sábado, 17 de mayo de 2014

El D R E

Si hay cosas que  hecho en mi vida o he sido parte de ellas,  esta quizás es de  las que no me arrepiento haber vivido y reconozco desde el hoy hacia el ayer, que realmente  marcó mi rumbo futuro;  en un  inicio  fue en la isla y más tarde en el exilio al sur de La Florida.

En la isla.

En 1960, en una fecha posterior a la explosión en la bahía de La Habana del barco francés La Coubre, mi amigo inseparable de aquel entonces y unos dos años mayor en edad, Luis Iglesias Alonso, quien  estudiaba en el colegio Belén y hoy reside  en España ejerciendo  como doctor en medicina,  fue quien un día sin más me cuestionó  si quería ser parte del Directorio Revolucionario Estudiantil, grupo de estudiantes en contra del giro que la revolución estaba tomando.

Al contestarle afirmativamente pasé a ser el delegado estudiantil en mi colegio, The Phillip´s School en el reparto  Kohly, Municipio de Marianao, provincia de La Habana. Tenía en ese momento 13 años de edad. Y si, por supuesto, mis padres no sabían nada de lo que yo había decidido;  a veces pensamos que sabemos todo de nuestros hijos, pero no es así.

¿Qué hacíamos?, bueno, muy poco. Vendíamos bonos. Nucleábamos a otros como parte de la célula. Otro compañero cuyo nombre no recuerdo que vivía en La Sierra y no era de mi núcleo,   nos habló de darnos unas armas que nunca llegaron. Cuando se trató de hacer una huelga estudiantil en aquellas fechas, nosotros en nuestro colegio no la apoyamos, pues entendíamos que al ser el colegio americano iba a haber la excusa para intervenirlo y clausularlo. Incluso  hice una carta a la dirección para que supiesen que nosotros “defenderíamos” el colegio. Ahí se ve nuestra inmadurez e ingenuidad. Una vez, ya  en Miami,  Albor Ruiz me echó en cara este hecho, de no haber  participado en la huelga programada, nunca hasta ese momento, había pensado  que el Phillip´s era monitoreado tan de cerca por la organización.  Hoy día, me doy cuenta de que no era monitoreado por los universitarios, sino por las propias autoridades de la isla y que éstos me dejaron tranquilo por alguna razón que en el fondo hoy agradezco.

Justo antes de la invasión de Bahía de Cochinos, llamaron a mi casa para que fuese a un sitio a reunirme en la tarde, pero mi madre, quien fue la que recibió la llamada,  nunca me lo dijo, sino hasta ya estar en el exilio. Ese día tomaron preso a los pocos que conocía de vista o de oído incluyendo el que prometió las armas, mas no así a mi amigo Luis. Bueno, yo era delegado, él no, quizás por eso él no supo de la llamada tampoco, en cambio él sabia que el joven del barrio  La Sierra estaba detenido en el Palacio de los Deportes junto a muchos otros. Salieron en televisión las fílmicas de  los detenidos.

La invasión vino con su fracaso y victoria revolucionaria, el primero de mayo del 61 se declaran marxista leninistas y anuncian que todas las escuelas pasarían al estado y por ende vino al otro día  el proceso de intervención de las escuelas. Yo fui, estuve presente en la intervención, inocentemente pensando en ayudar a que no fuese fatal. Un día en Miami por el “downtown” me encontré caminando con la directora del área de español, Doña Luisa y su esposo,  quienes andaban tomados de las manos uno con el otro, ellos bastante mayores en edad; nos saludamos, hablamos, reconocieron mi intención, me dieron un abrazo y las gracias por el ayer. No he vuelto  a saber de ellos.  Ya  para el tiempo de  la invasión, la toma de los colegios y mi “chocar” con la directora y su esposo  en el centro de la ciudad, había cumplido los  catorce años de edad.

Cuando comparo los catorce de ahora con los míos, hay tanto trecho, o quizás realmente no lo hay y es simplemente  problema de perspectiva, pero somos mundos tan distintos, vivencias tan disímiles que nos hace reaccionar de formas muy, pero muy distintas.

En el exilio.

Mis padres nos sacaron de Cuba un 26 de mayo del 1961 por PanAm hacia Miami, un día después de que llegasen a esa ciudad los curas y las monjas, todos con sus sotanas; coincidencialmente vivíamos en hoteles uno al lado del otro en el “downtown”. Mi hermana y yo en el hotel America, y ellos en el Everglades.

En el exilio, mi amigo Luis que aún permanecía  en Cuba para se entonces,  me propuso en una carta que enviase el  visitar y ver al P. Luis Ripoll sj el cual estaba enfermo y así hice. Esa visita provocó que me diesen la posibilidad de estudiar en Belén de Miami ese mismo año.  El Padre Felipe Arrroyo sj me examinó oralmente y me entró sin más. Así de simple entré como becado  a Belén ese año académico al 10mo.grado. Esto me llevó a conocer mas tarde a Ricardo Rubiales Ros quien también terminό su “high school” en Belén. Ahora me hago consciente  de que con mi presencia pasė a ser cofundador del Colegio de Belén en Miami  en un piso alto de las instalaciones de la iglesia del Gesú  del “downtown”. Tres años más tarde, en 1964,  me graduaría dentro de esa Iglesia donde el obispo de la ciudad  nos daría la acreditación y de paso,  mi foto recibiendo el diploma de manos del prelado, la única, fue publicada  en el Miami Herald.  Al siguiente año nos pasaron a la calle 8 del SW con 10 avenidas,  si no me equivoco, y ya para entonces nos llamábamos “Jesuit Preparatory School”, aunque todos seguían diciendo, Belén.

Yo empecé a trabajar con la JEC, Juventud Estudiantil Católica, a nivel de ciudad, era su presidente, en la isla ya había estado en la JAC, Juventud Acción Católica. Pienso que eso  provocó quizás, que  se fijaran en mi y no recuerdo si Ricardín o alguien más me dijo que si quería entrar al DRE y como ya yo había estado en  el Directorio en La Habana de manera incipiente dije que sí de una vez. El Directorio me acaparó totalmente y pronto dejé la dirigencia de la JEC en Miami. El DRE era otra cosa.

Una tarde Ricardín fue a mi casa de la 10 avenida del SW y me propuso ser Tesorero de la PRE (preuniversitaria) y pasé a ser parte de la directiva, él ya era Secretario de Organización.  En ese momento yo tenía 15 años. 

