabras de Allende antes de suicidarse.

Nos quedamos sin lugar, pero Roque Candelario nos brindó una mano y nos abrió Ondas del Yaque; nos dió un apoyo total en cuanto a la grabación de las cunas de introducción, a cada sección; como si fuera algo suyo el programa. Teníamos una sección de música, de literatura, adelantos científicos, historia con su parte socio- económico y breves donde cabía todo.  Cinco secciones, una hora de programa. Nos reuníamos a mitad de semana para planificar lo que íbamos a hacer, luego cada quien hacia lo que se le pidió, algunos también salíamos al aire, otros sólo trabajaban  tras bambalinas.

Estar en un micrófono,  poder hablar y saber que alguien te escucha no tiene precio, como el anuncio aquel. No sabíamos la cantidad de oyentes, por eso teníamos concursos de entradas al cine (gracias a Mickey Lama)  para que nos llamasen y medir audiencia. El caso es que es una experiencia única y por primera vez me sentí “actuando” dejando de ser tan circunspecto.

Tuve la oportunidad ya en Santo Domingo por mediación de Diana Goris de ir una vez a la semana a la televisión en Color Visión en la mañana por  diez minutos a hablar de Educacion. Era un sacrificio, pero lo hicimos casi por dos annos. Ahí conocimos a Ricardo Winter, al  Doctor Sócrates Mañón quienes eran los que iban también ese día en otras secciones. Aún guardo grabaciones tanto de Ciet Radial como las de Color Visión.  Hasta mensajes de navidad por el Canal 9 hice, parte del figureo, que reconozco que no me desagrada para nada.

También  estuve con Magda Florencio, un amor de persona, y en otro espacio con el caballero de las corbatas; ambos  en Rahintel de forma esporádica; también gracias a Dania Goris.

En la época en que Lourdes Bonnelly tenía los domingos una amplia sección dentro del Listín Diario dedicado a la Educación (Listin 2000),  tratamos de colaborar lo más que pudimos, esa fue una bonita experiencia que no se ha vuelto a repetir en esa magnitud  en la prensa posterior.  Ahí nació la Semana de la Geografía la cual aún se organiza todos los años.

 Ya hace tiempo que no participo en los medios, ahora los medios son parte de mi diario vivir, solamente  como  un simple espectador.

10 de mayo de 2011

sábado, 23 de julio de 2011

Esperar.

Esperar es desesperante, des   espera  nte, ironía de la palabra.  Puede que esperamos antes de tiempo y por eso perdemos la esperanza, des. Como sea, la razón que fuese, ese es mi karma, esperar. No hay nada más difícil para mí que el esperar o la ansiedad que eso me provoca.

Esperar a que otros decidan, lleguen, llamen. Esperar a que otros vengan, se aproximen por tu centro de trabajo como si uno fuese  vendedor de tienda. Esperar a que al otro se le ocurra pagar para entonces  poder yo cumplir con los compromisos contraídos.   Uno queda mal si el otro no llega, y como confió en el ser humano en general,  termino quedando muy mal.

Esperar por el despertador para levantarnos y tratar de ser útil. Esperar que repartan los periódicos. .Esperar por el programa que deseamos ver. Esperar que llegue el “delivery” con la comida diaria. Esperar que el otro desee terminar su trabajo correctamente o que simplemente se digne a  empezarlo.

Esperar por un papel que debió estar antes, pero desde que hay excusas todos quedan bien. Esperar a que termine el día o la noche. Esperar a que el Amet decida dejarnos pasar.  Esperar a que recojan la basura que se ha amontonado en la Lincoln y si eso es en la Lincoln…!

Esperar que la planta de emergencia  prenda. Esperar a que el semáforo funcione. Esperar que el o la de delante termine su mensaje en el celular para que avance la fila del tapón.

Esperar a que mis ángeles guardianes me iluminen de qué hacer y no hacer. Esperar a que la divinidad no me desampare y yo sepa contar con ella. Esperar a que termine un día y empiece otro.

Esperar al lunes para saber si la lotto me hizo millonario. Esperar, a como es lunes, quién se excusa de dolor de cabeza, muela o estomago; a quién se le murió alguien en el interior y hay que ir a cumplir, y por tanto no van al trabajo.  Yo?, volviéndome  loco buscando sustitutos.

