sábado, 28 de julio de 2012

Los papas


No sé por dónde comenzar. No tengo la experiencia. No lo he vivido. Supongo que ha de ser así como conocemos, el mal como ausencia del bien, y el negro sobre el blanco como ausencia de color, y a la muerte de la vida como la ausencia de energía, lo contrario a lo vivido y experimentado seria lo que quisiese expresar sobre el papel o la pantalla en este caso; la ausencia del papá, del padre.

La armonía o equilibrio en una casa la da el papá. Nosotros le hemos dejado a la madre toda responsabilidad hogareña y educativa de los hijos, además de su trabajo profesional; eso no es justo, pero es la realidad. Por tanto el papá es como un "supervisor", un "aquilatador", un "enjuiciador", el equilibrio del hogar, el refugio de los hijos frente a la autoridad de la mamá.

El papá tiende a velar por el futuro de la familia, tiende a fijarse en aspectos de la vida que la madre no se fija y viceversa, hay un complemento.

La disciplina, el orden, la palabra fuerte, la mirada dura, la exigencia, normalmente se la hemos endosado al padre. El bajar la voz, respetar a los demás con el sonido de la radio o televisor lo hemos relacionado con: “ahí viene tu padre, ya sabes”.

Por tanto en una casa sin un padre cerca, o no tan cerca como quisiésemos,  pero cerca, lo que tendríamos es: no autoridad, no respeto, no orden, no complemento, no equilibrio, no refugio. Sólo tenderemos una mamá tratando de jugar dos papeles, quitándose un sombrero de cariño y poniéndose luego otro de autoridad.

Si la madre ha vuelto a casarse, el “padrastro” tratará de ocupar el lugar del padre real y muchas veces lo logra, pero en otras lo que recibe es un: “usted no es mi papá para estar metiéndose en mi vida”.

El padre a fin de cuentas es un colaborador de la creación y del desarrollo de un fruto. La madre es la creadora, cultivadora y cosechadora. El padre es el fumigador, el jardinero que trata de sacar la hierba mala de los alrededores. Cuando no hay papá la hierba tiende a arropar el jardín hogareño.

¿Qué por ciento de nuestras familias son sin papá? El censo quizás lo pueda decir. ¿Qué parte de la población es en la que menos existe la figura paterna? Cuando el padre sale de la familia sin explicación razonable, cómo afecta a los hijos en el resultado de los estudios, trabajo, crecimiento y estabilidad emocional? Cuando muere, es más aceptable, pero el efecto me imagino es similar dependiendo de la edad de los hijos; puede quedar el vacío para siempre. Y también el cómo muere, porque un accidente de tránsito, o ser asesinado por “quítame esta paja”, o un suicidio, no es igual a haberse ido después de una enfermedad. El haber sido recluido en la cárcel que es una forma de salir del hogar, pudiese afectar, pero después de todo la presencia existe de una u otra manera.

He intentado reflexionar en el día de los padres sobre su ausencia y cómo esto afecta a los que quedan, que en muchos casos nunca siquiera se conocieron mutuamente. Yo agradezco  haber tenido a mi padre, aún lo tengo  en mi corazón y mente, tendré sus orientaciones y opiniones siempre a mi lado o en mi oído. Por eso me es tan difícil describir la ausencia de lo más querido por mí, más aún que a mi propia madre, en este divagar por la vida.


Nota: ya tienen acentos, pero...ese rojo como se quita?





miércoles, 11 de julio de 2012

Los vecinos.


Los vecinos ya no son tan vecinos.  No sé si es la circunstancia que me rodea, pero esa es mi percepción.

En el edificio donde vivo de las tres personas que trabajan en el, dos son del país vecino. Si cruzo la calle, quien vende café, atiende la paletera, o las flores son todas ellas del país vecino. En la escuela el guardián nocturno es de allá.

Si  voy por el área de las estafetas de teléfonos,  las filas siempre están en las de una compañía  de color verde la cual parece ser la preferida;  y si es en los Bancos, hay días específicos en  que ellos son los que colman el lugar,  debe ser día de cobro de alguna empresa cerca del área que los ha contratado. Si fuese enviando dinero lo más seguro estarían en otra agencia bancaria.

Puede  ser por mi cercanía a las dos universidades católicas, a  la  Pontificia y a la de Santo Domingo, donde hay muchos estudiantes del país vecino estudiando,  el hecho de  que  los vea todos los días  sacando copias, buscando datos en las computadoras.

Todos los que veo están en lo suyo, trabajando o estudiando.  Mi gran sorpresa no es verlos, sino que cuando los veo pienso que son dominicanos de pura cepa, tienen el mismo color de piel, se visten con colores no llamativos, no hay diferencia alguna hasta que hablan entre sí o se dirigen a uno y no es castellano, no es ingles,  luce francés.