Cuando Ricardín fue a estudiar a Washington lo sustituí en su cargo, ya yo tenia  16 años cumplidos  Estuve dirigiendo hasta el verano del 64 en que me gradué de “high school” a los 17 años y vine para Manresa Loyola, en Haina,  República Dominicana.

¿Qué hacíamos en la PRE?

Nuestro contacto inmediato  era Ernesto Fernández Travieso. Juan Manuel Salvat, el Gordo Salvat,  nos daba la vuelta a cada rato. El dirigente máximo en ese momento  lo era Luis Fernández Rocha.

La Casa Central estaba en Coral Way y la 3ra, nosotros los de la PRE luego tuvimos nuestro propio local en frente a la casa detrás  Tony Abella también tenía su laboratorio fotográfico. Recuerdo fotografiando un lapicero para simularlo como un cohete que aparecería publicado más tarde en nuestro periódico “Trinchera” como parte de la información sobre los cohetes en Cuba, por Pinar del Río, ya que teníamos la información, pero no así las fotos. Todo esto mucho antes de la crisis de octubre del 62.

Por  la impresión del periódico Trinchera fuimos personalmente varias veces a la imprenta de OFFSET, no recuerdo la razón, pero uno sentía que el periódico era parte de uno.

Vendíamos Trinchera todos los domingos en que salía su publicación  en las puertas de las Iglesias Católicas;  tenia una gran venta y aceptación,  máxime después del ataque al Blanquita por nuestro  grupo militar de los universitarios demostrando que se podía entrar y salir a La Habana sin ser detectado.

En el local mencionado teníamos nuestra oficina y un  salón donde nos reuníamos los viernes en la noche con charlas de formación, así como de planificación  y revisión de las actividades de cada semana. Como 50 personas todos de 15 o 16 años de edad comenzábamos recitando: “José Antonio Echevarria, presente” y luego  la lista  de los otros caídos  en Cuba,  y siempre contestado PRESENTE.

En algún momento en las tardes  nos enseñaron a armar y desarmar armas. Recuerdo una vez que fuimos al Everglades a probar una ametralladora de paticas y nosotros para opacar  su sonido tirábamos con las otras armas, 45, M1, Fal.  También nos enseñaron a usar C3, no había C4, para demoliciones de puentes, entre otros.

Por allá teníamos un personaje que se hacia llamar el Zorro. Norteamericano, como desquiciado, pero uno no sabia si era buscando información, o solamente medio loco. Se acercaba, husmeaba, pero nunca participó en nada.

A veces íbamos por las playas de Grandon Park donde  hacíamos una fogata, y  nos reuníamos con la intención de conocernos e integrarnos; una especie de Dinámica de Grupos. Albor Ruiz solía estar en estas. Ernestico inventó unas reuniones, que no eran de mi agrado para nada,  fuera del Directorio con algunos de nosotros;  la lectura del Kempis, en el fondo éramos posibles candidatos a novicios  jesuitas.

Muchos de nosotros participábamos los sábados en las reuniones de la Agrupación Católica Universitaria, ACU, en la 12 avenida casi calle 8 con el Padre Llorente sj. Se daba por entendido que si eras dirigente del DRE, eras de la ACU.  Había una igualdad  que quizás no era real, pero lucia ser. Pase, al igual que otros,   a ser congregante mariano con su medalla y todo a pesar de no ser universitario. Había noches en que también había cena y participábamos. En la Agrupación aprendí lo de “cara al sol con la camisa abierta...”, el nombre de Primo de Rivera; cosas de la Guerra Civil Española y la  extrema derecha. De ahí es que me lei los libros de Gironella, “Un Millón de  Muertos”, “Los Cipreses creen en Dios”.

Albor Ruiz no era católico y por tanto no participaba. El era de Matanzas,  sufría de epilepsia y poco sabíamos de su vida en si. Me dicen que luego se hizo católico y de la ACU. Otro que no iba a la ACU era Fausto Álvarez, el tesorero del DRE, él era totalmente diferente, siempre con su tabaco, risueño y embromando, fastidiando con sus chistes a todo el mundo, nunca le he dicho cuanto lo aprecio y no he dejado de hacerlo.

Los universitarios editaban todas las semanas el “Cuban Report” que nosotros los de La Pre nos encargábamos de su  impresión en mimeógrafo  de aquellos   esténciles que eran  “picados”  por las ayudantes universitarias, luego se empalmaban  las copias recién impresas, se grapaban,  se doblaban  y preparaban  para que fuesen enviados a los dirigentes de USA en todo el país, como unos 500 boletines promedio, las direcciones estaban pre impresas y se pegaban. Luego los llevábamos al correo cercano en Coral Way. Toda esa parte mecánica la hacia la PRE. El responsable del boletín, si no me equivoco era una persona muy callada y de muchos contactos,  un poco mayor al resto, su oficina colindaba con la de Ernestico; no recuerdo su nombre, pero le decíamos el General, quizás ese era su nombre real.

Tratamos de tener células estudiantiles en cada “high school” de la ciudad y luego en cada ciudad del país. Visitábamos los jóvenes que estaban en campamentos traídos por el sistema de “Peter Pan” como en Opa Locka y en Homestead. Tratábamos de darles seguimiento una vez al mes al menos, usábamos vehículos que nos habían asignado. En aquella época ir a uno de esos sitios era pasarse el día entero. No había autopistas.

En época de vacación escolar tratábamos de visitar los delegados de ciudades cercanas como Tampa. Siempre manteniendo la presencia, enviando propaganda. Una vez fuimos a esas visitas y de noche andábamos perdidos, éramos cinco, y la policía nos detuvo en el camino y nos condujo a un motel para dormir, al otro día nos esperaban para vernos seguir nuestro camino al norte. Andaba con nosotros uno que en esos días  había salido de Cuba clandestinamente, luego, mucho más luego,  se nos dijo que esta persona era un infiltrado en nuestra  organización mandado por el régimen.

Al ir JFK a Miami cuando llegaron los de la Brigada 2506 excarcelados de la isla a cambio de tractores y arados,  y se reunieron en el Studium “Orange Bowl”, el cual hoy ya no existe,  estábamos los de la PRE preparados para sacar unos carteles diciendo que nos había traicionado, en repudio; al final no se llevó acabo esa acción.