Leí que esperar realmente viene de esperanza y si es así, esperar  es tener la esperanza de que todo sea lo más normal posible, de que todo funcione, que haya agentes del Amet cuando realmente se necesitan y de a uno, no en montones viendo sus celulares mientras los choferes en sus vehículos  cruzan, doblan y hacen lo que les da la gana. Que los semáforos tengan todos los bombillos encendibles,  y no todos encendidos al unísono que uno no sabe cuál es el que toca, el que es, el que dice que podemos  pasar.

Esperar que la cajera deje de monear con los que le rodean y atienda a uno y cobre. Esperanza de que haya menudo en el banco porque la cajera del super no tiene. Esperanza de que no se toque tanta bocina por todo.  Esperanza de que seamos puntuales y las reuniones empiecen a la hora estipulada. Esperanza de que cierren la puerta de verdad a los que llegan tarde y no se quede en un tente ahí.

Esperanza de que se respete la fila, el orden de llegada y no del que más grita o empuja a pesar de los tickets con números. Esperanza de que el carro que se te metió delante el agente no lo deje doblar y le haga dar la vuelta. Esperanza de que seamos un país. Esperanza de que haya autoridad sin violencia. Esperanza de que haya autoridad, se vea, se sienta, que exista. Esperanza de poder ver y vivir todo lo esperado.  Esperanza de que se vuelva a las ideologías y no al dinero fácil.

Esperar a que haya casillas especiales en los bancos para los que llegan con bolsos y depósitos por más de una media hora. Esperanza de poder sentarse mientras esperamos nuestro turno. Esperanza de que la cajera no decida, cuando a ti te toca el turno,  irse a almorzar o cerrar la caja o hacer una llamada personal.

Esperanza de que el celular no esté primero que yo en una reunión, mesa, conversación, o actividad. Esperanza  de que los niños y jóvenes  compartan  contigo, no con sus juegos electrónicos. Esperanza de sentir que tú eres más importante que el Televisor encendido.  Esperanza de no perder la esperanza.


Nota:  AMET, policía especializada dedicada al control del tránsito metropolitano; de excelente función en sus inicios al ser creada con mentalidad civil, no militar.

viernes, 15 de julio de 2011

Saber

Tanto el que cree como el que conoce, sabe. No duda, sabe.  El que cree afirma que SI o que NO, el que conoce también hace lo mismo, afirma que SI o que NO. Ninguno dice: NO SE.

El que cree afirma basado en la confianza  que le tiene a la persona que le  contó, a la autoridad en la materia o en el amor u amistad que se profesan el uno y el otro. El ni oyó, ni olió, ni saboreo, ni vió, ni sintió; pero afirma.

El que conoce recibió la información directa por medio de uno de sus cinco sentidos, y afirma basado en lo que experimentó. Nadie le contó, él  lo experimentó, OBSERVO  de primera fuente.

Toda nuestra educación está basada en el creer.  Sabemos que nuestros padres son nuestros padres porque nos lo dijeron.  Iría un poco más lejos;  nuestros padres saben que somos sus hijos porque dan por entendido que la enfermera o el médico no nos cambió o se equivocaron al colocarnos en la sala post natal. En el fondo, puede que sólo la madre sepa quién es el padre;  confianza, creencia.

No hablamos de fe religiosa, sino de creer, puro y simple. Aprendemos en la escuela un montón de cosas que nunca hemos  visto, las aceptamos porque creíamos en el profesor, en los libros, en lo que nos decían, no lo cuestionamos. Toda nuestra educación está basada en eso, recibir información de otros, vía internet, libros, revistas o por cuentos, de oído y la aceptamos como bueno y valido porque confiamos, no nos lucía que nos decían mentira. Si desconfiamos de la capacidad del maestro de turno, desconectamos o empezamos a cuestionar todo lo que dice e incluso dejamos de estudiar su materia.

Hay otras cosas que las sabemos porque las hemos probado como el frío de un helado, el calor de una café recién colado, la dulzura del dulce de leche, el olor del cilantro, la tonada que diferenciamos de una bocina de otra. Experimentamos, asimilamos y quedan grabados en nuestro disco duro, sin percatarnos, automáticamente.

Somos una raza de animales que se basa en la confianza para crecer, avanzar, progresar en el desarrollo de sus capacidades cognoscitivas y creativas. Nos montamos en un avión porque confiamos en la línea aérea, en quienes construyeron el avión, en las autoridades que vigilan nuestra seguridad, porque confiamos en ellos. Si desconfiamos, no nos subimos al avión por nuestra propia libertad, nos tienen que empujar.

