Directivos y miembros de la
Asociación de Padres del Colegio
Padres y Madres de los alumnos
Graduandos del Colegio Senderos
Familiares y amigos
Profesores y estudiantes que nos
acompañan.
Gracias a todos por estar con
nosotros en esta tarde de fin de año académico 1996-1997, premiación de los
estudiantes de educación media y
graduandos. En nuestra doceava (12) promoción de bachilleres.
En 1982 surgió la idea de crear
un colegio diferente, con la misión de formar personas autónomas en una
sociedad donde lo normal es ser repetidor,
borrego o fotocopia de otros. Formar hombres libres donde lo normal es estar
encadenado a un dogma, un partido, un grupo social o sindical, o a alucinantes sustitutos
de la verdadera felicidad.
Con una visión quijotesca, de un
ir contra la corriente, hace quince años ese colegio se ofertó y abrió sus
puertas, y desde sus inicios su meta fue el de ofrecer académicamente más de lo
que en ese momento se ofrecía regularmente en el mercado académico, el de
romper con los moldes tradicionales, el de exigirse cada vez más, nunca
contentándose con lo obtenido.
Este colegio fue de los primeros en trabajar con pocos
estudiantes por aula, en pensar en el inglés como un segundo idioma y el francés como un tercer idioma
desde la educación básica y no como una asignatura más, todo dentro de su
horario de clases. Amplió su horario diario de actividad a 35 períodos de
clases por semana, 7 al día.
Este colegio se adelantó a la
oferta actual del Plan Decenal. Lo que es nuevo para otros ya es historia para
nosotros como es el tener manualidades y música en todos los cursos, el incluir
en el horario normal de clases el uso de las computadoras, los laboratorios de
ciencias eliminando así la costumbre de ofertar en aquel entonces estas áreas
por la tarde y con pago extra.
Su preocupación llegó también a
buscar libros y cuadernos de trabajo idóneos y acorde a nuestra exigencia de
más evitando la mediocridad, la memorización innecesaria; y empeñándonos en la
lectura comprensiva, la criticidad, la investigación, la exposición de los
conocimientos.
Cuando miramos hacia atrás nos
sentimos orgullosos de que ese colegio del cual ustedes forman parte, haya
abierto caminos, senderos al andar y sea
por nuestro trabajo diario y dedicación, por la calidad de la enseñanza que las
familias que hoy nos conforman crean en nosotros y nos hayan elegido.
Para nosotros es un orgullo ver
cómo nuestra filosofía escrita hace 15 años, tiene total actualidad cuando
leemos los objetivos del plan decenal a tal punto que a veces es difícil
discernir la diferencia entre uno y otro documento.
Nos sentimos orgullosos de que
desde hace quince años nos planteamos la necesidad de trabajar en lo que hoy se
conoce como Inteligencia Emocional y nuestra mayor premiación no es al
estudiante con mayor índice académico, sino al estudiante senderista que reúne
los valores y cualidades esbozadas en la filosofía del colegio y que coincide, evidentemente,
con estudiantes de alto rendimiento académico.
En nuestra filosofía viva y
vivida diariamente está claramente expuesta la necesidad de unir la
inteligencia emocional tal como la describe Daniel Goleman en su libro, así
como la inteligencia racional, la convivencia social y la conducta ética.
Dentro de este marco desearía que
me permitiesen dirigirme en este momento a los graduandos en especial.
Hemos intentado con ustedes en
estos años en Senderos, educar no para ir a la universidad, sino para ir a la
vida. Al menos eso es lo que personalmente hemos hecho, valiéndonos del
instrumento aula, curriculum, escuela...
Educar para la vida. Ustedes
terminan tan solo una etapa, dentro de un gran itinerario que es el camino
total de su existir. Son estos últimos años los que más recordarán y anhelarán
retener en sus memorias. Sólo basta abrir el periódico y veremos promociones de
40 o 50 años de secundaria reunirse para esta época del verano. Debo reconocer
que lo más usual son las actividades que celebran los 5, 10 ,15 y 20 años de
haberse graduado. Es un volver a vivir las mejores anécdotas, las risas, las ocurrencias,
los secretos que ustedes y sólo ustedes aún saben.