No menciono los obreros de las construcciones a lo largo de la ciudad porque ya eso es normal, lo raro es ver un dominicano trabajando en la construcción. Lo mismo sucede con los vigilantes de las torres y edificios de apartamentos, nos hemos habituado a convivir día a día.

Ya no es el vecino que lucía un color de piel más oscuro que el nuestro, o con colores llamativos como el rojo o el blanco continuo, ni con pañuelos en la cabeza. No hay diferencia. Si estuviéramos en el estado de Arizona de Estados Unidos no habría como identificar quién es quién, que allá si es fácil hasta por el caminar. Si fatalmente se repitiese la historia con el famoso “perejil”  habría que preguntarle a todo el mundo sin distinción.

No piensen que estoy discriminando. Cuando estudie historia en la escuela ni me lo mencionaban, era como si ese pueblo no existiese. Evidentemente yo estudie historia en otro contexto, en otra sociedad.

¿Qué raro que aun no comemos la comida típica de ellos,  como sucede en California con la comida mejicana? ¿O es acaso que la comida típica de ellos es igual que la nuestra? Supongo que más cerca de la frontera se oirá más la música y la radio propia de los mismos, pero por acá, aun no es así.  Ya en Miami prácticamente todas las emisoras de radio son mexicanas, los cubanos han sido sacados del aire. La televisión en español de USA ya solo tiene un mismo cantadito.

Una mera observación. Trabajan, estudian, consumen. Si la estadía es legal o no, le compete a las autoridades, a mi solo darme cuenta de que los vecinos como país, ya son vecinos en todo.

domingo, 17 de junio de 2012

Discurso de orden en la graduación del Saint David School


Buenas noches a todos los presentes, profesores, padres, amigos y graduandos; en especial a la mesa principal.

Cuando Raúl Ambiorix me llamó para invitarme a hablarles en este acto me sorprendió y me halagó, es como volver a las aulas por un momento en aquellos años de La Salle en que él y yo éramos compañeros de estudios, él sentado en su pupitre con su uniforme azul y yo de pie en la pizarra con mi chacabana, posiblemente blanca.
 
Además de la amistad que se mantiene entre su familia y la mía, sobre todo con sus hermanas  más contemporáneas  mías,   y sus dos  cuñados, uno de ellos, el hermano escogido por la vida, no de vientre, sino de caminos andados y desandados.

Me permitirán dividir en dos partes  mis palabras de esta noche. Primero a los más adultos y al final a los pinos nuevos, quienes son los reales protagonistas de la noche.

Últimamente se habla del  4%  a la educación, de invertir más en educación, aumentar el número de horas de docencia como se hacía en nuestros años de niños, hacer énfasis en las ciencias y las matemáticas para poder competir en el campo laboral globalizado.

Yo prefiero  hacer énfasis en las sociales para saber de dónde vinimos y hacia dónde vamos. El caso es que el tema de educación no es una novedad. Nadie se alborota cuando se toca el tema, aunque  lo primero que hacen los gobiernos al recortar el presupuesto,  como es el caso de los europeos y los de Estados Unidos,   es recortar en Educación, en trabajadores sociales, psicólogos, en investigación,  en aumentar horas de trabajo y bajar salarios, eliminar almuerzos, desayunos, libros para estudiantes y biblioteca,  sobre todo el  arte en general  y los equipos deportivos. Se buscan nuevos caminos como el uso de la “Tabla” electrónica o “tablets” como dice la juventud, en el estado de California  en lugar de libros impresos.

Nosotros los que hemos escogido como vida la educación, elegimos el nunca ser adinerados económicamente hablando, pues en todas partes del mundo el ser educador es visto en  menos que el ser ingeniero, abogado o médico. Escogimos la educación como una forma de influir en otros, ayudar a crecer y desarrollar una sociedad y por eso somos los primeros en ser perseguidos, encarcelados, acallados como sucedió en los años 70´s con la educación liberadora que el Hno. Alfredo Morales  y otros proponían.

Escogimos educación como un sacerdocio y nos dedicamos a sembrar semillas a lo largo del camino y para sorpresa  de uno  mismo, muchas ideas germinaron y dieron su fruto en el silencio, en el difícil trabajo diario de  construir un mañana mejor.

Los que escogimos educación nos reímos y lloramos de emoción con los éxitos de aquellos que fueron nuestros alumnos. También sufrimos cuando no se da lo esperado y nos preguntamos nosotros mismos;  ¿Qué pasó, Qué no hice?


