martes, 21 de diciembre de 2010

Un@ hij@

Tener un hijo es una responsabilidad demasiado grande.

Es haber decidido libremente  traer al mundo a un ser que no decidió venir. Es haber decidido que de ahora en adelante, no en marzo, sino desde ya, es la figura más importante para los dos y al cual hay que cuidar y mimar, hay que mostrarle cariño y cuido.

Es desde ya una persona que está, existe junto a uno y a veces en medio de los dos.  Se deja de pensar en la pareja y se pasa a actuar en función de él o de ella.  Ya no son dos sino tres. Se ha decidido dejar la felicidad personal a un lado en función de otra persona que aún no conocemos. Soñamos que sea sano, inteligente y tenga tal o  cual cualidad, que se parezca a tal o cual persona. La mujer, con su vocación de madre, siempre será feliz y empezará a recibir toda la atención de todos los que le rodean, hasta que llega el hijo o hija y la atención cambia.

El hombre se siente feliz porque su mujer es feliz y sabemos que es una semilla que llevará nuestro nombre o apellido. El empezará a darse cuenta que pasa a un segundo plano, aunque no se quiera, pero es así. Puede ser un padre responsable o no, partícipe de la vida en familia o no, ya eso dependerá de la formación y sus valores.

La madre tiende a poner al hijo/a en primer lugar, primero se es madre y luego esposa, sin darse cuenta que para haber sido madre primero fue esposa, pero en el fondo después de todo, el hijo/a es familia real, el esposo/a no, fue añadido/a la familia nuclear de uno de los dos.

Las dos familias empezarán a opinar y a meter las narices más de lo que uno quisiese o uno de los dos quisiese, de ahí la importancia  de poner las reglas claras para que nadie salga herido y sólo opine cuando se lo piden.

Un espíritu ha sido llamado para encarnar un cuerpo por el que hay que velar, educar, guiar, orientar y no por un rato como es el horario de escuela, o el de compartir con otros en una reunión familiar, es una labor de 24/7/365 hasta que uno deja este mundo.

Los hijos siempre son hijos no importa la edad de ellos, pueden ser amigos o no, ya el trato dirá, ojalá siempre fuesen amigos. Los amigos se buscan, los hermanos no, los hijos vienen y en el camino sabremos si pudimos ser amigos o no.

Paternidad responsable que se hace más  imperioso cuando uno es educador por vocación.
Se dice que a los nietos se les quiere más que a los hijos, yo no pienso así. Al igual que a todos los hijos no se les quiere igual.

Confío que como ha sido una decisión pensada hayan tenido presente todo lo anterior y más.
Un hijo/a debe ser fruto del amor que sentimos ahora confiando que sea cada vez mayor el amor entre los dos que se unieron para que se sepa aquilatar la responsabilidad compartida de esa semilla que crece y fructifica. Como fue buscado y deseado los felicito. No es lo mismo ser Piscis que ser Aries. Me gusta Jorge Eduardo y Gabriela, ven como opinamos y no me han preguntado mi parecer?

Nada, yo sé que soy complicado, pero eso es defecto de fabricación.

Pueden contar conmigo en lo que deseen siempre que me lo  soliciten y se pueda cumplir.
Un abrazo,

Un nuevo abuelo o un abuelo nuevo?

NOTA: Quise compartir con ustedes uno de los escritos que  escribi a Leticia y a Jorge Armando al saber que esperaban un hijo para marzo. Hoy sabemos que será varón y por tanto su nombre será Jorge Eduardo, o Jorge V.     JA es el IV, yo el III, mi padre el II y mi abuelo el primero.

Julio del 2010

2 comentarios:

  1. Don Jorge! que bueno saber que tiene un blog, no tenía la menor idea! :(. Que texto mas lindo el que acabo de leer, aunque por ahora no quiero crias :P, definitivamente aumenta mis ganas de tener un pequeño amiguito :).

    Un fuerte abrazo desde Lima, Perú. Extraño sus clases.

    Dimas Humberto.

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  2. Tan dindo mi DJ :), ive been reading your blog desde hace mucho, no los he leido tooodos, pero si he leido muuuchos de ellos :)

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