En el 62 un grupo de los universitarios fueron a Helsinki a una reunión de juventudes a nivel mundial y todo indica que les fue muy bien. En Trinchera se le dio amplia cobertura al evento y el exilio lo viό con buenos ojos;  yo diría que éramos los niños con pantalones  queridos y aceptados por el exilio en ese entonces.

Cuando la sección militar de la universitaria salió para el ataque al Blanquita, me dijeron que me quedara en la casa principal para cualquier cosa y así hice. El FBI fue, nos visitό, no había adultos, sólo yo. Revisaron todo, encontraron en el “basement” una lata de balas oxidadas y más nada que a ellos les interesara ver. Casi al rato, aun estando ellos en el local,  Delio González, a quien le decíamos “Top Secret” de mote, llegaba con el cañón utilizado en la acción militar,  en el baúl de un carro casi levantado del peso que tenia detrás. Pude verlo a tiempo, avisarle y siguió sin que el cañón fuese visto  por los agentes federales. Para ellos  yo era un chiquillo sin importancia que andaba por ahí.

Hubo un concierto de recaudación si mal no recuerdo con Fernando Albuerne el cual fue un éxito total de taquilla. Guantanamera estaba de moda. Nosotros colaboramos solamente en la venta de las boletas. Luego se me dijo que todo el dinero recaudado después de pagar local, artista y demás se tuvo que invertir en el pago por hospitalización  de algunos compañeros universitarios al ocurrir  un accidente  en la lancha “militar”. Todo esto se preparó después del Blanquita. Éramos los únicos que habíamos hecho algo significativo hasta ese momento, lo cual  ayudó a levantar la moral del exilio en esa fecha.

Humberto Medrano en su sección de periódico “Sin Patria, pero sin amo” hizo un articulo en agosto del 62 en honor al DRE: La operación pitirre y luego uno más tarde en septiembre del mismo año, Se vende un cañón de segunda. Guardo el compendio de esos artículos.

Cuando los cohetes de octubre de 1962 estábamos excitados, porque nosotros ya teníamos semanas diciendo que había cohetes en Cuba. Cuando JFK habló a la nación nosotros nos jactábamos que había usado los datos de un “Cuban Report” para avisar al país lo de los cohetes.

Después de octubre no recuerdo mucho si seguimos con el “Cuban Report”, pienso que menguó sobre todo por los acuerdos entre la URSS y USA sobre la isla. Luego ya  influyó  el asesinato de JFK en noviembre del 63. El desánimo vino, seguíamos reuniéndonos, pero nada  era igual.

Fui de los que recibí una cantidad de dinero mensual de la CIA. Los cheques llegaban por un monto  que nunca me fue mostrado, los firmaba y el DRE me daba una cantidad para vivir, la otra parte se usaba en actividades no aceptadas por los que daban el dinero.   Mis padres se habían ido a Chicago relocalizados y yo les había pedido quedarme en Miami por el DRE y terminar el “high school” en Belén por lo que vivía solo en un apartamento de la 10ma avenida del Southwest cerca de mi tía Georgina. Fausto Álvarez, como ya había dicho antes,  era el hombre del dinero y quien se encargaba de este trámite.

Cuando vinimos a Santo Domingo en el 64 trajimos muchos relojes para uso bajo el agua y hélices en mi maleta. Al llegar nos esperaban los compañeros en la aduana del aeropuerto Caucedo, hoy AILA y  entregamos todo lo traído  al encargado de aduanas en ese momento. El Directorio tenía una base de operación militar en la República. Nunca supe donde. Nosotros salimos del aeropuerto  sin más.


Hasta ahí mi participación con el Directorio Revolucionario Estudiantil, DRE, casi por cuatro años;  hasta septiembre 7 de 1964. 17 años de edad. Llegaba a Haina, Repύblica Dominicana.

viernes, 2 de mayo de 2014

El porvenir del pasado.

Vemos un pasado que nos luce presente, pero no lo es, es pasado,  fue, no es. La imagen del sol que vemos hace ocho minutos sucedió, la imagen de la luna que vemos hace un segundo paso, las estrellas que vemos en el firmamento hace años, muchos años que ya pasaron. Nada es presente todo es pasado.

La música que oímos de la radio hace segundos ya había sonado y si la dirigimos hacia unos altavoces o bocinas los segundos aumentan. No captamos en el instante sino después de que ya hubiese sucedido el fenómeno.

Lo mismo sucede con el olor, el perfume salio de su frasco y luego lo sentimos, no es ipso facto, hay un periodo de tiempo que ha transcurrido entre el paso uno y el paso dos. Podríamos añadir un paso tres, el que el cerebro lo traduzca, lo describa, lo conceptualice, lo clasifique, lo entienda y nos mande el resultado.

La nueva serie Cosmos en su  capitulo IV me ha hecho pensar. Captamos la luz de estrellas muertas, de fantasmas de una estrella, no de la estrella real, nada de lo que vemos en el cielo es real en el ahora, sino en el ayer. Todo lo captado es de un ayer.

Mas de una vez he frenado el vehiculo y luego me he dado cuenta de que lo he hecho y del por que. Mi ojo capto primero que yo algo y mando mensaje  al cerebro que hizo que frenase o moviese el guía de pronto. Por tanto hay un captar consciente que resulta más lento que la captación  inconsciente, dado lo anterior, el objeto de mi captación inconsciente es más pasado que la consciente.

No hay presente, sino un pasado en proyección hacia el futuro;  el presente es solo una ilusión óptica o visual, auditiva, sensorial.

Cuando nos preocupamos del presente realmente estamos ocupándonos antes de tiempo de lo que ha de venir, del futuro quizás basados en lo que ya sucedió y no podemos retroceder y cambiar, ya es pasado. Vivimos constantemente creando un futuro, un por llegar.

El concepto tiempo nos engaña y empezamos por tratar de no olvidar y nos metemos “en la esquina” para plasmar lo que aun esta fresco, mas  ya se van perdiendo detalles, esos detalles que eran importantes y ¡como es posible que no los recuerde!, lucho conmigo mismo para pujar el recuerdo de eso que era obvio y ya no lo es. Vamos quemando etapas, procesos y nos percatamos que unos van otros quedan, y hay cosas que se esfuman, ya no están, ni hay la motivación para recrearlas, ya, dejaron de existir, puff!!