Hay un escrito de Robert Fulghum, el cual  nos dice que todo lo que sabemos lo hemos

aprendido en el jardín de infantes o kindergarten, tales como: compartir, no golpear, jugar con otros, poner las cosas en su sitio, arreglar o limpiar el desorden que uno mismo haya hecho,  no tomar lo que no es de uno, pedir disculpas, lavarse las manos antes de comer, darle al inodoro, tomar una siesta, comer sano.  


Contrario a lo que muchos padres piensan, no se viene a jugar a los cursos iniciales, se viene a ser más humano, más persona, más miembro de una sociedad solidaria.

No obstante soy de los que opino que los niños y las niñas llegan a nuestras aulas por primera vez con una educación que no necesita del 4%, que no necesita de libros y nuevas formas de tecnología, sólo con una educación basada en el respeto, la disciplina, la autoridad  dentro de un gran marco de amor, comprensión, confianza y cariño.

Nos llegan a nuestras aulas  niños y niñas ya formados por el hogar.  Hogar de una persona luchando sola, pero hogar. Hogar de una abuela, una tía, un padre viudo, un hermano mayor, pero hogar. Calor, amor, cariño, confianza, y excusen que repita estos términos, pero si nuestros hijos no sienten dentro de sí el amor, la confianza y la comprensión, ellos crecerán tímidos, retraídos, abusadores de otros, violentos, el famoso “bullying”.

Se dan los extremos: tímido vs centro de todo; retraídos vs el chistoso de toda reunión. Lo común en ellos es querer ser el centro, llamar a toda costa  la atención, de decir a gritos:   Necesito que me quieran. Necesito sentir que me amen.  No que me lo digan,  ni que me  compren con lo último  que sale en el mercado, sino sentir que están ahí por mí, para mí. Saber que puedo contar con cada uno de ustedes adultos,  sin reproche alguno.

Nuestra sociedad dominicana pudiese ser mejor si obtuviese el  sentimiento grupal, de verse a sí mismo como una sociedad. Es posible si solo adquirimos  disciplina, asimilación del concepto de   autoridad que debe de ser  adquirida  antes de llegar a la pubertad.  La  edad de necesitar un adulto policía vigilante es hasta el ser teenager, ya ahí empieza el concepto  mi grupo, mi clan, mi pandilla, mis amigos a dominar la escena, pero curiosamente si no asimilé la primera etapa de autoridad, soy incapaz de vivir en grupos y si lo hago es dependiendo de otro, haciendo lo que otro quiere,  pero no por mi misma convicción. La incapacidad de convivir en sociedad nace de una falta de disciplina y acatamiento a las normas de la misma sociedad en que uno vive y se crean problemas que les solíamos llamar antes, de  urbanidad.

En la familia es  donde aprendemos  qué se come, cuándo se come, dónde se come. Parte de nuestra configuración física viene por los genes y por la educación familiar en lo referente a la ingesta y la importancia del ejercicio diario o casual.  Es en el hogar donde aprendemos a sentarnos correctamente a la mesa, a tomar los cubiertos adecuadamente, a tomar agua antes de  las comidas y no en medio de ésta. Es donde se nos dice que el  televisor pasa a un segundo plano, así como nuestros celulares. Lo importante es el vernos a los ojos y compartir ese momento de revisión del día.

Es en la familia donde se aprende a ser disciplinado,  puntual, aseado, a sabiendas que la mayor parte de los niños y niñas que llegan temprano o tarde al colegio es porque  otra persona  los han llevado. Ellos aprenden a apreciar la verdad  de nosotros mismos. Aprenden a respetar la luz  roja de nosotros mismos, aprenden a no usar el amiguismo y  la compra de favores, de nosotros mismos.

Se habla mucho de que ya no se enseñan los valores, que debe haber una educación en valores y estoy de acuerdo. Pero, ¿Dónde es que nos enseñan a ser solidarios, honestos, responsables, respetuosos de nuestros mayores, a no tomar lo que no es nuestro, a respetar a las personas y lo ajeno? 

Hace poco escribí un artículo en mi blog que dice: “El ser dominicano se aprende”, y es que el amor a la patria, el orgullo de ser dominicano se aprende con el ejemplo de los padres. El valorar nuestra comida antes que la extranjera, el valorar nuestras playas y montañas antes que las extranjeras. No quiero decir que no se valore lo de otros países, lo que expreso es que antes de ir a Disney debemos haber ido a Jarabacoa, Constanza, Los Patos, Higüey, hacer excursiones en familia para conocer nuestras bellezas naturales y nuestra gente. El poner nuestra bandera, el hablar positivo de lo que somos y tenemos. Juan Luis Guerra una vez dijo: “Patria es el único lugar del mundo donde uno no es extranjero”. Si nos sentimos extranjeros en nuestro propio país, es porque te han enseñado a amar otra tierra que no es la tuya.