Sin embargo, siempre me ha
llamado la atención que al hacerle una entrevista o recuento en el periódico a
un profesional no se suele mencionar el nombre del colegio o escuela donde
estudio sino sólo la universidad; cuando la real vocación salió de esta época,
fue aquí adentro en la escuela que se aprendió a leer, razonar, reflexionar y ojalá!
que también hayan aprendido a conocerse a sí mismos, a aceptarse, a amarse, a
amar, por consiguiente, a los que le rodean, a ser positivos, a dialogar,
escuchar, observar, a dominar sus emociones y saber el momento justo, de dar la
respuesta correcta a la persona correcta en el lugar correcto.
Nosotros sólo podemos saber por medio
de un récord de notas si aprendieron matemáticas, física, español, pero lo más
importante es, si aprendieron a ser entes afectivos positivos para la sociedad,
eso no lo sabemos evaluar y tenemos que esperar a que ustedes den sus frutos para
entonces saber si nuestra intención última se cumplió o fracasamos.
Recordamos que la semilla es
lanzada al aire, pero no todas germinan; dependen de donde caigan, del terreno,
del abono, de la humedad, de la luz, de tantos factores ajenos al sembrador,
pero no obstante todavía existen verdaderos sembradores esparciendo su semilla.
Ustedes como grupo alcanzaron una
meta distinta a la de los otros grupos anteriores. Lograron ser UN grupo. Un
grupo que cuando analizamos los resultados académicos comprobamos lo importante
que es el factor solidaridad.
Desde el momento en que empezamos
a tener padrinos y madrinas que ayudasen a sus propios compañeros en los
estudios, a hacerse responsables del desarrollo académico de sus compañeros de
aula. Desde el momento en que un estudiante nuevo o una estudiante nueva
tuviese su padrino o madrina particular que lo ayudase a situarse dentro del colegio,
algo comenzó a surgir sin que ustedes pudiesen percatarse de ello.
Surgió el compromiso de que todos
iban a ser mejores, de que todos iban a estar aquí graduándose y que los
honores se iban a acaparar entre ustedes. El final es claro. Terminó el año con
un alto honor, 4 honores, 3 de mérito, casi un 50% de un grupo de 17 sin contar
los compañeros de AFS.
Este deseo de hacer las cosas
calladamente, como las hormigas, en equipo, consiguió lo que solos no habrían
logrado. Y de ahí una enseñanza, juntos se consigue más que uno sólo siempre
que haya armonía en el grupo, unidad y paz; y si en algún momento las calificaciones
bajaron ,coincidió que en ese momento no había armonía grupal.
Armonía es equilibrio, paz,
tranquilidad, diálogo, aceptación de uno mismo y de los que nos rodean, tal
como somos, pero deseando que todos podamos ser mejores de lo que ya somos.
Supieron reconocer sus líderes
reales y sus dirigentes que daban la cara por todos; supieron reconocer sus
limitaciones y prever dónde pudiese surgir un problema. Supieron conocerse como
grupo, reconocerse como tal y de este modo avanzar como grupo.
Ahora, el grupo dejará de serio a
no ser que ustedes se mantengan reuniendo, y vuelvan a tener una meta común a
alcanzar. Con el tiempo se van depurando las raíces reales, se quedan sólo los
árboles y los helechos quedan a la vera del camino. Quedan las uniones de esta
época, las amistades.
En Senderos a veces hemos querido
educar contra la corriente, el buscar ser auténticos, autónomos; ser uno mismo
conlleva eso, no tratar de hacer lo que otros hacen por imitación, sino por
convicción.
Entre los valores contra la
corriente está el de ser honesto. Ser honesto con uno mismo y con los que le
rodean. Ser honesto es no engañar, no seducir, no comprar la conciencia, no ir
contra lo que moralmente es aceptado como bueno en la sociedad, no robar, no
usar chivos, no sacar libros, devolver el dinero o las propiedades que uno
encuentra y no son de uno y por eso las devuelve. Ser honesto es denunciar los
males que ocurren en nuestro medio y no taparnos los ojos como la avestruz; no buscar
excusas, sino enfrentar los problemas, ser honesto es no participar como
observador, ni como activo participante en lo que no es correcto. Alejarse del peligro corruptor es
ser honesto. Hacerse de la vista gorda no es honesto. Dejar que lo humillen
públicamente, o embarren su nombre sin defenderse no es honesto, lo honesto es
poner las cosas en su sitio
Honesto es ser honrado, actuar
con rectitud e integridad, respetándose a
sí mismo y a los que le rodean, con dignidad y virtud. Se es responsable de sus
propios actos.