En esa esquina que se olvidan las cosas, solo hay que llegar y al doblarla, se trasladaron a otra dimensión, a otro estado, a otra realidad inexistente para nosotros aquí en el ahora, que ya no es ahora, sino ahorita o ahoritica, o ahoritiquita. Y nos metemos de lleno “en el porvenir del pasado”, el fruto del pasado, el pasado que fructifica, el pasado que se quiere hacer realidad de nuevo y no puede, solo vemos la imagen en un espejo, su aparente realidad;  la izquierda es la derecha y la derecha es la izquierda y nos acostumbramos que es así, casi igual, pero no igual, es diferente en dimensión, hemos sublimado todo lo positivo del ayer y hemos obviado, enterrado en lo mas hondo lo que podría doler y preferimos que esa caja de Pandora no se abra, taladramos para que quede bien abajo, solo lo sublime surja, solo lo que aun nos da placer se refleje como arco iris, se nos humedecen los ojos porque el sentimiento permanece en nuestros corazones; pero ¿y esos detalles?, aun no los recuerdo, se han disipado, se han escabullido, ya no se reflejan en el espejo, se han perdido.

200 secretos  relatados  “en la esquina del olvido de dj” todo y gracias a la ayuda del  “pasado del porvenir de DJ”. Etapas que se abrieron y etapas que se cierran en este andar haciendo caminos, a sabiendas que la mar las ha de borrar.
“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.”
                                                     
                                                                Antonio Machado







miércoles, 23 de abril de 2014

Honestly

Dígame honestamente, sinceramente,  desde lo más profundo de su ser: ¿que usted se siente, cubano o dominicano?

Esta pregunta no es muy usual cuando proviene de una funcionaria de aduanas que te ha detenido para revisar tu equipaje al entrar a la ciudad de Miami,  equipaje el cual  aun no ha sido abierto ni parece que se pretenda hacer.

Pienso que el oficial de migración no entendía como por una línea aérea brazilera como es GOL llegaba a Miami un nacionalizado dominicano que iba a Hialeah porque en el fondo había nacido en La Habana y era cubano. El oficial hizo sobre el papel de aduana un gran uno con unos grandes círculos alrededor del numero, casi con saña, después que me preguntara a que me dedicaba y le dijese que era educador y cuestionase entonces las asignaturas que enseñaba. Yo le conteste que había sido director y que mi área eran las “Social Studies”, era en ingles que hablábamos, aunque el sabia perfectamente el castellano.

La conversación, algo larga diría yo, entre la funcionaria de aduanas y yo también fue en ingles; ella no entendía que un ser nacido en Cuba hablase el idioma sin problemas y además fuese educado. Cuestiono, con mi maleta cerrada frente a ella, mi educación, me dijo que los cubanos que ella había recibido no lucían educados y no les interesaba hablar el idioma. Ella había hecho un estereotipo del ser cubano y yo no encajaba.

Cuestiono por que iba a Hialeah y le exprese que al otro día era mi cumpleaños y pensaba  pasarlo con mi hermana que vive en esa zona tan peculiar para ellos. De una vez miro el papel que había llenado con mi fecha de nacimiento. Volvió a mirarme a los ojos e insistió en por que era la diferencia; solo se me ocurrió decirle que yo pertenezco al grupo de cubanos que salio de la isla al fracasar la invasión de Girón y habíamos salido por problemas ideológicos no económicos, como es el caso de los mas  actuales.

Como Ian iba conmigo o yo con el, también lo detuvieron, pero otro oficial que no hablo mucho, solo le saco de la maletita absolutamente todo. En ese momento le señalo a la oficial que me cuestionaba que el era hijo mío y nacido en Dominicana,  entonces en un perfecto español me pregunta: “el come habichuelas o frijoles” y yo ya en español le contesto; “el come habichuelas rojas, yo aun como frijoles negros” y se sonrío y me dijo, “por aquí el no va a encontrar muchas habichuelas rojas”.

Ya en ese punto de la conversación me pregunta que era yo realmente o sentía, cubano o dominicano. Me hizo la pregunta que yo mismo  llevo años haciéndola y ustedes saben bien que ha sido así a lo largo de lo que escribo en el blog. El misterio de quien fue primero el huevo o  la gallina; ¿por donde entra el agua al coco? Respire hondo, hice un silencio y le dije lo que siempre he pensado: “Aquí en USA soy dominicano, nadie me ve como cubano por mis gustos, mis actitudes,  forma de hablar, los temas de que hablo  y mi ver las cosas o creencias. Allá por mucho que trato de que se me vea como dominicano, sigo siendo cubano, me ven como cubano. En el fondo, pienso, que sigo siendo cubano dentro de mi corazón, pero no puedo dejar de ser dominicano.”  Difícil de entender, le añadí.

Ahí termino nuestra conversación, hizo el amago de abrir la maleta comprobó que apenas había algo guardado, de aquí para allá las maletas van vacías y regresan mas llenas siempre. Salí, ella ya se había volteado hacia su computadora y escribió, no se que habrá escrito, ¿mis dudas, mis ansiedades o las de ella misma? Ya Ian hacia rato había salido del recinto  y sentado cómodamente esperaba que nuestra conversación terminase y me uniese a el.

El tema haitiano nunca se queda fuera para los que vivimos en esta parte de la isla y salimos de ella, cuando uno entabla una conversación tranquila y pensante con otros que no viven dentro de la isla y  son como espectadores de alguna manera de nuestra realidad por el simple hecho de estar fuera. No fue una vez en esos diez días, fueron varias veces que lógicamente se me toco el tema,  se me cuestiono al respecto. En una de esas conversaciones,  desde antes de decir que los haitianos trabajan y andan por las calles de Santo Domingo como uno mas e incluso se reúnen en grupos frente a muchos edificios que ellos mismos cuidan como wachimanes sin armas, que las universidades católicas de Santo Domingo y Madre y Maestra estaban repletas de estudiantes de la parte oriental de la isla, que los hospitales, mas aun en Santiago, estaban casi llenas de mujeres haitianas dando a luz dada las condiciones de insalud de su país y todo era gratuito para las mismas, y por supuesto mencione a los dominicanos que están en esa parte oeste construyendo o reconstruyendo incluyendo mi sobrino y exalumnos queridos; antes de decir que había que recordar que este es el único país que se “independiza” de su vecino y no de una potencia europea; antes de decir todo lo anterior, empecé diciendo: “bueno, yo soy dominicano”. Confieso que después de esa “confesión” me quede tieso,  y medio en silencio, tome aliento y  pude proseguir. Me sorprendí a  mi mismo de lo dicho.