Es en la familia donde se aprende a resolver los problemas con violencia a lo Neanderthal y no a lo Ghandi o a lo Mandela. Aprenden a querer todo y ahora y,  a no soñar como Martin Luther  King  Jr. Aprenden a sacar provecho de todo y no preguntarse como John F. Kennedy qué puedo hacer yo por mi país, por los demás, por los que me rodean.

Si solo invirtiéramos un poco de tiempo, que no cuesta dinero, en nuestros hijos! Yo aún recuerdo que mi padre y yo salíamos casi todos los sábados. Ese era mi tiempo y ahí teníamos las confidencias y la comprensión mutua. Cada uno debe buscar su sábado o su domingo, o lo que sea con sus hijos. Todavía hablo con mi padre y mi madre, ya idos, pidiendo su ayuda, su comprensión, su luz, porque me la dieron en vida, me la proporcionaban  en vida.

¿Qué molesta el despedirse en la noche?  ¿Qué molesta el comer o cenar juntos y preguntarse cómo ha sido el día o por lo menos una vez a la semana como en la serie de tv de “Blue Bloods”? ¿Qué molesta el ver algo, tener una linda experiencia y mandar un mensajito a su hijo o hija como confidente y compartirlo?  Que la rechazan, que le dicen que “ta’ pasao”, ¡ y qué importa! El día de mañana esos mensajitos  cursi, pasaos son ansiados y ya es muy, pero muy tarde.

Cada vez más oigo a los adultos preguntar qué ha sucedido con la Moral y Cívica que antes se enseñaba en las escuelas. ¿Y acaso no hemos reiterado esta noche que la moral o forma de comportarse adecuadamente en sociedad y la cívica, que es el amor a la Patria,  a ser un buen ciudadano se aprende  en casa? ¡Para qué entonces insistir en un libro que puede que haya sido bueno, pero hoy quizás está desfasado?. La educación doméstica es una educación de años, de sembrar para poder cosechar. Y lograr que sean honestos, puntuales, honrados, responsables, organizados, limpios, ordenados y disciplinados.

¡Qué difícil nos es decir te quiero, te amo! ¡Qué gusto oírte decir qué gusto verte a nuestros propios hijos!, ¡Qué linda estás, qué precioso estás! Todo positivo, todo positivo. Afianzar el mensaje positivo. Nuestros hijos están con nosotros un tiempecito y cuando ya pensamos que hemos aprendido a ser padres y madres,  se van y ya no son nuestros. Hoy precisamente comienza oficialmente con la graduación la etapa  de  irse, digo oficialmente,  porque ya hace días  ellos están más fuera que dentro de casa. En otros países la graduación es el instante en que dejan la casa, dejan el hogar, en nuestra sociedad aún no es así, pero…

La Educación real es una  educación doméstica, de casa, de hogar, de papá y mamá o sus sustitutos por razones de vida; nosotros, educadores, solo ayudamos a seguir el camino y señalar  u orientar nuevos caminos, que todos han de andar y se  tropezarán como cuando empezaron a caminar siendo infantes. Andarán,  caerán y llorarán, pero se levantarán. Y es bueno que ellos y ellas sepan que usted está ahí para darles la mano y abrazarlos no importa qué, ni por qué, usted siempre está ahí.

Graduandos, hoy finaliza lo que se inició hace 13, 14 ó 15 años atrás cuando entraron al colegio por primera vez. ¿Se recuerdan de ese primer momento? Yo todavía me acuerdo no me entrenaron, me mandaron solo, y cuando llegué al colegio me puse a llorar de miedo, terror y pánico. Una maestra que hoy la sublimo y me la imagino joven, dulce y quizás bonita, me atrajo, me calmó y me ayudó a seguir mi vida estudiantil, quizás hasta me enamoré de ella en ese momento, 4 años de edad.

Cuando me tocó graduarme de bachiller mis padres no estaban presentes  por circunstancias de la vida y recuerdo que caminé, caminé por la ciudad sin saber qué hacer. Hoy ustedes tienen a sus padres, amigos y familiares acompañándoles, valoren este momento aunque estén locos por salir con los amigos dentro de un rato. Valoren este momento,  porque no se repite.

A medida que me hago más adulto, les digo a mis estudiantes mi visión del  futuro y añado, gracias a Dios no lo viviré. Y es que el futuro que se avecina para ustedes no es cascarita de coco. El futuro es desafiante, es de los que han usado su mente su cerebro, porque los datos están en el computador  o en el teléfono  inteligente en su mano, a toque de una tecla,  ahí está la información, pero si no se ha  adiestrado tu cerebro, si no has hecho  que él se ejercite, te veo mal en el futuro.