Me tiro al vacío con un paracaídas porque confío en el equipo que llevo, confío en la instrucción recibida, confió en quien me acompaña en ese momento. Confío. No dudo.

Cuando dudamos de la opinión de un médico recurrimos a una segunda o tercera opinión antes de proceder a un tratamiento.

Nuestros hijos confían en nosotros y siguen nuestros pasos, e ideas, religión, actitudes; si desconfían  por nuestro mal actuar harán lo opuesto: “Si tú que eres tan religioso o de X partido haces A B y C, entonces yo evitaré ser religioso o de ese partido, quizás hasta sea enemigo de toda religión o partido de igual pensamiento por tu actuar y mi falta de confianza en ti.”    Credibilidad.

Conocemos el universo, los planetas, el cosmos, el fondo del mar, otros países, el pico de las montanas, el desierto… sin haberlos visitado, confiamos en la prensa, las fotografías, las películas, reportajes.
Pero no es lo mismo que me cuente el juego un liceísta a un aguilucho, o uno del Madrid a del Barsa. No es lo mismo la opinión de la revuelta de abril si uno fue parte de un comando a si  fue parte de San Isidro. Por lo que tenemos que tener presente que en toda historia, lo vivido tiene diferentes versiones. No debemos aceptar todo de todo el mundo por el simple hecho de estar impreso, editado.

Nunca olvidaré en 11vo.grado cuando estudiabamos “US History”,  al llegar a la parte de la Guerra del 98 con España el libro planteaba que el Maine, barco frente a la bahía de la Habana, había sido hundido por los españoles y esa fue la causa de entrar USA en la guerra. Nosotros estudiantes decíamos que esa había sido la excusa para secuestrar la revolución ya ganada y que fueron ellos mismos quienes lo hundieron quedándose luego con Guam y Las  Filipinas en el Pacifico;  Puerto Rico y Cuba en el Caribe. El colonialismo español dejaba de existir; se reforzaba el de USA.  El Padre Robinson sj no cedió;  nosotros tampoco. Luego, años más tarde, National Geographic  publicó que el barco fue explotado desde dentro, muriendo sólo los no nacionalizados americanos que servían en la marina en búsqueda de su ciudadanía,  y que todos los ciudadanos americanos coincidencialmente ese día tuvieron permiso de bajar a tierra.  Cosas de la historia, ¿cuál es la verdad? En el fondo vamos a encontrar verdades relativas, difícilmente absolutas.

Como toda  información y noticias que recibimos  vienen dada por agencias de cierta nacionalidad y poderío económico con sus propios intereses, tenemos que al leer, ver  y escuchar;   confiar y dudar. Quizás decir “según Fulano o Mengano”,  o como se suele decir    “Evangelio según Lucas…, Mateo…,”    AISEGUN dirían por el Cibao.

No obstante, lo que decimos, reproducimos, repetimos, y  sabemos por medio de otros es un acto de confianza de nuestra parte.  Hemos aceptado lo dicho, lo visto, lo oído, lo vivido  por otro  hasta el punto de que afirmamos con un Si o un No, no dudamos,  afirmamos. Si dudáramos no afirmaríamos, nos quedaríamos callados, o diríamos un  quizás, o no sé, o buscaríamos una pregunta aclaratoria en nuestra mente sin llegar a afirmar, aceptar y mucho menos repetir.

El confiar es parte de nuestra humanidad. El creer es parte inherente en el ser humano. La credibilidad es parte de la honestidad.  El dudar, el cuestionar  de vez en cuando es sensato.

  11 de julio 2011  

viernes, 1 de julio de 2011

¿Morir es inicio o fin?

“La vida es un himno, la muerte es una forma oculta de la vida. La vida no tiene dolores para el que entiende a tiempo su sentido,  del mismo género son la miel, la luz y el beso...! La vida humana no es toda la vida! La tumba es vía y no término. La muerte es júbilo, reanudamiento, tarea nueva.”  José Martí, apóstol  cubano 1853- 1895




v      No hay muerte...solo mudanza”   Facundo Cabral,  (cantaautor).

v      No me preocupa la muerte, me disolveré en la nada.
José Saramago (1922-2010) Escritor portugués.

v      "Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir."   
Federico García Lorca

 Marco Aurelio  (121-180) Emperador romano

 Desde que nacemos o somos gestados empezamos el camino a la muerte, es parte de la vida. Una y otra se relacionan, hay vida porque hay muerte y hay muerte porque hay vida. Es algo natural el morir, pero sin tan solo supiéramos que hay después o es que no hay después.