En una de las salidas que hicimos en esos días fuimos a comer pan con bisté, típico de la cubanidad, y mi hermana, mi propia hermana le dice a la dependiente: “hazlo bien, que ellos son de Santo Domingo y quieren comer  un pan con bisté de verdad”.

Comprobado, allá soy dominicano. Aquí sigo siendo el cubiche.


“Pero en todo lo demás estaba solo, y  yo se muy bien que cosa es el desamparo del desarraigo. Yo mismo a veces siento que no pertenezco a ningún sitio, o pertenezco a varios, soy como un rompecabezas que siempre se puede desarmar.” Leonardo Padura en la novela “Herejes”







jueves, 17 de abril de 2014

Se nos olvida

Ciertamente se nos olvida  que los cristianos se llaman así porque son seguidores del Ungido, del Aceitado, del Elegido = del Cristo.

Se nos olvida  que ese nombre le fue dado a Jesús  nacido en Belén, pues su padres tenían que cumplir con el censo mandado por  el emperador Augusto en todo el mundo romano y por tanto ir a su propio pueblo - madre para censarse, realmente no sus padres, sino su padre “putativo”, José,  quien pertenecía a la casa de David, no así su madre María.

Jesucristo, como hoy lo llamamos, adquiere el ser parte de la genealogía de la casa de David y de Abraham por su padre, o más bien,  por  el marido  de su madre cuyo padre a su vez fue Jacobo de la casa de David. (Ver capitulo Uno de Mateo en su evangelio).

María y José vivían en Nazareth en la región de Galilea y se trasladaron a Belén, pues fue en ese pueblo que había nacido el rey David y por tanto donde debían inscribirse por ser José descendiente directo de David, el rey.

Se nos olvida que Galilea pertenecía a Judea, a Israel por lo que Jesucristo nació judío, creció judío, fue educado judío, fue circuncidado judío, fue llevado al templo al cumplir los doce años como todo judío cuando  deja de ser niño y se convierte en un adolescente-hombre del pueblo de Israel.

Se nos olvida que Jesús  discutía desde niño con los rabinos y maestros;  que el conocía muy bien las escrituras hebreas, el Tora;  que su idioma al hablar era el arameo, pero leía el hebreo ya que los libros sagrados estaban también en ese idioma. 

Se nos olvida que Jesús, el Cristo,  cumplía la ley de Moisés la cual fue escrita por su hermano Aaron, ambos  recibieron las indicaciones de su Dios de como normatizar a su pueblo, el hebreo,  a raíz de la salida de Egipto, y entre estas normas esta el celebrar cada año el “Passover”, el “Pesaj” o el paso de Dios sobre las casas de Egipto. Esa noche  murieron todos los primogénitos que viviesen en aquellas casas cuyos marcos de las puertas  NO hubiesen sido pintadas  con la sangre del cabrito o cordero que se hubiese sacrificado y cocinado antes del  atardecer. Cabrito o cordero que todos los del pueblo de Israel luego comerían  acompañado de pan sin levadura.  Al amanecer del otro día, todos ellos salieron  de Egipto y cruzaron el Mar Rojo hacia la Tierra Prometida. Fin de la esclavitud en tierras del faraón.

Se nos olvida que a esa celebración nosotros le llamamos Pascua y en el Éxodo 12, 14 dice: “Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar  con una gran fiesta en honor del Señor”.  Precisamente eso fue lo que Jesús y sus amigos - discípulos hicieron, celebrar la Pascua ese jueves día catorce del primer mes de su año hebreo, no el nuestro que se confecciono mas tarde. No coinciden las fechas entre los dos calendarios, el hebreo siguiendo las fases de la  luna y el nuestro Gregoriano cristiano. Al ellos celebrar la Pascua se convierte  para  el mundo cristiano  en la  Ultima Cena, porque esa noche Jesús se despide de sus discípulos para  luego ser  apresado y  condenado.

Se nos olvida que por esa razón  los cristianos al conmemorar la Ultima Cena comen el pan sin levadura, lo mismo que hicieron y hacen los judíos para esa fecha.

Se nos olvida que Jesús oraba en hebreo, recitaba los Salmos y por eso ya en la cruz recita el Salmo 21: “Dios mío, Dios mío, ¿por que me has desamparado? ¿Por qué no vienes a salvarme? ¿Por qué no atiendes a mis lamentos?...”

Se nos olvida de que Jesús, el Elegido, el Ungido, el Cristo era judío y después de orar  en el huerto acepto la misión dada por su Dios “si es que esa era su voluntad”, (Evangelio de Lucas 22,42);  la voluntad del Santísimo, la voluntad del “Yo soy el que Soy”, la voluntad de Yahvé, la voluntad de su Padre. Jesús acato el mandato dado  con sumisión, se dejo llevar al matadero, se dejo insultar, golpear en silencio, sin decir palabra; igual que luego sus hermanos de tribu harían sumisamente durante el holocausto de la Segunda Guerra Mundial.

Se nos olvida de que Jesús era judío, vivió y murió como judío; lo que NO se nos puede olvidar en ningún momento es que ese Jesús resucito entre los muertos, estuvo en el mundo de los muertos y salio del mismo. Si esto ultimo se nos olvida o no es verdad, si descubrimos que no fue verdad lo que hoy creemos como verdad, su resurrección, “Vana es nuestra fe”.(1Corintios 15,14).  Solo tiene sentido el cristianismo como religión si ese hecho especifico  sucedió, si no fue así, podemos clasificarla como una buena filosofía de vida, como una buena orientación de cómo actuar en la vida como también hiciesen Buda, Confucio, LaoTse y otros en un pasado.

Se nos olvida que si bien la muerte de Jesús tuvo su importancia en cuanto a la  redención, esta carece de sentido  si no existiese la contra partida del vencer la muerte y resucitar.  

Nos fijamos en la muerte, en el día viernes,  nos quedamos en el sufrimiento,  el sacrificio cuando lo realmente  importante es el domingo, la alegría del domingo, del día del señor, pues ahí es que se cumple la profecía y no en la muerte solamente. Es con el vencer la muerte que Jesús, el Cristo, pasa a ser el Mesías del pueblo Hebreo.