Nos venden teléfonos que parecemos estúpidos, ellos nos contestan, hasta si  está lloviendo o no, como si ya no supiéramos lo que es el caer del agua. El futuro es un futuro tecnológico,  en donde las películas de hoy día ya nos van entrenando a tener un  chip incrustado con todos nuestros datos y que sirve de GPS.  Sabrán siempre dónde estás, qué haces, cuándo lo haces y queda todo registrado en una máquina que capta todo lo que  dices como sucede en la serie “ Person of Interest” o, peor aún, en la película “ In Time”, donde el dinero es el tiempo de vida que te queda y todo está grabado en tu brazo.

Más personas, menos recursos, la naturaleza se rebela,  las aguas suben, las costas se achican, los hielos se derriten, el calor aumenta,  y el agua limpia y pura para seguir viviendo escasea.  Las próximas guerras no serán por petróleo, sino por agua potable.

El mundo no es de los que se comieron los libros, sino los que supieron usar correctamente la información que estaba en los libros y en la nube, en el Internet  y así seguirá siendo.

Nuevas carreras surgirán, nuevos acercamientos o “approaches” a la vida. El futuro no es de melindrosos, sino de corajudos, de los que se atreven, se lanzan. El futuro no es de egoístas, sino de trabajo en equipo, en comunidad, el seguir creciendo será en comunidad de amigos reales y no ficticios de momento.

No traten de arroparse con sabana ajena. Vivan el día a día. No quieran que sus vidas cambien como lo hacemos con  el monitor del TV que no es así, todo tiene su ritmo y su tiempo. Elijan bien sus amistades y su pareja futura. Nos han enseñado que si no funciona se bota todo, al igual que los matrimonios y las amistades, y no es así. Los hijos quedan, la relación queda. Y los verdaderos amigos aunque los botes, ellos vuelven porque son amigos de verdad y si no vuelven eran simples compañeros.

El  mundo se achica. Y puede que sean partes de un mundo más planetario y menos isleño, lo conocido se deja para adentrarse en lo desconocido, en lo que se ha de construir  día a día, pero en medio de todo ese mundo desafiante recuérdense de: reunirse con sus compañeros de estudio al menos una vez al año, atrévete a equivocarte, no dejes de comunicarte con los demás, pero aunque sea por un medio electrónico recuerda que es un ser humano el que lo recibe, haz lo que piensas y sientas que es lo correcto, no importa lo que los demás piensen o digan, tus amistades valen cada vez más con el tiempo, no busques una profesión por dinero, si te gusta y gozas haciéndola,  el dinero te llegará por añadidura, trata a los demás como tú quieres ser tratado, espera tu tiempo, tu momento, que no tiene que ser necesariamente ahora, acuérdate de entregarle a Dios tu vida,  tus acciones, lo que haces y lo que no puedes hacer. Sueña despierto, busca lo imposible, que si lo ves  en tu mente,  es posible.

Caminamos en la vida y si hay algo que uno aprende con el tiempo es que cuando quieres repetir algo del pasado ya no es igual, ya no sabe igual, todo es diferente, así que vive tu presente al máximo y guarda todas las fotos digitales  posibles en tu mente, que es lo único que va a quedar, tú y tus recuerdos.

Graduandos, todo lo que les dije a los adultos también era para ustedes; ahora como hijos pues el amor es de dos vías, das, recibes; y el día de mañana ustedes también serán padres y de pronto la vida entera se les cambia, y no hay libritos que nos digan  y expliquen cómo ser papá y mamá. Hoy traté de adelantarles de carambola esa parte que confío les llegue cuando estén preparados físicamente, psicológicamente, profesionalmente y económicamente,  no antes, pero si llega, recibe a ese ser que es tuyo como una bendición. Recuerda que él o ella no vino, tu lo trajiste.

Gracias por su paciencia y confío haber podido llegar a  sus almas, a sus espíritus y a su corazón.

Gracias al Señor Creador por haberme permitido, por medio de Raúl y sus compañeros de Saint David School, estar en sus vidas estos minutos. Gracias de nuevo.

Jorge R Ruiz
15 de junio, Santiago de los Caballeros, Rep. Dominicana.

viernes, 25 de mayo de 2012

El tiempo


El tiempo suele ser nuestro gran aliado. El se encarga de hacernos olvidar lo negativo y resaltar, que salga a flote lo positivo. El tiempo se encarga de que se nos olvide la voz, la mirada, la sonrisa de algunas personas.
Tratamos de revivir como era nuestro padre, nuestra madre que son personas que fueron importantes en nuestras vidas y aun lo son a tal punto que nos mantenemos en un contacto espiritual constante y a pesar de todo, nos cuesta recordar detalles y entonces recurrimos raudos y veloces a las fotos, a los vídeos los cuales nos hacen fijarnos en lo que se nos había olvidado.