Lo anterior es ser honesto. Deshonesto
es enriquecerse o alcanzar logros sin sus propios méritos, posibilidades,
bienes. Alcanzar un status económico a costa de otros. Alcanzar un status
académico a costa de otros, o utilizando mecanismo inadecuados.
Corrupción es el acto de
corromper, llevar del bien al mal a una persona, inducir a actuar
incorrectamente a aquel que está , acostumbrado a actuar bien. Engatusar a
otros, engañar a otros para que estos sean como ellos. El corruptor no está
corrompido, sino podrido. Corrompido es aquel que olía a flores y hoy empieza a
oler a basurero.
Corrupto es aquel que no puede
vernos a los ojos, pues su conciencia lo delata. Es un vil ladrón, él lo que
hace es robar, pero socialmente es más suave llamarle corruptor,! fíjense hasta
donde llega nuestra sociedad de ser tolerantes con los ladrones! ; pero, bueno,
decíamos que el corruptor está tan acostumbrado a lo que hace que mira desafiantemente
al otro y lo incita a la pelea, a la discusión; no hay remordimiento de
conciencia.
Se habla mucho de corrupción
entre los funcionarios públicos de antes, de ahora y de mañana; de los que del
cepillo pasaron a la jeepeta, de la casita con cocina en el patio, a mansiones
o apartamentos de lujo. De los que engañaron a los ahorrantes y se quedaron con
todo. De los que usan el buen deseo de algunos hasta de su ingeniudad y los
embaucan en lavado de dinero.
La excusa es que todos son así,
que todos deben ser así. Es tonto el no ser así. Pero un Senderista nada contra
la corriente y obra de acuerdo a su conciencia y no meramente siguiendo los
patrones sociales. Como los salmones nadan contra la corriente donde sólo los
fuertes llegan y los débiles se quedan en la orilla o la corriente los
devuelve.
Ahí está el quid de todo, los
débiles de conciencia y los fuertes. Los honestos y los débiles, los
responsables y los débiles.
Callar lo deshonesto es igual que
ser deshonesto. Ser avestruz es dejar de ser responsable, es de débiles, es de
los no honestos.
Ser honesto es de los que dan el
pecho, son tentados y luchan contra todo tipo de león que le lancen al ruedo.
Confiamos que en estos tiempos
donde todos los periódicos hablan de corrupción ustedes sean de los que puedan
estrechar la mano mirando a los ojos con la conciencia limpia de haber actuado
correctamente.
Confiamos que ustedes sean
ejemplos de honestidad para sus hijos, y así contribuir a la moral del país.
Ejemplos de vida a ser imitada por sus hijos.
Confiamos en que al ustedes
empezar a volar alto y por ustedes mismos, lo hagan con su brújula senderista
integrada al diario vivir, de esta manera, sus actos revelarán que estos quince
años de trabajo no han sido para sembrar en mal terreno. La práctica de vida de
ustedes indicará si la filosofía que Senderos plasmó hace tres lustros en unas
cuartillas se tradujo correctamente al idioma de los afectos, la voluntad; de
lo contrario, pensaremos que nuestra filosofía sólo quedó en palabras vacías y
huecas llevadas por el viento.
A los asistentes, amigos todos,
gracias, por estar con nosotros en este día y esperamos que ustedes también
sean como las truchas, sepan nadar contra la corriente, hayan podido conocemos
un poco más en una sociedad donde cada
vez hay más colegios que ofertan lo mismo, pero no son iguales en la realidad
de la vida, donde no todos gradúan hombres y mujeres con el ideal de ser
autónomos, libres y conocedores de su yo íntimo haciendo senderos al andar a lo
largo de su propia vida.
Gracias por cada acto positivo
contra la corriente que ustedes tengan, sólo así sabremos que supimos educar y nuestro esfuerzo
no fue en vano, la semilla germinó.
Agosto
20, 1997
Jorge
R. Ruiz
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Q-AL 1996-1997
Patricia Hernández
Cecilia Miniño Caballero
Geraldine Sanlley Viñas
Sally Landron Baba
María Virginia Ortega Gámez
Juvianne I. Estrada Veras
Tommy A. Abraham Rosario
Claudia Cepeda Ginebra
Cristóbal Enrique Román González
Jorge Armando Muñoz Peynado
Ludwig K. Ulloa Terrero
Jaime N. Fernández Salcedo
Víctor A. Roa Samboy
Víctor A. Rojas Franco
Cesarina Pagan rojas
Isabel Cristina Aybar Lithgow
Mildred I. Marcano Pereyra
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