Se nos olvidan muchas cosas, pero “eso” no puede dejarse de lado, todo seria una falacia desde el punto de vista cristiano,  nuestra fe carecería de sentido y por tanto todas las iglesias, no importa su denominación mientras se autollamen cristianas, estarían mandadas a cerrar, todas y cada una de ellas.

Que “eso” no se nos olvide.



jueves, 10 de abril de 2014

These eyes.

Una lluvia de pétalos acariciantes son lanzados con toda suavidad y delicadeza hacia un ser amado,  sea un bebe, una madre, un amigo o a cualquier  otro  ser querido digno de ser acariciado con flores imaginarias.

Puede también  expulsar cual pistola automática  clavos ardientes que te adhieran a una pared y quedes inmovilizado, inerte, sin palabras. Los ojos pueden pasar con toda o cierta facilidad de una etapa a otra, de pétalos a  clavos,  con un mero switch o resorte emocional.

Mucho hace aprendí que a los animales no se les debe ver directamente a los ojos; ellos  lo ven como una amenaza, una afrenta;  aunque siempre encontraremos su excepción a la regla.

Quizás esta sea la razón por la que  en algunas sociedades los adultos, las autoridades, los padres, los maestros  no permiten que los menores en edad o en posición dentro de la escala  social, les hablen mirando a sus ojos, lo ven también como una afrenta, una falta de respeto. Hay sociedades donde sus  mayores no han  evolucionado lo suficiente y aun comparten rasgos dentro de la escala baja de la biología.

Gracias a mi circunstancia histórica nací de unos padres y en una sociedad que era todo lo contrario, se veía como falta de respeto el hablar con alguien y no verle a los ojos. Cada sociedad, en su era o tiempo tiene su propia cultura que en el fondo debemos respetar, no todos somos iguales, yo no  me quejo de mi yo y sus circunstancias, las que me toco vivir,  crecer y pasasen  entonces a ser parte de mi yo interno.

Volviendo a mis animales. Toby era un perruno temido por todos los que pudieron conocerlo y de paso recibir sus colmillos en el calcañal al momento de partir o salir de la casa; todos le temían excepto  Italia, quien el era su adoración y compañero constante y fiel, su confidente; y yo era el otro que tampoco  le tenia miedo, pero lo tuve que domar, por aquello de no verle a los ojos. Tuve que recurrir al método del periódico dando sobre el piso, nunca,  nunca a el, para que Toby  entendiera que a mi se me respetaba sin gruñidos y amenazas, y que yo si podía verle a los ojos. Lo logre, pase a ser el jefe total de la manada de mi hogar.

Tom, también hizo sus amagos, pero abandono pronto su rebeldía o intento de supremacía y lo que mas le gustaba era que yo pusiese mi cara contra la de el, nos viésemos el uno al otro y siempre terminaba con una lengüetaza que me costaba esquivar y de una vez su cola movía y saltaba el todo de gozo.

Los animales no míos, los respeto y prefiero evitar la mirada, quizás por eso también suelo evitar la mirada de personas que no me son afines, no siento su carga energética positiva y enfilo hacia otro lado, prefiero mirar hacia otro sitio, evito el choque de miradas.

La parte del cuerpo que primero observo en una persona, son sus estrellas, me dan luz que viene de sus adentros   sobre su propia persona; es un pasaporte para mi de un posible confiar o no, de un  posible entablar una relación de cualquier tipo o no. Los ojos se desnudan, se delatan, se…no se.

Cuervos comiendo a picotazos los ojos de las victimas, de los caídos, es como ver picotear el alma de alguien, es como destruir la fuente de un espíritu y luego digerirla. Estas imágenes solo vistas por  mí de forma  irreal por medio de una película nunca las he soportado, lo rechazo desde mis entrañas.

Hubo una época en la cual se pensó que al morir la persona esta fotografiaba la última imagen captada al morir y ahí quedaba por un tiempo corto y definido en su retina los últimos microsegundos del difunto. Podríase por medios fotográficos posteriores, pero casi inmediatos hasta saberse que sucedió en su final, incluso se pensó que se podría ver a un ángel o algún ser ya ido esperando al que  partía, dejando su cuerpo detrás.

No oculto que una de las cosas que me impresionan de la imagen de Guadalupe en su manto  es que en los ojos de Lupe esta reflejada la imagen de las personas que estaban presentes cuando el indígena Diego abrió su manto lleno de flores,  según cuenta la tradición.

Por medio de los ojos el alma se purifica y se limpia al brotar agua de los mismos, uno delata sus emociones ya que no puede evitar que se humedezcan por si mismos. Los ojos  delatan nuestra picardía, ellos también son nuestro radar natural. Si enfermamos o nos da alergia son los primeros en saberlo. Si soñamos, ellos son los que se mueven de un lado a otro.

Una buena actriz o buen actor es quien sabe trasmitir sus emociones sin palabra alguna, solo  con los gestos, con la expresión de su cara, pero más que nada por el que no miente, la mirada, los ojos, su brillo y su expresión. No olvidemos que hay actores y actrices en el dia a dia que tambien nos pueden hacer pensar lo que no es, o mal interpretemos. Incluso hay veces que queremos leer en los ojos de alguien una lectura que no existe.

En una dama muchos miraran inicialmente otras áreas, pero para mi están el reflejo del alma, enfoco en los mismos de forma directa penetrante y la otra mirada me recibirá o me rechazara, o quizás me ignore. Los ojos sonríen, abrazan, ponen barreras, lanzan aguijones de avispas.

Los ojos, siempre me han gustado los ojos por encima de otro proveedor de los sentidos. Captan, recogen, envían, depuran, asimilan, escudriñan, seleccionan, detectan, rechazan; son  un par de grandes aspiradoras vivientes en contacto instantáneo con el cerebro que se nutre de su información. No solo capta también trasmite dolor, pena, angustia, alegría, duda, inquietud,  amor, pasión, destellos de felicidad, o un simple “ven, acércate”.

Desde el inicio, al escribir el titulo que me surgio,  no pude dejar de  recordar la canción de The Guess Who, “These eyes cry every night for you.
These eyes watched you bring my world to an end.
These eyes have seen a lot of loves…but never another one like you.”

sábado, 5 de abril de 2014

Dicen...