El tiempo nos hace confundir fechas, pero seguimos relacionando olores, sonidos, paisajes, canciones, a una época, fecha en el año, pero no el día exacto, ni la hora; ya los detalles se nos escapan como el agua entre los dedos, cual lágrima que se desliza suavemente en silencio.

El tiempo nos hace perdonar, mitigar los problemas, nos ha enfriado, vemos las cosas desde otra óptica, otro ángulo con perspectiva diferente, menos subjetiva, menos pasión. Sin embargo hay dolores que permanecen, heridas cicatrizadas que de vez en cuando tocamos con la yema  de los dedos  y captamos su sensibilidad en la  punta de las extremidades al palpar nuestra cara, brazo, pierna o pecho y ahí encontramos la marca, y el recuerdo duele, pero duele menos. Si doliese igual que antes o más significa que no hemos sanado, que ni el mismo tiempo ha podido con ese sentimiento y debemos botarlo, sacarlo, hablarlo, golpearlo, quemarlo, dejarlo irse en el mar o en un globo hacia el cielo.

El tiempo nos enseña que no todo lo podemos hacer a la vez, “que hay tiempo para reír, y tiempo para llorar”. ¿Por qué preocuparnos con el mañana si aun estamos aquí y ahora? ¿Por qué mirar al pasado si no es para aprender de los errores y éxitos que otros o yo mismo haya tenido o cometido para proceder a imitar o evitar según sea el caso? Pero vivir en  el pasado no tiene razón de ser, ya paso, no hay nada que podamos cambiar; si pudiésemos viajar  en la máquina del tiempo hacia el futuro o hacia el pasado seria diferente,  pero ¿podemos?  ¿Para qué pensar en un futuro incierto?

Muchos  libros, películas y serie de televisión nos inducen a pensar que se puede  viajar en el tiempo. "Quantum Leap" nos hacia revivir el pasado, "Los hombres de negro III! nos dice que si nos tiramos del Empìre State con un dispositivo especial podemos ir al pasado por 24 horas. Otra nos dirá que si nos tiramos del puente Brooklyn a la hora escogida y a la hora exacta podemos volver al pasado o al futuro según sea el caso. "Exterminator" nos inculca que se puede venir del  futuro,  venir a  impedir  que se del mismo futuro. "Ashes to Ashes y Life in Mars" nos llevan a pensar que estando en coma en un hospital podemos viajar al pasado y resolver lo que no nos fue posible antes o simplemente que no suceda lo que sabemos aconteció. "Back to the future"…

Pero no, por ahora, al menos, no podemos alterar nada. Aun sigue dándose “un tiempo para morir y un tiempo para nacer”.

Terminando estas lineas me he topado con mi amigo Mario,  en este caminar en la vida,  y le pregunte sobre el tiempo y  me ha dicho:

“Preciso tiempo, necesito ese tiempo
que  otros dejan abandonado
porque  les sobra o ya no saben
qué hacer con él.
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
 hasta en castaño oscuro
no importa el color
cándido tiempo
que yo pueda abrir y cerrar
 como una puerta
tiempo para mirar un árbol
un  farol
para andar por el filo del descanso
para pensar que bien hoy no es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y  para darme cuenta
y  para darme cuerda
preciso  tiempo
 el necesario
 para chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo  para esconderme en el canto de un gallo
y  para reaparecer en un relincho
y  para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos  me hace falta
tiempo  sin tiempo,”   Mario Benedetti.

jueves, 17 de mayo de 2012

Hay que votar.


Es un derecho que hemos alcanzado con el tiempo. Al nacer la nación  no todos podían votar, solo los que tenían empresas y sabían leer así como los militares de rango. Luego se hizo universal para los varones el voto con los gobiernos liberales. Las mujeres adquieren el derecho al voto en la época de Trujillo.

Claro que son tantas las elecciones amarañadas, de parapeto para mantenerse en el poder hasta hace muy poco, que  incluso esos hechos  perduran  en nuestro recuerdo. Muchas veces uno ha dudado  si votar o no, pero desde que tengo derecho al voto, nunca lo he dejado de hacer. Casi siempre en contra de algún candidato, muy pocas a favor.