Cada instante de la vida es un paso hacia la muerte.
Pierre Corneille (1606-1684) Poeta y     dramaturgo francés.

Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor y poeta uruguayo.

La muerte no es más que un cambio de misión.
Leon Tolstoi (1828-1910) Escritor ruso.

Si no hay después,  la muerte es fin, se acabo, pero si hay un después es inicio del después, pero ¿como es el después?   Si es mejor que estar vivo, ¿por que hay personas que le temen tanto?  Y si no hay después ¿para que luchamos, vivimos?, debe existir una razón. Lo que le da sentido al estar vivo no es la muerte sino la vida después de la muerte, si esta no existe, terminemos todo esto, total que más da.

                Si no conoces todavía la vida, ¿Cómo puede ser posible conocer la muerte?                                             Confucio (551 AC-478 AC)         
He meditado a menudo sobre la muerte y encuentro que es
 el menor de todos los males.  
 Bacon
Quizás no he descubierto el por que existir, mas aun después de ya haber sido útil, haber sembrado, posiblemente haber cosechado. Si ya hicimos, ¿por que permanecer?

Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia por lo que
la muerte nos hace pensar de la    vida.
Charles de Gaulle (1890-1970) Político francés

Si tenemos conciencia es para algo, por algo, debe haber una trascendencia.  Cada vez oímos mas de los guías, de los guardianes, del cruzar la luz. Todo eso nos da esperanza a que hay algo más. Tantas personas diciendo lo mismo o es mentira. ¿Por que no cruzar cuando uno desee al  libre albedrío? ¡Ábranme la puerta, me quiero ir, ya se acabo, me oyen, la puerta, por favor!

¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte.
Marlene Dietrich (1901-1992) Actriz y cantante alemana.
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No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda.
Woody Allen (1935-?) Actor, director y escritor estadounidense.

Se me enseñó que en filosofía había dos caminos, los que creían en lo trascendente y los que no. En el mundo existencialista al cual siempre me incluí, admiraba a Sartre y a Camus, pero no seguía sus pensamientos derrotistas.  Era  de los “idealistas” según algunos,  de los creyentes.

La gente nunca esta convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, solo si te mueresAlbert Camus.
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Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente
sería una burla cruel.     Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio
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La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor.
Séneca (2-65 a.C.) Filósofo latino


Pero no cabe duda que la muerte sigue siendo un misterio. Nuestras vidas son como la de una flor que se marchita y pasa a ser abono de otra planta y punto, o hay más. No es que uno quiera mas, no es que no desee aferrarse a la vida, no es eso, solo es una curiosidad.

Nada más natural y más simple que creer que el hombre muerto no es nada;  nada mas extravagante      que creer que el hombre murto vive aun.
  Marques de Sade.
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Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.    Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego
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Algo hay tan evidente como la muerte y es la vida.
Charles Chaplin (1889-1977) Actor y director británico.

Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte.    
    Blaise Pascal (1623-1662) Científico, filósofo y escritor francés

Entiendo que somos cuerpo cambiante y desechable, somos alma energética que nos hace accionar y como toda parte de la materia se transformara, somos espíritu aglutinador de nuestras acciones con capacidad de trascender y mente, sabiduría acumulada en un cerebro que al ser parte de mi cuerpo dejara de almacenar información y esta se perderá en el espacio y tiempo.

La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la  muerte es, nosotros no somos.”        
   Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.
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“Ni temas ni desees la muerte”.     
  Marco Valerio Marcial (40-104) Poeta latino.
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“Morir no me gusta para nada. Es la última cosa que hare”.
 Roberto Benigni.
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“Solo se muere una vez. ¡Pero es por mucho tiempo!”

Moliere   (1622-1673) Dramaturgo francés.

"Los muertos son perfectos, no tienen defectos, … sino porque la realidad de la muerte es tal, que sólo queda el ser humano, sólo, hermoso, en su lucha por la vida..." (autor conocido).

19 de Junio del 2011