Dicen que tengo buena memoria, pues logro recordar cosas de hace un buen tiempo, pero es que hay hechos que marcan y quedan en algún lugar de mi cerebro y luego brotan. Supongo que otras quedan enterradas, bien enterradas.

Lo más remoto que alcanza mi memoria  es el día en que me monte en un autobús verde, no muy nuevo, el  cual me llevo a la escuela por primera vez. Al llegar, bajarme del autobús y llorar y llorar hasta que una profesora me rescato.  Tendría 4 años de edad según mi conteo; hice  Kinder y Pre-first juntos ese año escolar.

Si lo que mas recuerdo es de cuando tenia cuatro años de edad y he hechos ejercicios de “regresión” personal con toda la intención de refrescar mi memoria, entonces un ser común,  normal puede que recuerde a partir de mucho después y eso significa que Jorge Eduardo posiblemente no me recuerde en esta etapa de su vida un día del mañana; solo me conocerá por fotos. Ese dato me “angustia” un poco.

¿Que recuerdo de mi estar en la isla? De eso se trata este escrito.

Lo ultimo que recuerdo es  sentado en el avión de PanAam mi hermana llorando  y yo nervioso, sin saber que hacer, ni pensar. Íbamos a lo desconocido y en parte entendía que me  tocaba ser el  adulto. Tenía 14 años  de edad cumplidos un mes antes.

Lo primero a mi mente: la escuela,  yo llorando;  lo ultimo: en el avión saliendo hacia lo desconocido y dejando atrás todo, y llorando sin que se viesen las lagrimas.

En esos diez años, ¿que recuerdo?  Viene lo negativo con más facilidad que lo agradable.

-          El día en que me montaron en un carro de policía para llevarme preso, ya en la época revolucionaria.
-          La noche en que la mano derecha de mi padre, vestido de miliciano con su pantalón olivo y camisa azul, comandaba a un grupo que reviso mi casa con todo detalle,  totalmente, menos el garaje, gracias a Dios, no fue al garaje.
-          La noche de septiembre del 60 en que hacia guardia de orden en la manifestación anticastrista con la Virgen de la Caridad del Cobre y bajo el mando de Monseñor  Boza Masvidal, Obispo de La Habana y la milicia que  sentía detrás de mi con sus armas preparadas y yo apretado.
-          La mañana en que estando en la iglesia con mi madre, la fuerza revolucionaria nos cerco y no nos dejaba salir apuntándome con una ametralladora 50 cuando me dirigía a la salida. Salí, lleve mi bicicleta a casa y regrese a estar detenido voluntariamente dentro del santuario con todos los demás.
-          Las puertas de tres  autos del G2 cerrarse al unísono en una noche cualquiera y darnos cuenta que no era a nosotros a quien visitaban, sino al vecino del frente.
-          La mañana del lunes 17 de abril en que los aviones nos despertaron ametrallando el campamento de Columbia relativamente cercano a nosotros.
-          La tarde en que mi tía política casada con mi tío Rafael vociferaba a favor de Castro y nos intimidaba a denunciarnos de no seguir las pautas revolucionarias.
-          La mañana en que me robaron mi bicicleta en mis narices.
-          La despedida a mi tía Lía enferma de cáncer y sus predicciones sobre cada uno de nosotros: afuera de la clínica se oía  una manifestación pro el gobierno, no  se si fue en mayo del 59 o del 60.
-          El ataque a Palacio el 13 de marzo del 57 y su fracaso. 10 años tenia
-          Cuando Camilo Cienfuegos no apareció de su vuelo en avión, perdido en el mar, octubre del 59.
-          Mi caída de la bicicleta y mi barbilla ensangrentada, la caída de mi hermana en bicicleta, también ensangrentada. Mi vida alrededor de la bicicleta.
-          Un huracán que pasamos todos juntos en el cuarto en medio de la casa, sin luz, y oyendo la radio de baterías. En esa misma habitación de noche en diciembre del 58 escucharíamos las trasmisiones desde la Sierra Maestra de Radio Rebelde y su consigna 03C.
-          Mi estar en la clínica un mes ingresado por principio de tifus.
-          El quedarme con mis tías mexicanas cuando mis padres solían salir con mi hermana al Tropicana, al  yo no poder ir.

De lo positivo diría

-Los quince años de mi hermana y su fiesta: en la casa.
-Las salidas los sábados en la mañana de mi padre y yo en autobús público y a pie por la Habana Vieja, entre otros visitando .los sitios acorde a su trabajo de publicista.
-Las croquetas prepradas y ls galletitas preparadas en el club de playa.
-La batida de frutabomba (lechoza) con leche  en el bar de la esquina antes de acostarnos;  parte del ritual de la “pandilla”.
-La pandilla del barrio con mi garaje de cuartel y el portal de mi casa como centro de todas las amigas de mi hermana.
-Los juegos de pelota en la esquina en el solar vacío.
-Las escapadas en bicicleta al zoológico del Vedado, al aquarium en Miramar; y mis idas y venidas al super, la bodega, al colegio, al zapatero; siempre sobre mi bicicleta.
-El poder escoger mi bicicleta J.C. Higgins en Sears con el permiso telefónico de mi papa.
Las visitas al Rancho Luna con la familia, y los viernes al buscar a mi papa que solían terminar en una cafetería o restaurant o en el barrio chino.
-Las clases que daba de noche a los obreros en Belén.
-Los paseos en auto por la central de trenes, por el Prado, pasando los túneles ya sea bajo río o bajo la bahía.
-Las visitas a mi cuarto a quedarse por un tiempo de mi tía abuela Lía, por parte de padre y sus conversaciones.
-El que Nino, mi cuñado, me invitase a comer ancas de rana al Ecloc  en la esquina de casa y me dijo que eran alitas de pollo.
-El cine de los sábados y  cuando  acompañaba a mi hermana y su novio como chaperón entre semana  y veía películas  más adultas.
-Mi caminar lloviendo con mi mama por la calle.
-El piano de mi mama y su tocar en horas de la tarde.
-El club de Playa con mi hermana en Miramar.
-Mi colegio, mis amigos, mis profesoras (todas hembras), la pandilla del barrio.
-Mis primeros enamoramientos platónicos y no tan platónicos.
-La sopa de ajo y el pollo casi quemado con su pan de ajo y aceite verde de mi tía Paquita.  Solo yo lo comía.
- Nuestras visitas a casa del tío Rafael en la playa de Tarara.
-Mi ver TV con mi familia femenina, mi madre y hermana; y los juegos de pelota con mi padre, el del equipo de los Tigres del Marianao y yo de los Alacranes del Almendares; así como la serie de  Perry Mason.
-Un pueblo feliz al recibir en enero 8 a las Fuerzas Rebeldes en camino a Columbia y luego  en diciembre  de ese año 59 celebrar en las calles de los barrios las Navidades, todos unidos.