 Como quien no quiere la cosa se me ocurre preguntar: ¿Peña Gómez  gano, pero Balaguer se quedo en el 1994? Sabemos que Peña gano la primera vuelta en el 96, pero la unión evito que ganase en la segunda vuelta. ¿Y en el 90,  no le  paso a Juan Bosch algo similar con Balaguer? De ahí las dudas que  a uno le viene, no obstante eso… el ayer no es el hoy.

Es un deber cívico, participar en la vida política. Debería NO ser esta la única forma de expresión ni el único momento de expresarse, pero mientras vayamos tomando conciencia de que se necesita nuestra participación desde las Juntas de Vecinos, el ayuntamiento, y las asociaciones civiles  donde podemos ser oídos y participar activamente en el desarrollo y crecimiento del país como un todo y  para todos sin excepción; el emitir el voto cada cuatro años sigue siendo nuestra mejor  forma de expresarnos a favor o en contra.

Nadie debe decidir por uno, debemos escribir nuestra propia  historia y sentirnos  que hacemos algo para que las cosas sean, se hagan, se cambien o continúen según sea el caso.

Puede que no le guste ninguno de los dos grandes candidatos, entonces fíjese que  hay cuatro más que necesitan de su apoyo para poder seguir luchando  en un futuro y mantener así su vigencia política y evitar el bipartidismo.

No le gusta votar por el partido de gobierno o el gran opositor, pues hágalo por medio de sus aliados que son partidos pequeños que necesitan de sus votos para mantenerse con vida política.

Hay que votar y evitar una segunda vuelta de caravanas, dinero botado, bandereo, sirenas prohibidas por ley, luces, alta voces, y demás de las cuales ya uno está cansado, exhausto  y jarto;  es mejor votar ahora y salir de eso, si lo quieren ver por ese lado amable.

Siempre hemos estado entre elegir conservadores o  liberales. Entre los que aprecian a cualquier país menos el suyo,  o  los que tienen un deseo de luchar por lo que es suyo. Define quien es quien. Define quien  tendrá capacidad de gobierno, porque él no es el único que va a gobernar, sino él y su equipo. Confiemos que cualquiera que sea el que gane tenga caras nuevas, voces nuevas, ideas nuevas, y no siempre la misma verborrea.  Debe tener  un equipo que Dios quiera que este conformado con  rostros nuevos,  ni  los de ahora, ni los de la otra vez, gente nueva,  ¿las hay?

Ojala sean personas honestas, responsables, sacrificadas, sencillas, humanas, sin ambiciones económicas, ni arribismo social, dispuestas a trabajar por el bien común, a luchar por las mayorías, a escuchar a los de abajo, a  los del medio y a los de arriba,  y no solo a una parte de estos.

Aunque tengas que volver a poner el letrerito que decía “no soy responsable de este desastre”, el no votar es parte de un desastre mayor. Siéntete un indignado, y actúa como un indignado, déjate oír, exprésate, vota, a la hora que deseas, no hay que madrugar, ese tiempo paso, puedes ir con tu pareja, ya el tiempo de hombre y mujeres separadas, paso, ve en familia, con tus hijos, es un acto cívico de orgullo. Antes de ir a misa o al servicio religioso, o a la salida de la actividad espiritual.  Dios, y patria.

Vota  para poder seguir siendo un país democrático, republicano y eminentemente civil bajo la forma representativa,  y sobre todo: con libertad.

viernes, 11 de mayo de 2012

Ser abuelo.


No pude conocer a ninguno de mis cuatro  abuelos y  abuelas;  no sé lo que es tener un abuelo o una abuela y quizás por eso el “termino” abuelo no me agrada del todo.

El término en si mismo significa para mí  vejez, mecedora, sillón, chancletas, crecimiento  de la grama del rostro, ancianidad, caminos vecinales en la cara, vagancia, pasividad y lo más seguro es que esté totalmente equivocado, mas aun hoy día donde el ser viejo comienza a los  75;  nos retiramos a descansar cada vez mas tarde. Lo más seguro  es que cuando me este aproximando a los 75, entonces  el ser viejo será  a partir de los 85.

Ahora, el tener nieto es otra cosa. Una nueva razón para estar, pedir prestado  tiempo extra a la cuenta del banco de vida,   el desear que te llamen y te digan,” ven para acá, ¿puedes venir?” Es tomarme el té verde con su leche en  las noches y el café de las mañanas en la taza con sus fotos impresas. Es buscar algo nuevo en el email o en  facebook de fotos, videos donde se vea, aparezca. Es tenerlo en tu foto de presentación del celular siendo un  bebe y no querer borrarlo.

Es esperar que te llame por el celular del padre o de la madre al darle jugando a los números,  al botón equivocado y uno pensar que son cosas del destino,  de la casualidad…  de todo, menos una pura y simple equivocación. Juras y perjuras que él quería hablar contigo.

