martes, 22 de febrero de 2011

Estoy conmigo mismo.

Últimamente no digo que estoy solo, sino conmigo mismo y con Tom.

Estar con Tom no es estar solo, créanme. Estar con mis pensamientos, mis recuerdos, mi pasado, mis sueños e ilusiones no es estar solo, estoy con mi yo. Para estar con mi yo es necesario pasar por el proceso de desintoxicación de todo lo que te rodeaba, te habías acostumbrado, habituado , hecho parte de ti, de tu rutina y de tu vida.

Es un proceso como toda desintoxicación, doloroso, al paso, poco a poco, día a día y se tiene recaídas y se desea volver a las andadas, es habituar a tu cuerpo a oírte, escucharte, y luego a tu mente pedirle que deje de hablar e insinuarte cosas al oído.

Es despertar en la noche necesitando algo que no sabes que es, pero sabes bien lo que es. Todo un proceso.

Verse a sí mismo, mirarse y darse cuenta de que no somos tan bellos como creíamos, pero somos bellos a nuestra manera, en nuestra propia forma y aceptarla.  Luchar contra tus propios demonios aprendidos  lo largo de los años por tu educación, forma de pensar, por la sociedad, por la religión, por tu físico, por tu todo externo y semi  externo-interno.  Solo tu yo real es lo interno. Todo lo demás es cubierta, satélites del yo.  Tu yo real está en el fondo fondo.

Es un proceso muy doloroso por eso lo comparo con la desintoxicación del alcohol o de otra droga o medicina, que es también una droga. Hay momentos de llorar, gritar. Hay desesperación, agonía. El silencio es difícil de escuchar. Quizás algunos van a la montaña buscando el silencio, The Sound of Silence.

A pesar de todo, se me ocurre que en otras, yo fui monje. Me gusta orar, hablar con Dios o conmigo mismo, a veces no sabemos que es que, me gusta recordar y plasmar las ideas que me surgen. Me gusta leer y volar dentro del libro. Me gusta pensar que nos acompañamos mutuamente en algunos momentos del día.

Sé que el haber pasado por la Compañía me ha ayudado a que el proceso sea menos doloroso, hay herramientas aprendidas, olvidadas y recordadas.

No crean que ya estoy curado, no,  cada día es cada día, y cada hora es cada hora, tantos días sin caer, sin llorar, sin deprimirme y vamos contando los días sin fumar, o los días limpios, y seguimos contando, un día mas, un día menos, contamos. Lo importante es que no estoy solo, estoy conmigo mismo y a veces estoy con mis seres queridos idos, y a veces con el Espíritu Mayor, y a veces solo con Tom y a veces también con todos los que se que me quieren porque me lo dicen con la boca, con los ojos, con sus letras, o palabras, hay tantas formas de decir, aquí estoy.

No, no estoy solo “and we keep counting”.             
                                   
  30 de octubre 2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario