Hoy vemos con naturalidad el tema de los derechos humanos (DH), pero no fue sino hasta el 10 de diciembre de
1947 que las Naciones Unidas hicieron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no
obstante, no todos los países firmaron por una u otra razón, entre otras
razones por la inclusión del derecho a fundar una familia, el derecho a la
propiedad privada y el derecho a
profesar su propia religión o credo.
La universalidad es porque
son derechos inalienables, propios de todo ser humano, en su propio valor y
reconocidos por las naciones en general.
En 1966 se firma en la ONU el Pacto Internacional de Derechos
económicos, sociales y culturales firmado por 65 estados en su momento ; y el
de los Derechos Civiles y Políticos firmado por 64 estados por igual. Se hace
una división en dos.
En 1984 en San Marino, la Unesco reconoce que hay derechos
individuales como colectivos, propio de los pueblos y su
desarrollo. La pluralidad cultural es tenida en cuenta.
En 1993 en Viena se reconoce la importancia de las
particularidades nacionales, regionales y de los patrimonios culturales,
históricos y religiosos sin olvidar la visión universal de los DH. La globalización va haciéndonos cambar nuestras
percepciones y aceptación de las diferencias culturales
El cristianismo inicial a
través de la prédica de los Padres de la Iglesia con la visión de que somos
hechos a imagen y semejanza de Dios ; y el Islam que plantea su igualdad basado en su origen único
y destino común, ambos nos dan una base para
la visión de igualdad. No obstante se
considera que todo este pensar en las libertades personales comienza con el cilindro de Ciro
en Persia en el 559 al 529 AC que promulgaba que la libertad de culto en los
territorios conquistados y la abolición
de la esclavitud.
En 1463 al 1494 Dicodella Mirandola plantea en el Renacimiento sobre la Dignidad humana basado en la
autodeterminación para crear su propio destino. Ya en nuestro presente los D H,
se ve como fruto primero de la “Carta de los Derechos Humanos” o
enmiendas a la Constitución de USA, y en segundo al fruto de la Revolución Francesa y su
resolución de los “Derechos del Hombre y del Ciudadano”. Una visión muy
occidental sobre el tema, opinan muchos, catalogada de etnocéntrica y con deseo de asimilar a los otros no occidentales
dentro de su concepción. Achacan a la globalización en el mismo sentido de
intentar una imposición cultural donde se olvida uno de sus tradiciones.
En América, Haití, primera nación independiente en 1804, después de USA en el 1776; en su Constitución de 1816 habla de libertad,
igualdad ante la ley, derecho de propiedad, deberes del ciudadano, la
separación de los poderes del estado y otros, propio de la Declaración de los
DH en Francia de 1789. En 1821 en el Acta
Constitutiva de Independencia y creando el Haití Español, Núñez de Cáceres se
basará en lo anterior y copiará algunos artículos de la Constitución Haitiana.
En 1844 la nueva nación copia en la ciudad de San Cristobal más de 100 artículos de la Constitución Haitiana de 1843
basado en los DH francés. Luego México en la Constitución de 1917 nos habla de
los derechos del hombre al trabajo, a mejores condiciones de vida, al bienestar
social; estos son derechos económicos, sociales y culturales.
La Declaración cuando se enfrenta a la diversidad cultural dentro
de una misma nación, donde se ha de respetar la individualidad, sin dejar de
tener presente la comunidad a la cual el individuo pertenece con sus creencias
y costumbres, las cosas se complican.
La multiculturalidad donde cada grupo similar se aísla dentro de
una misma sociedad no es igual a cuando estos individuos se hacen parte real y
activa dentro de la sociedad donde conviven y actúan de forma intercultural, el
dialogo, el participar el uno con el otro dejando cada quien su visión del
mundo dentro de un marco total de respeto y aceptación.
La declaración es universal, pero su adaptación a la realidad, a
su concretización, aplicación se hace individual o particular de ahí el peligro
de desconocer los aspectos culturales de una comunidad, los aspectos
ancestrales de ese individuo, sin caer en discriminación, estereotipos o peor
aún, en generalización despectiva o en un * “yerrar “a los mismos.
Dentro de una misma nación hay diversidad de culturas por edad,
género, sexualidad, religión, deportes, educación, grupo social, partidista,
ideologías y todos forman un colectivo más o menos homogéneo dentro de una
cultura mayor que los arropa a todos.
Hablar de Derechos Humanos sin tener presente los aspectos culturales propios de la región, zona y la
familia misma es tratar de vaciar el mar en un pequeño hoyo en la playa.
Hablar de un Ciudadano Global sin tener presente a los Derechos Humanos y a la persona humana , valga la redundancia; con su dignidad propia, es seguir llenando el hoyo de la playa con un cubito y tratar de llenarlo con todo el agua del mismo mar.
Hablar de un Ciudadano Global sin tener presente a los Derechos Humanos y a la persona humana , valga la redundancia; con su dignidad propia, es seguir llenando el hoyo de la playa con un cubito y tratar de llenarlo con todo el agua del mismo mar.
*. La yerra es el acto que consiste en la marcación del ganado
utilizando un hierro caliente.