Es ver cuando te ve y te abre los brazos.  Es sentir sus manos que te tocan y te miran en un close up en zoom  desde abajo y te dice con la mirada, cárgame. Es ser un niño jugando en el suelo mientras estés solo con él, y cuando sus padres llegan vuelves a ser el adulto sentado en su asiento. Es el cómplice de maldades,  juegos  y risas en esa intimidad silenciosa llena de música infantil, cosas caídas al suelo, tiradas una y otra vez al suelo, y recoges y tiran, recoges y tiran recoges y tiran con una carcajada de saber lo que están haciendo por si tu pensabas que no era así.

Es descubrir que tenemos el mismo gusto por las imágenes, los espejos, los cuadros, la vegetación, los vídeos en el computador, la televisión y de pronto ambos estamos sentados viendo la pantalla casi abrazados el uno del otro. De pronto deseas que el tiempo se paralice, se estanque, se quede tranquilo quieto. Deseas que no crezca muy rápido y pueda perderse la intimidad con el crecer irremediable.

El trata de ver la imagen y hablar por el celular,  y en la otra mano tener cualquier otra cosa y descubes que le gusta hacer varias cosas a la vez y nada se le escapa a su radar. Descubres así que sin duda ha heredado  los genes Y de sus dos abuelos y padre; ya te habías percatado que cuando él quiere algo lo busca, lo busca, y lo consigue o grita porque quiere algo y no lo ha logrado, o porque es así que él lo desea, volvemos a  descubrir que tiene  los genes X de todos lados y de varias generaciones consecutivas.

Como  habrán supuesto yo no soy abuelo, ni grandfather, ni grandpere, ni nada que se parezca. Yo soy “avinu”, que significa, nuestro padre, padre nuestro, el papa de mi papa,  y mi papa de mi papa. Nunca el termino abuelo, eso suena a  decadencia.  Avinu, our father, notre pere.

Amen.

viernes, 4 de mayo de 2012

Treinta


Ya son treinta años. Comenzamos con lo que teníamos, nuestras únicas herramientas y recursos: nuestros corazones y nuestros cerebros.

Se inicio en un segundo piso en la Lincoln cerca de la John F. Kennedy donde otra escuela funcionaba, la de Orpha Luna. Semiprestados nos ubicamos. 13 estudiantes de séptimo y octavo fueron los iniciadores. Dos profesores contratados y nosotros dos.

Al segundo año nos mudamos a Naco, detrás del Vesuvito. Se amplió la Media y se comenzó la Básica. Fuimos reconocidos como colegio ese mismo año.

Al tercer año nos mudamos a donde estamos. Nos entregaron un cascaron vacio de edifico. Sin puertas, ni ventanas. Se tuvo que hacer  la instalación eléctrica, la de  los baños  y la del agua corriente, todo nuevo. Nada existía después de dos años cerrado y abandonado. Lo poco que entraba se fue invirtiendo año tras año en hacerlo más agradable. Abanicos en aulas, aire acondicionados, pizarras blancas sin tiza. Pocos estudiantes en cada aula en una época de 40 y 50 por aula en casi todas las escuelas y colegios del país. Atención casi individualizada o personalizada y de ahí nuestro  lema: “un camino para cada persona”.

Llegamos a tener 320 estudiantes y recibir autonomía académica de una vez,  antes que muchos otros centros educativos más viejos que nosotros. Fuimos los primeros en tantas cosas!!  Ingles a todos los niveles, Francés desde el quinto curso, mandarín en Media, cómputos desde el pre escolar. Atención  familiar,  de tal forma que  para muchos pasamos a ser parte de sus familias: a recibir los secretos antes que los padres; y a su vez, a los padres confiarnos sus dolores y alegrías.

Vamos  para la promoción 27. Por acá pasaron los hijos e hijas de artistas de la época, de mandos militares, de personas del gobierno, de grandes empresarios, de personas respetables y confiables, así como consular extranjero. Sin descartar personas humildes y queridas  por todos los de la comunidad.

Estudiantes de otros países, como de  Italia, México, España, Venezuela, Alemania, Centroamérica, Bélgica, USA, Haití.

Hoy nuestro lema es “al encuentro del futuro”. Han sido treinta años tratando de educar, abrir caminos, dar luz, cariño. La televisión y la prensa fueron nuestros grandes aliados en su momento. Hoy nos revisamos y deseamos continuar nuestra misión a sabiendas que al igual que hace 30 años solo contamos con nuestro corazón y nuestro cerebro, esta vez en singular, pero  rejuvenecidos por el tiempo