No se, podría seguir escudriñando en mi mente, pero en el fondo esto es lo que suele salir  con facilidad y en parte es lo que he escrito de una manera u otra en estos casi 200 escritos ya realizados en la “esquina del olvido de dj”.





jueves, 20 de marzo de 2014

Mi gran debilidad

Saber esperar es de mis grandes debilidades, hoy lo plantearía como uno de los aprendizajes por los que vine a este existir.

En mi memoria no descansa  ni en la niñez, ni en la adolescencia, que  me diese cuenta,   la necesidad de esperar por algo o alguien; todo indica que no  surgió  un problema que me afectase y tuviese que sentir lo que conlleva el esperar en mi  temprana edad..

Buscando y rebuscando en el pasado encontré que la primera vez  que me  vi obligado a esperar fue cuando decidí salir de la Compañía de Jesús despues de cinco annos de pertenecer a la misma, y  a pesar  de ya haber firmado mis dimisorias,  debí quedarme dentro del Centro Bellarmino de Santiago de los Caballeros casi tres meses mas, hasta que de Roma llegasen las dispensas, y poder  pasar entonces  a una vida civil.

Otro momento fue cuando me gradúe por primera vez a nivel universitario en el 70 y no sabia que hacer para mantenerme económicamente  después de pasada la algarabía de la ceremonia. Mis padres empezaron a mandarme una ayuda económica para gastos de la pensión, dado que al terminar  la universidad ese junio tuve que también dejar atrás  el puesto de corrector y ayudante de los profesores de español, léase, sin dinero. Recuerdo que conseguí unas clases particulares de español a una norteamericana que vivía por el área camino a  Licey.  En septiembre  comencé con pocas horas o quintos de clases en La Salle de Santiago;  ya luego mas tarde  vendí la idea de crear el  primer departamento de Orientación Escolar en el país, la idea fue aceptada, cuajo,  y pase a ser profesor de tiempo completo antes de terminar ese cuatrimestre.

Al salir de La Salle en junio del 79, tenía asegurado el  trabajar a partir de principios de julio en la Tabacalera en el departamento de Recursos Humanos.   Fracaso,  al llegar el primer día de trabajo me presento, pero se me hizo saber que no lo harían efectivo por mis ideas avanzadas. Quede en el banco de  espera, léase, sin nada que hacer.

Nada sucede para mal, así que fui contratado en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo,  Intec,  como decano de Ciencias Sociales a mediados de agosto, días antes de las tormentas  David y Federico. En esos días fui de los pocos que se presentaron al trabajo el lunes inmediato  a las tormentas ya que pude trasladarme  en un avión de la Fuerza Aérea  desde  Santiago a Santo Domingo. En Intec estuve hasta el 85 en que renuncie sin saber a donde me habría de encaminar. Un nuevo salto al vacío.

Una nueva espera. Tomo' casi tres meses de espera. Se me llamo'  a preparar un catalogo de la escuela de medicina de una universidad  de la capital y ahí descubrí que no había  programas de asignaturas, solo una lista de materias  a dar que no me atrevo a llamarle un pensum;  ni había  nada planificado, programado. Agradecí a la persona que me llamo' para esta labor, le comunique' lo que había encontrado, un vacío total de información;   le di las gracias por su deseo de ayudarme, y  sinceramente  aun estoy eternamente agradecido por su cariño y bondad,  y me fui.  Meses mas tarde  ese centro fue cerrado por las autoridades gubernamentales por las mismas razones que yo aduje al no asumir el trabajo para el que me habían llamado.

En ese verano del 85 el Ingeniero  Abraham Hazoury me llama para que  escribiese la normativa de la nueva UNIBE. Me dedique' a investigar en cuanto catalogo y estatutos de universidades encontré en el Dominico Americano, para luego sentarme y redactar   en horas de la tarde en el INDEN. Salio' el primer Reglamento Académico de la Universidad Iberoamericana.

Al concluir  se me ofrece la Vicerrectoría Académica de Unibe y acepto. Estuve cinco  años en esa  posición al lado del Dr. Jorge Hazoury Bahles, su rector y fundador;  luego dos mas de asesor. Al salir en el 90 y definitivamente en el 92 existían el Colegio  Senderos fundado por Italia y los cursos de la ELS en USA que yo representaba en el país desde 1975, así que no tuve que esperar por una nueva misión, había mucho por hacer.

Ahora al cerrar Senderos en junio de este año 2013 es la quinta vez que tengo un periodo de reposo y espera. Algo saldrá de esta y siempre será para bien como fue de recién graduado a  La Salle como profesor, de ahí  a Intec  como decano y de Intec   a Unibe como vicerrector.

En todo proceso de espera hay un depender  de las situaciones y de la decisión de otras personas.   Como desde la adolescencia soy independiente por razones de historia de vida, se me hace mas difícil este simple hecho  de esperar; además de que mi otro proceso de aprendizaje es el de combatir la poca humildad que me caracteriza, la cual  trato de enmendar, pero ese es otro tema futuro a desarrollar, así pues,  dejémoslo ahí.

El tiempo pasa, y ya son mas de nueve  meses en este  esperar,  aunque dedico mi tiempo libre a ser útil a los demás, al menos pienso  que lo soy,  y dado mi disponibilidad de tiempo me da flexibilidad en hacerlo. AFSDOM se ha beneficiado de ello por el momento,  ya que es una labor voluntaria y yo me he beneficiado de la  compañía de los miembros voluntarios y más aun del staff de esta gran institución. La familia inmediata y la extendida también ha recibido de mí y yo de ellos, pues es así, se da y se recibe.

No obstante, este periodo de aprendizaje se me hace largo cada vez mas largo, pero siempre sucede lo mejor aunque uno no lo perciba así en el momento histórico en que lo esta' viviendo.